No valoras algo hasta que lo pierdes

Capítulo 1

*FLASHBACK*

Me levanté como cada mañana, con un sueño anormal y mi madre gritándome para que me de prisa. Como cada día, me levanto y elijo mi ropa mientras pongo mi playlist para despejarme. Decido ponerme un pantalón negro, una camiseta corta del mismo color y una Vans todavía blancas. Me maquillo levemente y me suelto el pelo, mientras oigo a mi madre coger las llaves, lo cual significa que mi hora de ir al instituto a llegado.

Cuando entro veo que todas mis amigas ríen sin cesar, mientras cotillean como verdaderas marujas, aunque no excluyo que yo no sea una también.

- Entonces, ¿es verdad que va a venir un chico nuevo? -pregunta Daniela, la cual quiere asegurarse de ello.

- Si la tutora lo ha dicho, no creo que sea mentira, además, ya me parecía raro que no hubiese nadie nuevo este curso -le responde Maddie.

- Pero, ¿no os parece raro que un chico venga de repente mitad de curso? -interviene Daniela otra vez, la cual duda del hecho de que nuestra tutora solo le haya dado esa valiosa información a Maddie.

- ¿Alguien me puede explicar que coño está pasando? 

Yo no lo entiendo, pero nunca me entero de lo que está pasando, ya sea porque llego tarde o porque no quedo lo suficiente con mis amigas para cotillear sobre esas cosas.

Resulta, que hoy va a venir un chico nuevo a clase, y como no, es la novedad del día, y todo el mundo está hablando de ello. Conociendo mi mala suerte y la de todas mis amigas, sé a la perfección que el chico nuevo va a ser de todo menos guapo y simpático, que viene siendo lo que son mis compañeros de clase, son todos como copias. Si es que no hay quién se enamore en mi instituto; no es como en todas esas novelas de Wattpad donde la mitad de la clase son tíos buenos con sonrisas Vitaldent y cuerpazos de revista. 

En medio de clase de historia, cuando yo estaba en el proceso de comerme mi paquete de galletas Oreo, veo que la puerta del aula se abre lentamente, y deja a pasar a nuestra tutora acompañada de un chico casi el doble de alto de ella, moreno con ojos claros, y claramente fuera del alcance de todas las chicas de este aula. Parece que nos saca mínimo unos dos o tres años, y veo imposible que sea el nuevo, pero a pesar de mis pensamientos, la tutora para la clase para presentar a Tyler, el chico nuevo. Y por muy cliché que parezca, no voy a mentir, lo sienta justo en el pupitre junto al mío, ya que ese sitio sobraba después de la mudanza de una de mis mejores amigas, Estrella, la cual abandonó nuestro instituto tan solo a principios de este curso, porque se tuvo que ir a vivir a Alemania con sus padres.

Estaba al cien por cien segura, de que sería el típico chico arrogante con aires de superioridad, pero no, me equivoqué, aquel misterioso chico con ojos claros, al pasar los días, se convirtió en mi mejor amigo, en la persona con la que podía contar para cualquier cosa, y aquella que me sacaba sonrisas hasta en las clases de matemáticas más chungas. Todo iba perfectamente bien.

No queríamos que nos separaran por nada del mundo, ya que descubrimos que teníamos más cosas en común de las que creíamos, y podíamos ayudarnos mutuamente en las clases. Él no fue muy bien aceptado por la clase, y seguramente fue por las apariencias de prepotente que tiene, y yo fui la que le guié los primeros meses de colegio, y le ayudé a relacionarse con más grupos de amigos del curso. Él siempre me estuvo muy agradecido por lo que hice por él, y me lo demostraba cada día, haciéndome reír como nunca nadie lo había echo.

*FIN DEL FLASHBACK*

- Y así me sentí yo al conocerte -le contesté a Tyler por la videollamada en la que estábamos en ese momento.

Esto de las videollamadas ya se estaba volviendo rutina, tan solo diez minutos de llegar a casa, Tyler ya me estaba llamando, y como mi madre y mi padrastro no están prácticamente en casa, me pasaba hablando con él hasta las cuatro o cinco de la madrugada sin aburrirnos ni un solo segundo. Y así es cada día, llego a casa después del insti y lo primero que hago es ponerme a hablar con el, mientras hacemos deberes juntos y hablamos desde la más mínima chorrada hasta nuestros mayores secretos.

- ¿Es en serio? -me respondió Tyler mientras reía por lo dramática que me había puesto al contarle eso- Pues yo la verdad es que lo primero que pensé al verte es que me pareciste muy guapa, y sabía que nos íbamos a llevar de puta madre. 

Yo como siempre me sonrojé y lo deje pasar.

Tyler era mi mejor amigo, era la persona en la que yo más confiaba en el mundo, y nunca me podría imaginar el simple hecho de si quiera pensar en tener algo más que una amistad. No me gustaría perderlo por nada del mundo, y tampoco creo que seríamos bien vistos en el instituto.

Él y yo parecíamos personas muy diferentes, nos juntábamos con gente diferente, y a mi grupo de amigas no les caía bien Tyler.

Toda la clase nos shippeaba, y a mi me ponía de los nervios.

- Son ya las cuatro de la mañana, ¡y mañana es lunes!, tenemos que irnos a dormir ya -le dije a Tyler con tono decepcionado, ya que me encantaría seguir hablando con él- buenas noches Tyler, duerme bien.

- Buenas noches Blair, te quiero -me contestó el como siempre, seguido lo cual le colgué.

Me sentía incómoda cuando me decía que me quería, aunque fuese como solo amigos, nunca sabía que contestarle.

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