Capitulo 1

18 1 2
                                    

Mientras unos pretendían llorar  por la ida de la tía Mary otros se derrumban cual día lluvioso en Octubre, lo cual era un poco impactante, teniendo en cuenta que Mary no era conocida por su amabilidad y empatia, o al menos eso era lo que creía yo, hasta ver a dos vejestorios de la tercera edad discutiendo por quien era el verdadero amante de la anciana.

Era un poco impactante, ya que quien mas recrimino por mis ¨misterios¨ como solía llamarlos, fue la mismísima Mary.

-Bien guardadito se lo tenia, ¿No crees? -Mama estaba un poco atónita después de ver dicha escena.

-No es muy difícil de guardar después de todo. Sabes ella era la ultima persona en el mundo que creería que fuera capaz de engatusar a dos hombres al mismo tiempo. -le conteste con una sonrisa a mama, esperando su regaño.

-No le digas ''engatusar'', se escucha de mal gusto. - No respondí aunque ganas no me faltaron. No entendía cual era el punto de suavizar mis palabras, ella no estaba, y aunque reencarnara no seria una persona a la cual darle mi respeto. 

-Ve a saludar a tus primas.

-Paso, tengo que hablar con papa. -Estaba ansiosa por decirle a mi padre mis intenciones y planes para el próximo año, No iba ser una platica amena, eso lo tenia muy claro, solo debía ser paciente, buscar el momento adecuado y ¡Bam! tirar la bomba.

Mama me miro extrañada, pero no dijo nada, se marcho dejándome con los nervios a flor de piel.

Me dirigí al baño, antes de marcharme a casa, tenia que aclarar mi mente, antes de llegar a la zona de guerra, debía tener mis pensamientos claros antes de cualquier batalla de palabras con mis padres.

Abrí la puerta, entre, dejándola entrecerrada, ya que no iba a demorar mucho, y no haría nada comprometedor;  lave mi cara con un poco de jabón,  me seque con la toalla blanca tendida en la repisa y mire al espejo , la mirada que me regalaba no era la mejor, había pasado días sin dormir, a causa de ello, mis ojeras parecían piscinas donde los niños podrían jugar en un día caluroso, mis labios cuarteados no tentaban a querer ser besados, y mi falta de maquillaje evidenciaba mis pequeños granos  en medio de mis cejas sin rasurar, mensaje recibido espejo, tengo que darme una pata de tigre, si quiero parecer responsable y madura a los ojos de mis progenitores.

Salí de la casa de Mary a paso apresurado, sin despedirme de nadie, papa llegaría a la casa en media hora, me tomaba 15 minutos llegar a mi casa, así que tenia alrededor de 10 minutos para arreglar el desastre que era mi cara en ese momento.

Estaba a punto de llegar a mi auto, cuando vi a un chico a lo lejos, perdido en sus pensamientos, estaba recostado sobre el árbol de los vecinos de mi tía, mirando en dirección hacia la casa, sus ojos se veían tristes, al verlo detenidamente,  pude notar que tenia una lagrima cayendo por su mejilla, tras unos cuantos segundos la retiro con el dorso de su mano; nuestros ojos coincidieron, su expresión se transformo en curiosidad, dejándome perpleja, debido a que solo hace 3 segundos estaba tan ido y deprimido, ignore la sensación que dejo en mi cuerpo y decidí irme de una vez, el tiempo se me agotaba.

Salí disparada haciendo que las llantas rechinaran contra el liso pavimento debido a la lluvia reciente; eso había sido raro, si analizaba bien la expresión del chico parecía estar muy dolido, lo que no entendía era por que enfrente de la casa de Mary, no se si tenia algo que ver, pero era loco de imaginar, a parte de la gente hipócrita en ese lugar, y  los amantes de la difunta, nadie sentía pesar, o ¿Habría sido yo la única que no sintió nada?

Llegue a casa mas pronto  de lo previsto, subí las escalera en dirección a mi habitación, y me duche lo mas rápido que pude me puse ropa decente, baje para chequear que papa todavía no llegaba y fui rápidamente por el teléfono para pedir comida china- la favorita de papa- luego de colgar el teléfono, revise mi atuendo frente al espejo, intente alisar cualquier rastro de arruga, y me limite a esperar sentada en el comedor.

Papa entro por la puerta y cualquier rasgo de valentía que tuviera se desplomo como todas las veces anteriores.

El Diario Secreto de OliviaWhere stories live. Discover now