Capitulo 1*

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               ...Dalila...

-Solo deseo ser libre - suplicó la morena de rodillas frente al imponente trono y una vez mas su deseo le fue negado

La desepción en el rostro de su hija no fue algo nuevo para el sultan de Arabia, así como tampoco el disgusto de su hijo mayor y la risa de victoria de su segunda heredera

-Te lo diré solo una vez mas Dalila - la voz de aquel imponente hombre resonó en la habitación, sus pasos dieron comienzo a un lento recorrido provocando el crecer de una agonía intensa en la menor de sus hijas  - Tu no tienes ningun derecho sobre el trono, ni el pueblo....

-Pero...

-¡Tu!, solo eres mi hija bastarda, hi-le-gi-ti-ma, tu destino fue sellado en el momento en que naciste y no quiero oir mas quejas, ahora largo de aqui, devo atender asunto con verdadera importancia

-Si padre - murmuró la joven para posteriormente ponerse de pie y abandonar aquel salon

La vida de Dalila nunca fue fasil, nacer entre los grandes lujos que aquel castillo podia brindarle no fueron suficientes para satisfacer sus deseos, pues el unico que anelaba ser cumplido era el de tener a su madre de regreso a su lado, pero sabía que aquello jamas pasaría, por lo que solo desistio de sus suplicas e intento cumplir con el sueño que ambas compartían

《Recorrer el mundo》

-En cuanto consiga tomar el lugar de padre como sultan, prometo otorgarte tu amada libertad - mensionó una voz a sus espaldas mientras observaba su reflejo en la fuente de palacio

-Para eso sabes que tienes que casarte Abdel - le recordó con una sonrrisa burlona

-Y tambien cambiare esa estupida ley - agregó con una mueca

-Uy ¿el principe de Arabia diciendo palabrotas?. No imagino cual seria la reacción de padre - se burló Dalila paseando al rededor de la fuente con su medio hermano imitando sus movimientos

-Mientras no se entere todo estara bien, de lo contrario me deshereda - se mofo el principe

-Pues seria una pena que alguien se lo dijera - canturreo la joven

-Oh...no te atreverias

-¿Estas seguro? - preguntó burlonamente alzando una ceja en su dirección, el principe no dudo en salir tras ella cuando esta comenzó una carrera al interior de palacio

Siendo mas rapido y fuerte no tardó en alcanzar a su hermana menor, elevandola entre sus fuertes brazos, con sus risas de fondo y la gran amistad que habian compartido desde pequeños

-¿A quién pensabas decirle sobre mis actos impuros? - preguntó sujetando sus manos en su espalda

-¿Yo? Ni siquiera se de que ne hablas - fingio inocencia la morena, su hermano sonrrio con gracia antes de usar las cosquillas como arma contra la princesa - ya-ya...esta bien...por favor...para - logró decir entre carcajadas - ya saves que no diré nada - le recordó intentando controlar su respiración

-Por eso eres mi hermana favorita - mensionó el moreno con una gran sonrrisa en su rostro - bien hermanita, en exactamente 26 minutos - agregó observando la hora en su reloj de muñeca - estaré en un vuelo a Rusia, dime que quieres que te traiga de regalo

-¿Puedo pedir lo que sea?

-Lo que quieras pequeña

-Pues quiero una flor - mensiono la joven con ilución

-¿Una flor?¿Saves que hay mil regalos mejores que ese no?

-No para mi, he leido de unas cosas llamadas flor que crecen de la naturaleza y quiero ver una con mis propios ojos - explico con una sonrrisa de ensoñación plantada en su rostro

-Pues si una flor es lo que quieres, eso es lo que tendras - prometio el principe besando su frente en forma de despedida sin saver que esa seria la ultima vez que veria a su pequeña hermana

                    (***)

Con la princesa Malak fuera de palacio las mucamas ya no debian andar de aquí para alla, dandole de comer en la boca o cumplir con cada uno de sus caprichos hasta que esta cerrara los ojos

-¿Qué estas preparando Jasmin?

-¡Dalila!¡Mi pequeña! - exclamo la cosinera de palacio con euforia abrazando a la mujer que habia criado desde pequeña - ¿Cómo te fue hoy con el sultan?

-Es todo - respondío con un suspiro de desepción - nunca saldre de aquí, no por voluntad suya

-Ay mi niña, ven aquí - exclamo la mujer abrazando a la morena - aun tienes la esperanza que tu hermano te ofrese, si consigue una esposa se convertira en sultan y finalmente seras libre - le animó con una sonrrisa consoladora - todo va a estar bien

-¡¡Princesa!!¡¡Señora Jasmin la princesa!! - gritó alterada una de las mucamas

-Dime que sucede Lia, ¿por qué estas gritando cual loca mujer?

-Alteza tiene que correr ¡Estan atacando el palacio!¡Deve huir!

-¡¿Qué?! - gritaron ambas mujeres incredulas a las palabras de la rubia

Una fuerte explosion resono entre los pasillos confirmando lo que ya sabian, posteriormente el eco de fuertes pisadas y voces inundaron sus oídos

La mujer mayor tomo rapidamente el brazo de la aterrada princesa guiandola por una puerta subterranea

-¿A donde vamos?¿Jasmin?

-Silencio - le reprocho la cosinera - Dalila, ahora necesito que me escuches, los caballos estan entrenados para soportar el calor del desierto, ve al norte, Lia te acompañará...es hora de ser libre pequeña - le informo una vez llegadas al final del pasillo sin dejarle formular palabra alguna

-¡No! Ven con nosotras, por favor Jasmin...no...no me dejes - suplico con lagrimas inundando por completo sus ojos, aquella mujer solo la empujo del pasillo exponiendola por primera vez ante el reino de Arabia Saudita, cerró las rejas que las separaban y con una melancolica sonrrisa se perdio entre la obscuridad de aquellos muros

-¡¡No!!¡¡Jasmin!!¡¡Por favor!! - gritó entre su llanto, pues separarse de aquella mujer era revivir la perdida de su amada madre

-Ella va a estar bien, pero usted no si se queda aquí, devemos irnos - expusó con voz quebrada su acompañante

Cada quien tomo un caballo, saliendo a paso veloz hacia el Norte, tal como les habian ordenado, Dalila no pudo evitar mirar atras recordandose asi misma que lo que dejaba atras era un calabozo y no su hogar, que dejaba a la mujer que la crio no a su madre...
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Corazón IndomableWhere stories live. Discover now