El Club. (Gay) HIATUS

14.Il boia è forte e la sua lama è affilata.

Durke.

—Que el bastado de Ivan apareciera de la nada fue una buena sorpresa ¿no lo crees Prez?

Asentí escuetamente al comentario de Nine.

Mi vicepresidente estaba feliz con la llegada de Ivan, yo también lo estaba, maldita sea, todos los putos hermanos lo estaban. El bastardo no era nada más que una señal de problemas pero era mi puto hermano al que no había visto en cinco años y si, estaba emocionado como la mierda por su llegada.

Caminábamos en silencio, veinte hombres conmigo, mi círculo de confianza, los demás debían esperar en la puta taberna.

Estaba concentrado en la vista frente a mi, una bodega, una jodida bodega en una sección escondida de nuestra propiedad.

La cloaca.

Tenía cinco putos años sin haber pisado la vieja bodega dedicada a nuestros negocios con ratas y el Hades.

Muchos hombres habían perdido la vida en ese recinto, la mayoría atravesados con mis cuchillos.

—Los hermanos están emocionados—mi vicepresidente asintió a mis palabras.

No era un comentario al azar, podía sentirlo, todos mis hermanos estaban tensos, posturas defensivas listas para cortar gargantas en cualquier momento y aunque se mantenían serenos lo podía ver, lo podía oler, todos queríamos una sola cosa: Sangre.

—¿Cuánto ha pasado desde que enviaste a pasear con las parcas a un puto desgraciado?

—Más de cinco años.

—¿Fue Jason, cierto? — Spike preguntó con una mueca en su cara y asentí, sintiendo mi sangre arder.

La mención del último hombre que nos traicionó y al último que pude poner a dormir aún traía enojo, rabia y dolor a mi jodida negra alma si es que aún tenía una, ningún cabrón había sido difícil de matar, nunca, hasta que tuve que asesinarlo a él.

—Ese bastardo debió sufrir más por lo que hizo — Chad, mi abogado, y mi jodido amigo de toda la vida tensó su mandíbula mientras me observaba—. Era jodidamente mío para desollar Durke y me quitaste esa oportunidad.

—Era demasiado personal para ti Crumble— el abogado dirigió una mirada mordaz a Diablo.

—Con más razón ese cabrón debía ser mi muerte, quería su sangre en mis manos, quería llevarlo al puto abismo antes de matarlo— habían pasado años pero Chad estaba tan malditamente enojado, que incluso había ignorado que Diablo lo hubiera llamado por su nombre de carretera.

—Era mi muerte Chad— Spike miró atentamente al hombre—. Y fue mi decisión, yo le pedí a Durke que matara a Jason—el hombre miró con dolor al rubio.

—¿Por qué? — la pregunta no tuvo que terminar de ser formulada para que Spike entendiera y sonrió pero sus ojos eran tristeza pura.

—Ya habías hecho demasiado— el rubio trató de acercarse pero antes que pudiera hacerlo Chad dio dos pasos atrás y su expresión se volvió de hierro, su cara tan seria e indiferente, la cara que a todos nos había sacado de problemas.

La cara del abogado que aparentaba ser apareció.

—Chad, por favor... — Spike tenía esa expresión de cachorrito herido en su cara pero Chad no tuvo reacción a las palabras del rubio, Spike simplemente suspiró mientras sus ojos se cristalizaban, pronto Diablo estuvo a su lado, y no pude evitar observar como Chad apretaba sus puños mientras observaba a Diablo abrazar a su hombre.