Marioneta

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Marioneta de una sociedad que publica abiertamente la mitad de cierta información y la otra se la inventa, de una cultura donde la tecnología en muchos casos sobrepasa la compañía real, de personas que escogen el dinero en lugar del amor, donde preferimos quedar bien delante de aquellos que solo piensan en cosas superficiales y menospreciamos a quienes ven el potencial y lo hermosa que puede ser el alma.

Marioneta de un amor que nos lleva a la deriva, que ofrece 2 minutos de paz y 23 horas con 58 minutos de angustia, de un hilo rojo que ha perdido totalmente el camino, que padece complejo de identidad y que ni él mismo sabe cómo encontrarse, marioneta de un Cupido que se ha enamorado y ninguna flecha a su verdadero amor ha alcanzado. Marioneta de un beso que sabe a querer, pero esconde intereses personales de su autor, de una luna de miel que se ha hostigado de la dulzura, de amores que perduran, pero que no son amores, sino que se resumen en conveniencia y/o circunstancias, de amores imposibles, que esconden el más grande amor, de amores permitidos que se han negado la oportunidad de ser, y de amores prohibidos donde se debe conformar con mirar a lo lejos ser feliz a quien quisieras verle feliz, pero contigo.

Marioneta de secretos que nunca pueden ni deben ver la luz, de verdades que se dijeron y fueron lanzadas al mar del olvido, de confesiones que nunca se dijeron y mueren en un corazón que a diario lanza monedas para adivinar que hubiese sucedido de haberlo dicho. De promesas que nunca se hicieron realidad y de triunfos que se lograron sin haberlo planeado.

Marioneta de aquel miedo que acecha cada paso que das, de aquella fuerza interior que te hizo poner de pie aun cuando te sentías perdido, de aquella frase motivadora dicha por la persona indicada, de aquella canción que te hizo vibrar el corazón como un motor y de la misma que te lo dejó roto en más de mil pedazos.

Marioneta de personas que dicen llamarse amigos, pero a tus espaldas te tratan peor que enemigo, de aquellos que en tu presencia te halagan y en tu ausencia te apuñalan, de desconocidos que te tratan mejor que familia y de familia que en ocasiones te vuelven un desconocidos.

Marioneta de una foto que se esfuerza en demostrar todo aquello que no eres, pero te has esforzado en alcanzar, de aquel complejo de autoestima que te impide mirar al espejo y enamorarte de ti mismo, de las dudas que quedaron dubitando, y de la seguridad que murió ignorando que nada es totalmente seguro.

Marioneta de un mensaje que esperas te sorprenda en las madrugadas pero ya ha sido enviado a otro destinarlo a plena luz del día, de una llamada que define todo tu estado de ánimo, ignorando que la verdadera felicidad solo te la puedes ofrecer tú mismo, de la sorpresa que nunca recibiste y de tantos obsequios que entregaste.

Marioneta de aquella última vez que jugaste bajo la lluvia, de la primera vez que valoraste el cariño de tu madre, de aquellas mañanas en las que no queremos despertar y de aquellas tardes que queremos que sean eternas, de aquella noche de Luna que te hace recordar la calidez de un beso, y de aquellas mismas noches que te hacen revivir constantemente la peor de las despedidas.

Marioneta de la tercera oportunidad que le diste a quien no lo merecía y aquel único perdón que le negaste a quien lo valía, marionetas de un amor que nos dejó heridas de por vida y de aquel corazón roto que dejamos con nuestra despedida, de las sorpresas que quisimos dar y nos terminaron sorprendiendo, de las preguntas sin respuesta y de tantas respuestas a una pregunta.

Somos marionetas de las circunstancias, de los errores, de las buenas y malas decisiones, de las verdades crueles y de las mentiras bonitas, de las dudas que nunca esclarecimos, de los límites y de lo incorregible, de los miedos que alimentamos y nunca vencimos, de aquel puñado de diamantes que nunca te dieron la felicidad y de aquellos besos en crisis que te convirtieron en inmortal, de aquellas historias que nos inventamos antes de dormir, pero que nunca se hicieron realidad, de aquellos momentos que vivimos, pero rogamos con mucha fe poderlos olvidar. 

Somos marionetas de lo hemos dicho y hemos callado, de lo que hemos sembrado y de aquello que sin duda no merecíamos.

Silvia Robles
20-septiembre-19

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⏰ Last updated: Nov 08, 2019 ⏰

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