Capitulo 21

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Fabio permaneció triste sin saber qué hacer, aunque de inmediato emprendió un viaje de camino para ir tras Aura, tomó una de las bicicletas que estaba parqueada fuera del paraíso de licuados y emprendió camino tras el vehículo, pero en ese momento Nico avanzó entre los arbustos y se lanzó sobre el cuerpo de Fabio intentando poseerlo.

Hizo un intento de penetrar por su cabeza, pero había algo duro, como una barrera que bloqueaba totalmente, Fabio al enterarse de lo que sucedía empezaba a perder el equilibrio en la bicicleta Nico hizo un segundo intento de entrar por la coronilla, y esta vez pudo tomar el control por un momento e hizo que el cuerpo avanzará hasta algunos arbustos, se estrelló contra ellos.

—suelta, que este cuerpo es mío—fijo Fabio

—no puedes apoderarte así nomás de mi cuerpo, es mío—decía Nico tirado por los arbustos

—El cuerpo de Nico empezó a saltar en el aire como títere y luego se arrojó entre las matas de maíz

—solo acéptalo de una vez, tú no tienes cuerpo, devuélvemelo—dijo Nico

—suéltalo de una vez te lo advierto—dijo Fabio

—¿te lo advierto que? —dijo Nico tratando de poseer el cuerpo

El cuerpo rodó en el suelo de izquierda a derecha, y se golpeó la cara en una roca, parecía que el cuerpo de Nico tenía un ataque de epilepsia

—vas a dañar mi cuerpo zopenco—dijo Nico

—Es culpa tuya

—Mia, ¿Por qué? —dijo Nico

Fabio tenia mayor ventaja y estaba tomando casi por completo el cuerpo nuevamente, el cuerpo no se movía pues lo halaban para distintos lugares, de pronto se agarró de un árbol, inmediatamente Nico pudo tomar el control y expulsó como de una patada a Fabio del cuerpo, cayó sentado a varios metros de el

Nico intento reponerse en su cuerpo para huir, estaba cansado, pero actuaba demasiado lento, Fabio ya lo había metía su mano de fantasma en el torso de Nico y tomó el fantasma de Nico, lo halaba como un trapo sucio desde dentro del cuerpo.

Al final pudo sacarlo y cayeron juntos en el suelo, el cuerpo de Nico cayó como dormido en el lodo.

Fabio intentaba correr hacia el cuerpo, pero Nico lo agarraba de su brazo fantasmal

—suéltame, acepta que eras un fantasma—dijo Fabio

—Acéptalo tú—dijo Nico forcejeándolo

—nadie te recordará cuando el cuerpo sea solo mío, olvídate de vivir—dijo el

—ni hablar, ese cuerpo es mío, he vivido con él dieciséis años, no dejaré que así fácilmente te lo lleves

Un rayo de corriente que salió de la mano de Fabio y empujó a Nico en el aire, salió directo a golpearse a un robusto árbol.

Nico corrió hasta Fabio antes de que pudiera regresar al cuerpo, Fabio se giró y se concentró, unas energías de rayos azules salieron de él y sostuvieron a Nico en el aire por un momento.

—Suéltame—dijo Nico

En realidad, después de un instante Nico se dio cuenta que esos rayos no salían exactamente del cuerpo de Fabio, era, al contrario, salían de Nico, Fabio le estaba absorbiendo sus energías y empezaba a sentirse muy débil.

—Déjame—dijo Nico apenas pidiéndose mover.

Nico cayó al suelo

—Se lo que quieres—dijo Nico apenas pidiendo levantar su rostro.

Fabio, se quedó escuchando.

—Sé que has venido por ella—lo miró con su vista cansada, una lagrima salió de los ojos de Fabio.

—Yo puedo ayudarte a conseguir lo que quieras, pero solo debes devolverme el cuerpo.

Los ojos de Fabio giraron en el suelo, buscando una respuesta.

—Lo prometo—dijo Nico con una voz suave

· * *

Alex el hermano de Diego, tenía dificultades para poder desarrollar bien su noche en el restaurante. Alex trataba de servir amablemente la pizza a unos clientes, pero estaba tan nervioso, sobre todo cuando se dio cuenta que el jefe estaba cerca y lo observaba en cada movimiento que hacía, Alex por accidente tiró un vaso que llevaba en el carrito, el hielo que contenía salió disparado por la mesa de unos clientes.

—Perdón, dijo limpiando rápidamente la mesa. Luego vio de reojo para ver si aún el jefe lo miraba. Y de echo ahí seguía.

Una vez Alex sirvió la pizza que llevaba, caminó de nuevo a la cocina, pero tuvo que cambiar rápidamente el rumbo de su mirada y la dirección en que caminaba cuando vio que el jefe rodeaba unas mesas cercanas intentado dirigirse a él. Alex había notado hace ratos que el jefe quería decirle algo, pero no iba a permitir que descubriera la mentira de su hermano.

El chico inmediatamente camino hasta otra mesa que estaba tras él.

Dos señoras que platicaban en la mesa, una de cabello corto y lentes gruesos y la otra que tenía unos grandes aretes, detuvieron su charla y miraron al chico.

—Disculpen—¿qué era lo que necesitaban? —dijo poniéndose cada vez más nervioso al sentir que el jefe se acercaba caminando a sus espaldas.

—¿Nosotras? —dijeron ellas, se miraron unas a la otra, e hicieron un ademan de no saber nada con sus bocas.

—Nosotras nada—dijo la de cabello corto

—Ah perdone usted, recuerdo que había solicitado algo más—dijo mirando de reojo pasar el jefe por sus espaldas observándolo de pie a cabeza.

—No para nada—dijo ella—aunque ya que estas aquí jovencito—dijo, quisiera que me dieras la cuenta de una vez, ya es muy noche, mi nieto no se quiere ir, y no se va a ir si no lo obligo—

—De acuerdo, ahora mismo se la traigo dijo.

El chico observó al jefe parado en el fondo de la sala, y se fijó como llamaba a otra de las chicas que trabajaban ahí, y hablaba con ella agachándose en su oído para que pudiera escucharlo.

—Cuenta—dijo Alex un poco nervioso a la chica de caja—caminó por la cocina para esconderse cerca de los baños.

—¿De qué mesa? —dijo la chica molesta al ver que iba de paso y no le brindaban más información.

—De la mesa donde están esas señoras—dijo el chico señalando.

—La chica lo observó la mesa, y luego dirigió la cara extrañada a Alex que caminaba hasta el fondo, la chica molesta negó con su cabeza.

Me convertí en fantasmaWhere stories live. Discover now