XIX

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Lanzaba sus libros, sacudía libreta por libreta, rebuscaba entre los bolsillos de la mochila, sudadera y pantalones.

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Nada

—No puede ser.—Susurro con miedo, tirándose a su cama y frotarse la cara de una manera exagerada tratando de hacer memoria o en donde pudo haber caído su ultrasonido.

Así es, Ray había perdido el ultrasonido de su embarazo y no tenia la menor idea de donde podría estar. Durante los próximos días desde lo ocurrido con Dominic y Chris trataba de actuar de lo mas natural ante los ojos de todos— O al menos a los de Norman y de los que no sabían de su embarazo— ya que la náuseas, mareos y vómitos habían regresado y tenía que ser muy discreto con eso.

Jamas había sido descuidado en lo que constará de su embarazo ya que eso se podría considerar Top Secret de la nación y sin exagerar lo decía, pero esto era el colmo, ya llamo a Gillian y Anna para saber sino se había quedo con aquella imagen de su bebé, pero para su rotunda desgracia le habían contestado un sonoro "No". Había hecho y deshecho el departamento por más de cinco veces ya que si se le había caído ahí temía a que Norman le encontrará, aún que ya tenía un buen pretexto para eso pero teme a que los nervios sean mas grandes y termine diciendo todo. Pero nada. No había rastro alguno de aquella imagen y eso hacia que el miedo le invadiera mas, temiendo a que este se le haya caído en la escuela o quizás en la calle, temiendo mas que haya sido en la escuela ya que ¡¿Quien demonios lleva el ultrasonido de su hijo a la escuela?! Ah si verdad, él.

Se mueve de un lado a otro de su cama, pensando y pensando en las probabilidades en donde podría estar aquello, quedándose quieto al escuchar que la puerta principal es abierta, procediendo a comodar las cosas del mueble que tenia por el piso y volverse a tirar a la cama.

Norman entra a la habitación, encontrándose a Ray con su típica cara de "no molestes", leyendo uno de sus volúmenes del Arte del fuego.

—Hola amor.

Ray se sonroja, ya que no se ha acostumbrado al cien a aquellos apodos cariñosos, pensando que así parecían una pareja de recién casados, así que oculta su cara en el libro y trata de sonar de lo mas calmado posible.

—Ho-Hola.—Ok. No le salio.

Norman remueve el libro del rostro de su pareja, apreciando ese bonito sonrojo que adorna las mejillas del azabache, dejando un beso en este que sube un poco de tono, sin pasar a lo morboso o mas haya de eso, Separándose no sin antes dejar otro corto beso.

—Tardaste mas que siempre.—Dice Ray, teniendo sus manos en los hombros del albino.

—Ser el presidente del consejo no es fácil. —Suena altanero.

Ray le da una pequeña cachetada y se levanta, guardando el libro en la estantería que esta su colección. Norman llega por detrás, abrazándolo y aspirar el aroma de Ray, de su Ray, este siente un ligero
escalofrío al sentir la respiración de su pareja tan cerca, pero no le molesta. No se da cuenta cuando Norman ya lo ha girado, mirando exactamente a su vientre, lo que hace que Ray se ponga a gritar en sus adentros por el pánico.

—Estas mas obeso.

—¡Cla-Claro que no!

—Mira.

El albino intenta subirle la sudadera que lleva puesta encima el azabache, pero este le retiene antes de que viera su abultado vientre.

—¡No hagas eso!—Se sonrojo, volteando y ponerse a mover cosas de un lado a otro nervioso.

—Bueno, bueno.—Ríe.— por cierto cambiate, iremos a comer algo fuera.

—Me iré así.

—Ray, hoy es un día especial.

¿Un día especial? Ray ha alzado una ceja y se ha quedo en un tramo astral pensando el porque era un día especial. Sigue en un estado de proceso de información hasta que escucha a Norman suspirar.

—¿Dos meses?

Se cubre la boca con sus manos. Lo había olvidado por completo, ese día cumplía dos meses de relación Norman. Se quiere golpear contra la pared por haber olvidado eso, es decir, es poco tiempo pero para ambos esos meses eran oro puro.

¿Aun puede hacer la suicidacion?

Norman nota el debate mental de su novio y de como pudo haber olvidado su aniversario de dos meses.

—¡Lo siento! De verdad lo olvide por completo. —Se siente avergonzado. En serio tan mal novio era.

—No te disculpes.—Abraza a Ray, haciendo que este se relaje y que sus músculos dejen de ser rígidos para ceder ante el tacto.—Tu igual has estado presionado.

—Lo se, pero aun así.

—Deja eso a un lado y cambiate.—Lo besa, para que este deje de poner mas "pero" o entre en un estado de culpa.—Te amo, así fe distraído y obeso.

—¡Te dije que no estoy obeso!

—Si tu lo dices.—Lo vuelve a besar, saliendo de la habitación e ir a tomar algo de la cocina.

Ray se ha quedado solo, parado justo frente al espejo y mirando su aspecto. Se alza la sudadera y se mira de perfil, notando como su vientre de dos meses ya es mas visible, quizás más de lo normal, por lo cual muchas preguntas llegan. En su próxima sesión se aseguraría de preguntarle a Zack sobre el motivo. Si su vientre seguía creciendo de esa manera, calcula que para los tres ya sera mucho mas difícil de esconderlo, ya que Norman no es tonto y ha notado el constante crecimiento de su vientre lo cual le preocupa tanto como su ultrasonido perdido.

Llega a la conclusión de dos cosas, la primera es que no tiene aunque se algo pequeño para regalarle a Norman por su aniversario, y la segunda es que ya tiene que decirle a Norman respecto a su embarazo. Pero tan solo en pensar por una fracción de segundo que lo puede mandar a la goma le hace retroceder y no decir nada, pero tiene que, ya que si no lo hace el lo hará Gillian ya que esta bien advertido y en cualquiera momento esa rubia va a decir algo. Así que se arma de valor, sacándolo de donde puede y va por una muda de ropa para cambiarse, vistiéndose con unos pantalones negros que no le apretaban tanto, una playera de manga larga blanca que dejaba descubierto hasta la clavícula y unos tenis negros de agujeta blanca, se ve raro pero tiene que ocultar a ese bebé, o al menos hasta el final del día, ya que lo ha decidido después de su viaje astral.

Para el final del día, de una vez por todas le dirá a Norman que esta embarazado y que ese bebé va a llevar el apellido Madison—En caso de que lo dejen sin el "Ratri" y tengan que ocupar el apellido de soltera de su suegra—.

Abre la puerta de la habitación, para por fin dar ese paso tan importante en su vida y quiere creer que Norman no lo va a rechazar por su bebé de una manera horrible, ya que lo conoce y en ese poquito tiempo le ha demostrado cuanto lo ama.

Y que va, tiene miedo, mucho miedo.


Antes de salir regresa a su armario, abriendo los cajones de abajo para sacar del fondo de uno la prueba en la que decía "Positivo" de su embarazo. Era pequeña por lo cual la podría esconder en la sudadera que agarraría de su mismo armario.

Era demasiado rápido como ocurrieron las cosas, dios llevaban recién dos meses eso era tan poco pero llevan años conociéndose y con la tensión de querer estar juntos que solo hace poco rompieron.

No tendría porqué haber una diferencia hasta ahora.

Te Amo Ray [TPN. BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora