De hierro y porcelana te encontré;
resultaste ser más de miel,
y de nubes. Contra lo práctico
de lo común lucho cada día
y golpeo mis ideas
contra las puertas de tu alma;
esperando que abras
para introducirte mis
coloridos deseos.
Detrás de tus ojos corren
mis instintos para ser
su único reflejo. Quiero que
me purgue hasta los huesos
el sincero café de tu mirada.
Mi alma, siempre de caballero,
te ofrece todo. De desesperada
la tacharon tus olores;
mas sigue sin bacilar
buscándote entre letras, en canciones;
hasta en el cielo. Solo para decirte que
seguirá siendo caballero; y
desesperado; hasta el
momento en que sean suyos
tus olores y tus costumbres.
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Desde La Luna
PoesíaUn poemario en el que encontrar un pedacito de impotencia con muchos sentimientos encontrados.
