Capítulo Seis

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Quince años después

Valery era exacta a su padre Harry, a excepción de sus ojos azules que eran iguales a los de Louis, aunque en Londres nadie le sacó ese parecido pues el rizado jamás lo nombró.

Valery era exacta a su padre Harry, a excepción de sus ojos azules que eran iguales a los de Louis, aunque en Londres nadie le sacó ese parecido pues el rizado jamás lo nombró

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La adolescente era una buena estudiante y una hija ejemplar y Harry estaba muy orgulloso de ella.

Ella siempre fue feliz, a pesar de que había una cosa que la chica nunca dejó de preguntarle a su padre y eso era sobre su otro progenitor, del cual no sabía nada, al igual que de sus abuelos.

Aunque esa curiosidad finalmente fue saciada a medias pues una terrible y repentina noticia, hizo que Harry no tuviese más remedio que regresar a su país.

Un accidente de coche se cobró las vidas de sus padres, por lo que tanto el ojiverde como su hija Valery, dejaron su vida en Londres y viajaron a Los Ángeles.

-¿Papá?
-¿Si?... dime hija
-Cuéntame más sobre papá y los abuelos...¿Cómo es él y cómo eran ellos?

El ojiverde frunció el ceño y se removió en su asiento.

-Cariño...ya te contado lo que necesitas saber...además pronto volveremos a Inglaterra... ¿para qué pensar más en ello?

-Por favor, papá...tan solo se de él que tiene mis mismos ojos y que fue muy breve vuestro romance-suplicó la adolescente haciendo un puchero.

-¿Sabes?...tienes otra cosa que es igualita a él

-Ah si ...¿cuál?-habló entusiasmada.

Harry entonces la miró molesto.

-Los dos sois igual de manipuladores.

La chica rió y se abrazó al brazo de su padre.

-Sé que no lo dices en serio papá...tan solo estás evitando hablar de ello...venga papi, dime... ¿cómo se llama?... ¿cómo os conocisteis?...por favor.... por favor... por favor- insistió fervientemente.

El rizado resopló resignado.

-Está bien, te diré algo más ....no quiero que nos regañe la azafata.

-Bien papi, gracias.

Harry se tomó unos segundos para seleccionar en su mente que contar y que no a su hija sobre Louis pues no quería que ésta lo buscara nada más llegar poner un pie en la calle de la casa de sus abuelos.

-Emm...bueno pues...emm nos conocimos en el colegio y cuando eramos adolescentes, una noche, en una fiesta bueno bebimos y...bueno pasó.

-¿Iba a tu colegio?...o vaya papá...y como se llama...dime su nombre.

El ojiverde tragó duro.

-Su nombre es Lo...William.
-¿Lo-William?...que nombre más raro-Valery frunció el ceño extrañada.

-No...es solo William...emm...solo William... si, eso- asintió nervioso Harry pues había mentido diciendo el segundo y casi desconocido nombre del ojiazul.

-Así que se llama William y era de tu colegio...bien...¿qué más papi?.

-No sé que más contarte...re-recuerda que apenas lo conocí-mintió de nuevo el rizado.

-Bueno, no sé...¿te decía cosas bonitas?...¿Te trató bien el tiempo que estuvisteis juntos?...¿Cómo fue hacer el amor con él?.

-Val...tú eres aún muy joven para saber eso-le susurró su padre tapándole la boca.

La chica rió zafandose de la mano de su padre.

-Papá, tengo la misma edad que tú cuando me concebiste...¿Acaso no lo recuerdas?.

El ojiverde chasqueó la lengua.

-Si bueno, ya sé...pero eran otros tiempos y además mira a lo que me llevó.

La chica asintió entristecida.

-Si ...ya...lo sé...bueno de todas formas no debes guardar rencor a los abuelos por alejarte...ellos tenían una manera de pensar muy equivocada pero seguro que estaban muy tristes por haberlo hecho.

Harry asintió aunque no muy convencido pues el sabía de sobra que sus padres no se arrepintieron nunca de mandarlo a Inglaterra, ya que su madre y su padre le habían dicho claramente, que haberse quedado en estado a su edad y soltero, había sido una deshonra y una vergüenza para la familia.

-¿Y los abuelos papi?...¿Qué harás con sus cuerpos?.

El ojiverde enmudeció por unos segundos.

-Supongo que serán enterrados en el panteón familiar...creo que de eso sabrá más el administrador que yo.

-¿Y sus cosas?...¿crees qué todo lo que tenían te lo hayan dejado?.

Harry se encogió de hombros.

-No me preocupa...Además tengo dos manos y salud para seguir trabajando...en realidad no necesito nada más.

-Pero eres su hijo...¿a quién más se lo iban a dejar?-Valery estaba indignada pues creía fervientemente que sus abuelos debían compensar a su padre, por todo el daño que le habían causado durante años, al alejarlo de su lado y de todo lo que conocía.

-No sé hija...la verdad no sé si todavía conservan la casa y las empresas...la verdad es que no he pensado mucho en eso.

Un silencio se hizo entre padre e hija hasta que minutos después esta volvió a formular otra pregunta.

-¿Papá?

-Que

-Si finalmente todo eso es tuyo...¿Podrías plantearte el que nos quedásemos a vivir en los Ángeles?

El rizado miró preocupado a su hija y luego suspiró profundamente.

-No lo sé hija...no lo sé.

-Decidas lo que decidas papá...yo siempre te apoyaré.

-Gracias cariño, muchas gracias.

-Gracias cariño, muchas gracias

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......

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22. Tengo una hija con mi enemigo - Larry Stylinson. TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora