Decisión

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Bueno esta es una pequeña historia que me ocurrió.

Esta situada después de Frozen II, entonces están advertidos.

Como siempre los personajes no me pertenecen, yo solo los ocupo sin fines de lucro.

Capítulo Único. Decisión.

Las cartas de Anna le alegraban el alma, cada vez que el espíritu del viento le llevaba una. Aunque claro, que las palabras dulces de su hermana le hacían esbozar una sonrisa, también hacían que se recapacitara si fue correcta su decisión de alejarse de ella.

Aunque sus debates mentales siempre acababan de la misma manera.

"Es imposible que ella sienta el mismo amor que yo le profeso"

Aquel mantra se repetía una y otra vez en su cabeza, queriendo creer sus propias palabras.

Se repetía hasta el cansancio que había perdido aquella batalla sin siquiera haber luchado, Kristoff había ganado y ella perdido, no había mas que eso.

Las cartas al comienzo eran frecuentes, mas de una al día era recibida, y mas de una era enviada. Pero con el pasar de lo días, las cartas fueron siendo cada vez menos, una al día... dos a la semana... una cada quince días... una cada luna nueva...

Elsa se debatía si ir a verla, sabia ella habia tomado la decisión de quedarse en el bosque encantado, pero hacia ya varios meses que ni una sola carta llegaba al bosque.

Se encontraba en la cueva en la que habia tomado la mayor decisión de su vida, cuando las estatuas de nieve fueron tomando la forma de su hermana, y estas desaparecieron en un estallido convirtiéndose en copos de nieve que fueron llevados por el viento,  como si nunca hubieran estado ahí.

Corriendo salió de la cueva, llamo al espíritu del agua, y cabalgo sin detenerse hasta llegar a Arendelle.

Ni siquiera necesito dar un paso cuando noto que una extraña tristeza cubría al reino.

Su corazón comenzó a latir descontrolado contra su pecho, mientras subía las escaleras que llevaban al interior del castillo.

Como lo había imaginado, algo no estaba bien, cuando vio a Kristoff y a Kai discutiendo acaloradamente, por los gritos de ambos, poco podía entender, pero con ver como en los rostros de ambos se marcaba la tristeza, y el enojo fue suficiente para saber que aquello no era nada bueno.

- ¿Que sucede?. - Elsa hizo sonar su voz alta y clara, llamando la atención de ambos.

Y aunque ambos la vieron al momento en el que hizo sonar su voz, poco podía decir de ser por completo bienvenida. Pues aunque Kristoff la veía con una felicidad casi extasiada, no podía decir lo mismo de aquel hombre que la había visto crecer.

- Gracias a los espíritus que viniste. - Kristoff se acerco presuroso a ella, incluso sin querer hacerlo, vio como el rubio había envejecido prematuramente en un par de meses, las ojeras debajo de sus ojos, su cabello había perdido su brillo viéndose opaco. - Tu podrás hacer cambiar de opinión.

Incluso sin saber aun en realidad nada, su corazon se estrujo de dolor, como si este se prepara para el mayor golpe que jamás haya sentido.

El rubio la tomo del brazo, pues ansiaba que la hermana de la ahora reina la hiciera entrar en razón. Pero antes de que pudieran avanzar, Kai se interpuso en su camino.

- Su majestad, le imploro, no lo haga. - El tono del mayordomo era una autentica suplica, como si estuviera a punto de llorar.

Pero aquello solo la hizo avanzar, sin tener en consideración aquella suplica del hombre.

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