6.- Susurros

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Eso que hacía era una perra costumbre que había tomado.

Tener una copa con Vodka casi llena en la mano izquierda mientras en la mano derecha sostenía un cigarro encendido.
Sus labios estaban pintados con un labial rojo que combinaban con el vestido negro y las zapatillas plateadas que portaba.

Sentado en el sillón miraba al Alfa que sonreía.

-Fumar es malo- dijo este.

-El amor también lo es- contestó.

Claro ejemplo era la relación de su esposo y el.

-No luces triste para alguien que soporta un infierno con su pareja- el hombre de traje negro se sentó a su lado.

Viktor bebió de su copa, solo dejando un poco de alcohol en ella.

Su acompañante le acarició la pierna. El arqueo la ceja esperando que este dijera algo pero no lo hizo.

-Y tú no luces mal para ser alguien que esta loco- sonrió y dejo la copa en la mesita donde descansaba la botella de la bebida.

Llevo el cigarro a su labios ante la mirada del hombre de traje, cuando retuvo el humo lo dejo escapar en la cara de este para después depositar un beso en los labios.

El hombre hizo una mueca.

Odio el olor a cigarro.

Pero odia más que Viktor sea el que fume.

-¿Te a molestado eso?- pregunta con una sonrisa burlona.

-Sabes que odio el olor a cigarrillo- responde.

-Vamos Katsuki-lo llama por su apellido-, siempre haz dicho que te dé la bienvenida vestido así con un cigarrillo y si no lo hago me golpeas hasta que te obedezca.

Se apartó de el.

Suelta un suspiro y Viktor creé que por esa noche no harán nada, mentiría si dijera que no se sentía feliz.

No tendría que ocultar los golpes con maquillaje ni tendría que dar escusas tontas por todas las cicatrices que tiene en el cuerpo.

Deja el cigarro en el cenicero, se levanta del sillón. Está dispuesto a irse a dormir tranquilo pero Yuuri no piensa lo mismo, lo toma de la mano y lo jala con fuerza para que se siente en sus piernas.

Lo besa salvajemente mientras una de sus manos ingresa por debajo del vestido para comenzar a acariciar la braga blanca del peliplateado.

-Sabes que me gusta que utilices ropa interior roja, no blanca- dijo cuando se habían separado del beso.

Viktor estaba sonrojado.

-Lo siento- susurró.

-Eres un mal chico, debo castigarte- introduce su mano por debajo de la braga para comenzar a masturbar el miembro de su Omega.

Viktor deja escapar gemidos, se siente bien a pesar de que su Alfa lo este haciendo de una manera ruda y salvaje.

De un momento a otro siente un fuerte dolor en una de sus piernas, ve como Yuuri pasa una pequeña navaja en sus muslos haciendo cortes algo profundos de los cuales sale sangre.

-Ah Y- Yu Yuuri- Viktor se curvea por el dolor que siente.

Tiene la necesidad de salir corriendo y encerrarse en su habitación para no salir, siente placer por el dolor pero una parte de el ya no quiere sentirlo.

Es su cordura.

Yuuri por su parte disfruta de los gritos de dolor, los jadeos y las lágrimas de Viktor, después de todo las acciones de su Omega son su mejor droga.

El alfa no recuerda con exactitud cuando fue a comenzó a sentir placer por hacerle daño a su pareja, pero esa era su mejor manera para satisfacerse y lo mejor era que Viktor no se oponía.

Todo había iniciado con un beso, comenzó a morder los labios de este y por suerte a ambos les gustó, desde ese momento no pararon.
Por supuesto a lastimado demasiado el cuerpo de Viktor pero al día siguiente lo cura y lo protege después de todo es su masoquista y su pareja.

¿Porque querría terminar con todo eso?.

Amaba causarle daño, amaba ver la sangre del ruso.

Y para Viktor Yuuri podía seguir lastimando lo hasta que el reaccionará por completo.

-Veo que ya te veniste- la mano del alfa está llena del semen del Omega.

Viktor jadeo de manera pausada, necesita aire además del horrible dolor que siente. Pero su Alfa no lo dejara tratarse por ahora, tendrán sexo salvaje hasta que ya estén agotados por lo que sus heridas serán tratadas al día siguiente.

Yuuri acomoda a Viktor para que pueda embestirlo salvajemente, Viktor quiere decirle que se detenga pero no puede articular ninguna palabra.
De un momento a otro siente el miembro de japonés dentro de el, dejo escapar un quejido de dolor. Lo metió demasiado fuerte, la saliva sale de su boca y es en ese momento que Yuuri aprovecha para meter dos dedos en la boca del Omega.

-Estas demasiado estrecho a pesar de que no sea tu primera vez- dice Yuuri al comentó de sacar sus dedos y tomar con fuerza la cadera de Viktor.

Sus embestidas son cada vez más fuertes y sus dedos están enterados en la piel de Viktor, que a pesar de que lleve el vestido siente dolor.

-Ya no más- susurra demasiado bajo el Omega.

Su pedido no es escuchado por el Alfa.

Lágrimas caen de sus preciosos ojos azules.

Ya no quiere, ya no quiere romperse más.

Deja escapar un gemido bastante erótico sin querer.

-Eres todo una puta Viktor- esas palabras le duelen.

Pero Yuuri creé que esas palabras harán que Viktor se sienta mejor y lo disfrute aún más.

-Para, ya no más- vuelve a pedir como puede el Omega pero su voz es demasiado baja.

Su lado Omega no le permite oponerse a eso.

Se ve hermoso sufriendo.

∆∆∆

-¿Ah?-Yuri se quedó mirando a Otabek el cual ya se encontraba en la cama.

-Dije que cierta chica de ojos azules vendrá unos días y como buen amigo que soy. Le dije que puede quedarse en la casa- responde el Kazajo viendo como su esposo procesa la información.

Yuri se queda pensativo, ¿Cuántas chicas de ojos azules conoce?, Bueno conoce varias si es honesto consigo mismo.

-Ni idea de quién se traté- se quitó el saco para ponerlo en un sillón cercano.

Otabek soltó un suspiro.

-¿Quien a estado enamorada de Viktor desde que cumplió los doce años?- preguntó dando la pista clave para que adivinará.

-Mm- llevó su mano a su mentón pensativo.

Conocía a pocas chicas, y más si fueran Alfas que se interesarían en un Omega hermoso como lo era su hermano.

El recuerdo de unos ojos azules y una voz fastidiosa lo golpeó.

-¿ESA VIEJA BRUJA VENDRÁ?- se acercó rápidamente a su Omega que asentía.

-Si, Mila vendrá unos días- respondió.

Yuri hizo una mueca comenzando a maldecir de su suerte, el y Mila no se llevaban muy bien que sigamos. Era como perros y gatos y por obviedad Mila era un perro mientras el era un gato.

Otabek en sus adentros pedía que la llegada de Mila cambiará un poco las tensiones que habían, que hiciera que Viktor abriera los ojos porque no quería decirle a Yuri lo que su hermanito estaba sufriendo a manos de su mejor amigo.





Nota: El próximo habrá una sorpresa bastante grande, así que espero que estén listos. Porque el capítulo lo subiré dentro de una semana y media.

Comenten que les pareció y perdonen los horribles errores.

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