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Jeno.


Eran raras la veces donde veía a mi padre enojado, lo escuchaba hablar con mamá mientras movía mucho sus manos y aguantaba las ganas de llorar; Eso pasaba cuando regresaba de la tierra de los vivos.

Yo sabia que espiar estaba mal, pero era inevitable no hacerlo.

Mi abuela solía contarme historias sobre nuestra raza, decía que como ángeles y seres de luz debíamos evitar cualquier aspecto negativo en nuestra vida, como lo era espiar, lo que yo en ese momento hacia. Mis manos pasaron a mis muslos mientras en silencio escuchaba la voz de mi padre quejarse por lo horrible que eran los humanos, y lo cansado que estaba de cometer errores.

Yo lo comprendía, debía ser difícil cuidar a un humano.

Existían leyendas donde decían que nosotros eramos humanos con alas, por eso podemos sentir odio, tristeza, dolor, agonía, y todo aquello que no es bueno para nuestra estabilidad, pero aun así teníamos dones especiales con los cuales debíamos cuidar a nuestros asignados, el supremo, como lo llamaba mi madre, le decía a mi padre lo que debía hacer en la tierra, su misión y el sacrificio que debía hacer, él cual era alejarse de nosotros. Yo amaba que papá estuviera en casa, su voz era una mezcla de buenos momentos y felicidad, pero cuando él se sentaba a beber café con mamá yo ni quiera podía terminar de bajar las escaleras, siempre estaban conversando sobre lo tercos que eran los humanos, y la cantidad de gente que murió bajo el cuidado de mi padre.

Ser líder era difícil, mi madre me decía que era mejor ser devoto y estar al lado del líder, ser un buen compañero. Sabia que las personas que no lograban encontrar a una pareja a la edad de ser un líder sufrían más, por eso siempre estuve esperando a alguna linda niña con la cual pudiera casarme a los pies del supremo.

—Cada vez son más necios, ellos simplemente hacen lo que les antoja, y entre más peligroso sea mucho mas rápido lo hacen — Explicó mi padre con molestia, escuche el jugueteo de sus dedos contra la mesa de madera.

—Eso esta tan mal... Siento que ahora el mundo esta en las manos de ellos — Opinó mi madre con obvia preocupación.

— Esas criaturas tan desagradable... ¡Siempre están por todos lados! Mientras yo trato de no perder el control, ellos están en la barra bebiendo vasos y vasos de alcohol, incitando a la gente a hacer la misma cosa. Es tan desagradable, aunque yo este en una esquina puedo olerlos, sucios y asquerosos.

Ellos, como los llamaban mis padres, eran aquellos seres de la oscuridad que causaban un mal permanente a todo lo que los rodeaba, yo tenia en claro que aquellas criaturas jamás se llevaron bien con nosotros, no tenían permitido entrar a nuestro mundo y nosotros no queríamos entrar al suyo, la abuela decía que ellos vivían muy lejos, bajo tierra como las serpientes, y aunque era fácil encontrar la entrada lo mejor era ni siquiera buscarla, por qué nadie en su sano juicio le gustaría estar junto a ellos. Incluso, en la escuela, me enseñaron a no ser creyente de ellos, la oscuridad nunca fue parte de muestre mundo, ni siquiera en las noches ya que las estrellas iluminaban nuestro cielo con gran pudor, pero aquello no se me había quedado en la cabeza, puesto que escuchar las constantes quejas de mi padre por esos demonios me daban la consciencia para saber sobre su existencia. 

—El mundo este acabado...

—El consejo debería reunirse para hacer algo, el mundo no es un lugar seguro ahora... La nueva generación no podrá con eso — Habló mi madre, su voz dulce y aguda me hacían entender que estaba alterada.

Suspire y me levante de las escaleras, listo para irme a dormir. Si el consejo se metía en la vida de los humanos significaba que las cosas en la tierra estaban más que arruinadas, lo que significaba que ahora los nuevos lideres tendrían que bajar antes de tiempo. Aquello me asustaba, más por que yo no sabia si era un líder o un compañero. Según mi madre yo, por mis rasgos y alma noble, seria un líder, pero el consejo no se acercaba a mi para darme una asignación y mi mayoría de edad estaba por cumplirse.

Paraíso. ⇁ nominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora