Cuando Jimin conoció a Ric hace unos ocho años, pensó que el hombre mayor era solo un tipo rico y con muy poco que hacer. Se conocieron en el Hospital Grady Memorial, donde Jimin era un paciente. Ric estaba allí visitando a su tío enfermo terminal. Se encontraron en la cafetería unas cuantas veces; después de todo, Jimin fue muy bueno en conseguir que las enfermeras lo dejaran escapar para tomar un café. Tuvo que usar su silla de ruedas, pero como no había nada malo en sus manos, lo permitieron. Nunca les dijo que los puntos en el estómago tiraban mucho mientras se dirigía a la tierra prometida.
No estaba seguro de cuándo notó por primera vez al hombre con el pelo corto que empezaba a ponerse plateado en las sienes, que siempre parecía que necesitaba compañía más que nada. Era algo sobre la ropa del hombre, su reloj Tag Heuer y su teléfono celular de primera que mantenía a raya a Jimin. Después de todo, él era solo un tipo pobre que se había ido a la mierda y terminó en el lado equivocado de un cuchillo en una desagradable pelea en el bar.
Los pensamientos le revolvieron el estómago. El tercer atardecer de preocupación, cuando él y Ric se cruzaron en la cafetería, ya no estaba prestando atención al hombre mayor. En cambio, fue Ric quien se acercó a su mesa y le preguntó si podía sentarse.
El resto fue historia, más o menos. Lenta pero seguramente comenzaron a hablar. Tenían muchos intereses comunes, y Ric-Cedric Darrell, un hombre de cuarenta años que había heredado una pequeña fortuna y unas pocas propiedades inmobiliarias increíbles en Atlanta, como más tarde lo supo Jimin, nunca trató a Jimin como el obvio chico pobre con muy poca educación. Esa fue la mayor ventaja que decidió las cosas a favor de Ric, cuando le preguntó a Jimin al final de la estadía en el hospital.
El tío de Ric vivió tres semanas más, y fue Jimin quien acompañó a Ric al funeral. Nadie lo miró raro; a nadie le pareció extraño que él estuviera allí, a pesar de que claramente era al menos quince años más joven que Ric. En realidad, eran dieciséis años, y Jimin se preguntaba cómo podría llegar a medir a alguien como Ric, suave y con modales y estilo impecables.
Poco a poco, Ric lo hizo mudarse de su apartamento de mierda en Little Five Points y entrar en el enorme apartamento que tenía a lo largo de Peachtree Road en Buckhead, donde vivía la gente rica. Desde el principio, Jimin intentó descubrir cómo devolverle todo lo que Ric estaba haciendo por él. El hombre mayor no quería escucharlo.
Durante el mes más o menos que tardó Jimin en recuperarse de todas sus heridas, trataron de averiguar qué hacer con la creciente ansiedad de Jimin por usar a Ric. Claro, Jimin tenía su trabajo como cantinero en un bar del centro, pero no era suficiente para pagar las facturas, especialmente después de la pelea que tuvo en otro bar. Cuando se fue a trabajar después de la pelea y su estadía en el hospital, su jefe afirmó claramente que, si alguna vez peleaba en el trabajo, sería despedido en el acto. No era algo que le gustaba hacer, servir de bar tender, pero era un trabajo que había conseguido fácilmente, y sin mucha educación, tenía que agarrar lo que podía.
Finalmente, Ric tuvo una idea: Jimin debería obtener su GED* y salir de allí. Ric se aseguraría de que Jimin tuviera un techo sobre la cabeza, comida en la mesa, y eventualmente, cuando Jimin terminara la carrera - cualquiera que eligiera estudiar y por el tiempo que llevara- y tuviera un trabajo, podría comenzar a devolverle a Ric si el Insistía. (*Es un equivalente del diploma de preparatoria (high school) para personas que abandonaron los estudios.)
Tomó otra semana de reflexionar antes de que Jimin lo aceptara. Iba en contra de sus instintos, que insistía en que debería arreglárselas solo. Afortunadamente, su cerebro logró convencerlo de que era un buen negocio, un trato único en la vida.
Un año después, cuando Jimin tenía su GED y una visión completamente nueva del mundo del estudio, Ric lo sorprendió con unas vacaciones de celebración en el extranjero. Volaron en primera clase a través de una gran cantidad de agua salada a un país que Jimin difícilmente podía ubicar en el mapa. Era pleno invierno en Finlandia, y cuando finalmente llegaron a su destino. tres viajes en aviones cada vez más pequeños y una hora más tarde en automóvil, Jimin estaba medio muerto de agotamiento y nunca había tenido tanto frío en su vida.
