Cap 1

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Todo comienza desde que era muy pequeña.

Siete años antes: 

Mi nombre es Zoey, tengo 8 años, todavía voy a la escuela, no es que me guste mucho, pero es interesante, siempre, después de ir a la escuela, voy a jugar con un amigo, nos conocemos hace muy poco, él se mudó al lado de mi casa hace un poco más de un mes, desde que nos presentaron nos hemos vuelto muy amigos, él se llama Nicolás. Jugamos todos los días, es muy chévere pasar tiempo con él. 

Hasta ahí todo bien, una amistad de niños, normal, hasta que cumplimos 10... 

Estaba muy feliz, por fin ya tengo 10 años, también estoy feliz porque le gano por un mes y 7 días a Nicolás. En mi fiesta invité a unos amigos de la clase, y a Nicolás, jugamos un montón de juego, pero no sé en qué momento llegamos al juego de "3 minutos en el cielo". Por si no saben que es, es un juego donde te encierran en un armario con otra persona y tienes que pasar tres minutos encerrados, si sales antes pierdes, algo un poco tonto en realidad. 

Ahora era mi turno de girar la botella y, mágicamente, me tocó con Nicolás, entramos en el armario, el ambiente era un poco incómodo, al principio no dijimos nada, pero quise romper el hielo... 

—Que locura... no sé cómo llegamos a este juego— digo un poco apenada 

—Es verdad, es muy extraño— responde de la misma forma 

 —Jaja, lo bueno es que estoy aquí contigo, y no con otra persona, me sentiría muy incómoda si fuera así— intento que la tensión baje 

Hablamos un rato, hasta qué... 

—¿Te puedo preguntar algo?— me dice Nicolás 

—Ya estás preguntando— lo molesto 

—Bueno, entonces, ¿otra pregunta más? 

Simplemente asiento con la cabeza 

—¿Te gusta alguien? 

No me esperaba esa pregunta, me puse muy nerviosa, no entendía por qué si en realidad no me gustaba nadie. Se me hizo raro que él me esté preguntando esto, Nicolás es muy tímido, él nunca me hubiera preguntado algo así, pero lo hizo 

—Eh — tartamudeé un poco— no en realidad 

De repente se empezó a acercar. Estábamos a menos de 5 centímetros de distancia entre cara y cara 

—Esper— 

Pum 

Se había caído una caja, vi el reloj y ya se había acabado el tiempo... 

—Em, ya hay que salir— digo y salgo apresuradamente 

—Sí... Es verdad— se desanima un poco 

No había nadie cuando salimos, al parecer ya se habían ido a sus casas, era muy tarde. Le dije a Nicolás que era mejor que vaya a su casa, él asentó y se fue, apenas se fue me fui a dormir. 

Al siguiente día: 

Me desperté, era domingo, hoy me tocaba ir a su casa, espero que con lo que paso ayer las cosas no se vuelvan extrañas. Me alisté rápido y salí de mi casa, apenas salgo veo un camión de mudanza al frente de la casa de Nicolás, voy corriendo a su casa para ver lo que pasaba, su mamá estaba en la puerta. Comencé la conversación. 

—¿Disculpe? ¿Sabe donde está Nicolás?— le pregunto amablemente 

—No está aquí, probablemente este arriba arreglando sus cosas, hoy nos mudamos 

—¿Qué? Pero él no me ha dicho nada. ¿Se iba a ir sin despedirse? 

—Entra, ve a verlo un rato— me ofrece a entrar 

Muchas personas entraban y salían de la casa, había cajas por todos lados, subo por las escaleras hasta llegar a su cuarto, estaba casi todo recogido. Busco por los alrededores, pero no lo veo por ningún lado, sentía mis ojos llenarse de lágrimas. Él se fue, y no se despidió de mí, no me dijo a donde va o si piensa algún día volver, aun que sea para visitarme... 

Sentía una mezcla de tristeza, enojo e impotencia, salgo corriendo de su casa para ir a la mía, mi mamá se preocupó al verme entrar y me sostuvo entre sus brazos, no aguanté más y me puse a llorar, segundos después mi papá también se acercó a consolarme. Dicen que después de llorar ya no te quedan energías para nada, por eso al terminar de llorar me dormí profundamente, pero con un pequeño dolor en el pecho. 

Ese fue uno de los momentos más feos de todo, perder un amigo de un día al otro, la historia se acabaría ahí, si no fuera por... 

Continuará...  

Enamorada de mi bully [Editando]Where stories live. Discover now