Capítulo 16 ~ Un sueño

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Desperté de un hermoso sueño, estaba volando por los aires como un ave, el viento se sentía tan bien sobre mi piel, suspiré.

Mire a mi alrededor, no era mi cama y mucho menos mi habitación, cuando mi mano chocó contra algo tibio y duro, voltee mi rostro y una sonrisa se dibujó en mis labios, Liam se veía adorable cuando estaba dormido, en el tiempo que hemos estado juntos de esta forma me de dado cuenta de un par de cosas, uno, Liam es extrañamente infantil, le gusta dormir, comer y jugar, jugar con mi cuerpo es su pasatiempo favorito, dos, le encanta la velocidad, cada vez que salimos a algún lado usamos la moto, no me quejo, sentir el viento golpear mi cuerpo es algo agradable y me da una excusa para abrazarlo sin tener que terminar en sexo, tres, hizo que me enamorara fervientemente de él, estoy acabada.

Me levanto de la cama y voy al baño, me lavo los dientes y la cara, Liam me había dado un cepillo de repuesto para usarlo, me he quedado más veces de las que quiero aceptar en su casa, amarre mi cabello en una coleta alta y salgo del baño, voy a la cocina para hacer café, mientras lo hago pongo música en mi celular, thinking out loud de Ed Sheeran, me parece una canción suave para iniciar el día, muevo un poco mi cadera mientras me paseo por la cocina haciendo el desayuno, es divertido, doy una vuelta con los brazos estirados y siento un tirón en mi mano derecha, Liam estaba despierto, no estaba usando camisa, solo su boxer, su sonrisa me entibia el corazón, con su mano me hace dar una vuelta que termina con el teniéndome en sus brazos sin soltar nuestros dedos que se entrelazan, nos quedamos ahí, bailando lento uno en los brazos del otro, me dio un beso en la frente cuando terminó la canción.

- ¿Que haces despierta? - volteó los ojos

- Tenemos ir a trabajar - me carga sobre su hombro y me lleva a la habitación, no puedo parar de reir - ¿Que haces?

- En verdad esperas...- me arroja en la cama mientras se pone sobre mi - que te vea, con mi camisa y nada más y no sienta deseos de tomarte...

Juntó nuestro labios en un beso ardiente, lleve mis manos a su cabello, me encantaba acariciarlo y desordenarlo, su mano comenzó a subir desde mi estómago hasta mis senos, deje escapar un gemido cuando tocó mi pezón que ya estaba duro, mis mejillas se sonrojan, puedo sentir el calor en mi cara, libero mi cuerpo de su camisa, escuché como los botones caían al suelo, me reí, volvió a atacar mis labios, bajo su mano a mi entrada y comenzó a rozar con sus dedos, podía sentir como me humedecía con sus dedos, hasta que introdujo uno, mi espalda se arqueo sobre la cama, cuando lo saco creí que lo siguiente sería su dureza pero en cambio sentí como su lengua se introducía en mi, solté jadeo tras jadeo de placer cada vez que su lengua me estimulaba, hasta que me rozo el punto exacto, me tuve que sujetar de su cabello, lo succionó, deje escapar un gran jadeo, su cabeza comenzó a subir a mi senos, comenzó a lamerlos dándole la misma  atención a cada uno, entonces una de sus manos se alejó de mis senos y la llevo a su entrepierna, sentí su dureza entrando en mi, me dio placer hasta que grite su nombre, una capa de sudor se formaba en nuestro cuerpos, Liam no paraba, sus ojos no dejaban de mirarme, sentía su mirada sobre mi y eso me obligaba a cerrar los ojos, su mano acarició mi mejilla izquierda, abrí los ojos para encontrarme con su expresión, era tan salvaje, su cabello desordenado, sus labios rojos y su sonrisa de placer, qué clase de expresión tendría yo.

Acabamos juntos con mis brazos alrededor de su cuello y mis piernas en su cintura.

Nos levantamos de la cama y nos fuimos duchar, insistí en que no nos quedaba tiempo para otra sesión pero eso no impidió que me diera denuevo en la regadera mientras tenía mi trasero levantado con mis manos sujetandome del borde de la tina hasta con las uñas para no caer, aunque eso no impidió que disfrutara cada estocada que me daba.

Este día me decidí por un vestido blanco con una chaqueta de vestir negra hasta las costillas y con mangas hasta los codos, Liam se decidió por un traje negro, como siempre se veía perfecto y si corbata gris le daba otros estilo, como de costumbre le anude la corbata al cuello y le hice el nudo.

Amantes en el trabajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora