Capítulo 10: Discusiones.

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*La imagen se llama "El grito" y es de un artista mexicano, Mauricio García Vega. Por sí os interesa. 


No me sentía capaz de tomar una decisión. Leah era mi amiga, mi mejor amiga, casi una hermana para mí. Y Jasper era... era mi mundo. Era una persona muy importante para mí. 

La presión era fuerte, como me sentía un poco mejor, me levanté. 

-Me gustaría estar sola -dije seriamente. 

Sin esperar a que me contestaran me di la vuelta y camine en lo que supuse sería la dirección de vuelta al pueblo. 

Debía tener una pinta horrible. 

En cuanto llegué a casa vi una caja de pizza caliente, no me extrañó para nada que cierto vampiro lo hubiera hecho.  Lo agradecí en silencio mientras comía. En la cocina no había gran cosa para comer. De hecho la cocina tenía casi la misma apariencia desastrosa que tenía yo.

Después de comer toda la pizza, fui a darme un baño. Llené la bañera y me quede en remojo... mi mente pensaba...¿Que haría ahora? ¿Seguiría mis planes antes de que esto ocurriese? 


En cuanto me sentí mejor decidí ir a ver a la familia Cullen. Había estado meditando, no quería sentirme inútil teniendo en cuenta el gran problema que se nos venía encima. Podía servir de ayuda y quería (ansiaba y necesitaba) hacer algo que me mantuviera distraida. 

En cuanto a travese  la puerta de la casa Cullen, sentí que ya esperaban mi visita. Todos estaban reunidos en una sala. Jasper fue el primero en mirarme, frunció los labios.

-Bienvenida Ebonee, ¿qué tal estás? -preguntó Carlisle 

-Mejor gracias -dije con una sonrisa que no llegó a mis ojos.- Supongo que saben por qué he venido. 

Carlisle asintió. 

Mire a cada miembro de la familia, incluyendo a Bella que estaba junto a Edward (como no). Esperaba que dijesen algo.

-Cuidaras de Charlie -dijo Jasper serio

-Ni hablar -dije molesta- Billy podrá hacerlo mucho mejor que yo. 

-No vas a ir a la lucha -dijo sin más Jasper.

Lo mire furiosa, sabía perfectamente que él sentía mis emociones. ¿Acaso no veía capaz? 

-No eres mi padre -contesté mordaz. 

Aquello hizo que Jasper abriese los ojos sorprendido. Sabía que intentaría manipular mis emociones, así que forme una cúpula a mi alrededor.

-Ebonee, no decimos que no seas capaz, pero es muy peligroso para ti. Un despiste o cualquier cosa podría ir en tu contra y en esa situación no se si podríamos ayudarte... -dijo Alice

-Precisamente mi don, es ideal para estas situaciones. Dejarme de lado es una estupidez. Se cuidarme sola. -dije lo último mirando a Jasper.

-No, Ebonee, nunca te has enfrentado a un ejercito de neofitos. Podrás detener sus ataques, pero sigues siendo humana. -dijo Jasper 

-Bueno, podemos pensarlo despacio. Y hablarlo con calma -dijo Esme mirándonos preocupada.

A Leah no le importaba que yo fuera a la lucha, ¿por que a él le costaba tanto asimilarlo?

-No hay nada que hablar. Iré y te voy a demostrar que se patearle el trasero a un vampiro -dije mirándolo fijamente.

Emmett soltó una carcajada.

-Hay que reconocer que tiene carácter.

Mire a Emmett, ¿En serio? No era momento para bromas. Cuando volví a mirar a Jasper vi enojo en su mirada, quizá aquello era quedarse corto. Nunca había visto en él una mirada así.

-Deberías irte -dijo Edward colocando su mano en mi hombro.

Sin pensarlo me di la vuelta para irme, pero antes de salir mire hacía atrás Edward sacaba a Jasper y parecía hablar con él. Salí fuera y me subí en la moto, conduje rápido hasta la reserva. 

Fui a casa de Clearwater, la primera que vi fue a Sue, que me abrazó enseguida.

-¿Cómo está, cariño? -preguntó  con amabilidad.

-Quiero pensar que bien, pero... no lo sé...

Sue me acompaño hasta el sofá y me obligo a sentarme. 

-Quiero que sepas que... aunque no soy tu madre, para mí eres como una hija. Las puertas de mi casa siempre estarán abiertas para ti y si necesitas cualquier cosa...

La abracé antes de que siguiera hablando. 

-Gracias Sue...

-Si quieres puedo llamar a Leah y Seth para que te hagan compañía...

-No hace falta... con que estés tú es suficiente -murmuré...

No sé cuánto tiempo estuve allí en su sofá tumbada. El teléfono comenzó a sonar y Sue respondió, al cabo de unos segundo me llamo.

-Ebonee, es para ti. 

Extrañada, me levante y agarre el telefono. Sue me dedico una sonrisa y se fue dándome intimidad.

-¿Diga?

Escuche un suspiro. 

-Ebonee... -dijo Jasper. 

-Jasper, si me llamas para hacerme cambiar de idea, no va a funcionar. Quiero hacer algo, no quiero estar de brazos cruzados mientras vosotros os arriesgais.

-Yo entiendo tu punto. Pero ¿Por qué no puedes entender el mio? ¿No entiendes el peligro al que te expones?

-Sé perfectamente a qué me expongo y lo asumo. Creo que estas exagerando la situación. 

 Como siempre, pensé. Al otro lado de la línea se escuchó un gruñido animal.

-¿Por qué haces esto tan difícil? 

-Porque no es justo. Tu quieres que me quede en casa de brazos cruzados hasta que vuelvas, si es que lo haces. No, no soy así. Y lo sabes perfectamente. -dije molesta.

-No podré cuidar de ti...

-No necesito que cuides de mí. -dije en un tono que me pareció un poco duro.

Suspire. No quería discutir de nuevo.

-Lo siento. Pero aunque no te guste iré. No te preocupes por mí. 

-Siempre me preocupo por ti... -murmuró él

Torcí el gesto, esto era más difícil de lo que pensaba.

-...Y aun así seguirás sin seguir mis consejos... -terminó de hablar Jasper.

-Te veré en el claro...

No hubo respuesta al otro lado, a pesar de que no había colgado. Así que fui yo quien colgué, sentía demasiadas emociones: nervios, tristeza, desilusión... Quería sentir su apoyo, pero él no me quería allí. 

-Creo que has hecho lo correcto -dijo Leah apoyada en la puerta. 

-¿Hace cuanto estas ahí? -dije confusa.

-Lo suficiente para decirte que no pasa nada. Tu quieres luchar, lucha. Eres la que más razones tiene para ir al claro a pelear. Aunque eso no quita que te advierta. Será peligroso. 

Ella sonrió y me rodeo con el brazo los hombros. 

-Haremos un equipo, juntas seguro que acabamos con más vampiros. 

-¿Tu crees? 

-Por supuesto, tu solo paralizarlos y yo me encargo de hacerlos polvo. 

Aquello me saco una sonrisa sincera.


EBONEE (Saga crepúsculo 3)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora