I.

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Estaba empezando de una manera horrible el día. Me acababa de levantar, por así decirlo. Y ya me tropecé con algo, exacto, mi sábana se me atoró en los pies, y me fui de boca al suelo, ¿qué si me dolió? Obvio que sí, me mordí la lengua, que fue lo peor. Ahogué un grito de dolor y me digné a levantarme del suelo, y al instante escuche un fuerte >toc, toc.<

― P-pase... ― Exclamé en un tanto adolorida, debido a que hace un momento me mordí la lengua, como ya dije.

― ¡Onee-san!, ¿Estás bien..? ― Preguntó Oiki, mi tierno hermano de tan solo 8 años. ― E-escuché un fuerte estruendo, y vine corriendo.

Le dediqué una tierna sonrisa y me le acerqué, me agaché un poco y le di un beso en la frente, era tan mono, se preocupaba por mi hasta ese punto. Con una mano le acaricié su mejilla.

― Estoy bien, Oiki, me he caído, pero ya se me ha pasado. ― Sonrió y cerró sus ojitos, se me hacía muy tierno, demasiado. ― Oiki, baja a desayunar... ¿Ya? Yo bajo en un momento. ― Abrió sus ojitos y asintió frenéticamente para salir de mi cuarto cerrando la puerta tras de él.

Diablos... Ahora voy tarde a desayunar, rápidamente empece a buscar mi ropa, y me fui a bañar de manera rápida, pero bien, cuando ya estuve lista, me sequé el cuerpo para por fin colocarme mi ropa y salir de mi cuarto, bajé las escaleras y me encontré con mi amada familia desayunando, se giraron a mirarme y les sonreí, me les acerqué a saludarles.

― ¡Buenos días! ― Saludé alegremente con una amplia sonrisa. Mi familia era muy alegre así que me devolvieron el saludo de la misma forma.

― ¡Buenos días, Leiko! ― Me saludaron mis dos hermanos.

Me senté en medio de Oiki y de Miko, mi otra hermana, es melliza de Oiki, nos llevamos muy bien los tres. 0 rivalidad, en nada, porque nos queríamos, somos inseparables. Rápidamente desayune, me paré para dar gracias por la comida, y me llevé una manzana conmigo, las amaba. Llegué a la puerta principal y me puse mis sandalias ninja.

Salí de mi casa y me puse a correr en dirección a la academia, en el camino me encontré con Shikamaru, entablé una conversación con él, y de verdad me sentí bien, no decía a cada 5 minutos su típica frase >Qué fastidio<, era un milagro así que taché mentalmente esa tarea que hablar con él sin decir esa frase y reí para mis adentros.

Sin darnos cuenta llegamos a la academia y nos dirigimos al salón, lo genial es que me llevaba con la mayoría, nos fuimos a sentar, él tras mío, me puse a ver la puerta esperando a que por ella entre Hinata, ¿Pueden creer qué seamos mejores amigas? Porque yo aún no, me encantaba tener la amistad de ella, era como tener a Miko conmigo, las dos eran unas ternuras, Por fin entró, le mire y dediqué una sonrisa, me respondió de la misma forma y se encaminó para sentarse al lado mío. Empezamos una conversación que duró hasta que sentimos la presencia de Iruka-Sensei al frente de todos. Guardamos silencio y nos sonrió. Me agradaba demasiado a decir verdad.

― Bien, clase. Hoy será su examen de graduación, para poder aprobar deberán realizar Bunshin no Jutsu. Cuando diga su nombre pasará a la sala.

El tiempo pasó volando, ya le había tocado a mis amigos que estaban a mis lados, y por fin escuche mi nombre. Me levanté con una sonrisa y caminé al salón donde estaban dos Chunin y en medio el Hokage.

― Cuando gustes.

Ese Jutsu era demasiado sencillo para mi, y por instinto, realicé el otro.

― Kage Bunshin no Jutsu.

Los entrenamientos con mi padre dio frutos, porque cuando por fin la capa de humo se dispersó, habían en la sala cuatro clones míos, sólidos. Festejé a mis adentros al verle los rostros.

― Puedes tomar una banda, estás aprobada.

Deshice el jutsu y me acerqué a tomar una banda de regulación, la coloqué en mi cuello.

Y por fin, nos pudimos ir a nuestras casas, era genial, mi familia me felicitó por aquel logro, no era la gran cosa, pero si que estaba emocionada.

Me fui a entrenar a la parte trasera de mi casa, era un patio gigante, así que no tenía problema alguno en que si destruía algo, cosa que casi nunca hacía, ajá...

Así estuve hasta que dieron las 20:30, ya era de noche, volví adentro y me fui a mi cuarto, saqué ropa limpia y me metí a bañar, al terminar me sequé con la poca cordura que tenía, en cualquier momento me quedaba dormida, y esa idea no me agradaba. Cuando terminé de secarme mi cabello por fin pude irme a dormir.

( . . . )

― Bien, ahora les diré quienes van a formar parte de sus equipos. ― Sudé frío, solo esperaba que quede con Hinata o Kiba, o incluso con alguien que conozca y así empezó a mencionar los grupos, hasta el momento iba así. ―

Yamanaka Ino, Nara Shikamaru y Akimichi Chouji.

Uzumaki Naruto, Haruno Sakura y Uchiha Sasuke.

Aún quedaba la posibilidad de que quede con Hinata, le recé a todos los santos, y llegó unas palabras que me hizo colocar atención nuevamente.

― Hyūga Hinata... ― Vamos, si me nombran hago buenas obras hasta que muera. ― Inuzuka Kiba... ― Mamá prometo ayudarte en casa, ayudar a mis hermanos, sacar a pasear al perro, lo que pidan lo cumpliré. ― Y... Aburame Shino.

Listo, ya no quiero nada. Agaché la cabeza y me quedé viendo la mesa hasta que sentí unas palmaditas en mi espalda, lo seguro es que era Hinata, y sí, era ella. Con una pequeña sonrisa, dándome fuerzas y alentándome.

― Tranquila, Leiko, seguro te toca con personas geniales, ya lo verás... ― Intentó animarme, cosa imposible. Nuevamente fijé mi vista en Iruka-Sensei que me estaba mirando con media sonrisa, daba miedo, más miedo que Oiki enojado, más miedo que mamá sin su té. Mucho más miedo.

― Senju Leiko...

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Step by Step. °• Hyūga Neji. •° Where stories live. Discover now