Mi vecino, Lance // Klance

Capítulo 13

Nota: Este capítulo solo es un descanso de nuestra pareja favorita, el próximo capítulo volverá el klance.
Por si las dudas, agarren pañuelos, creo que los van a necesitar.

Trataré de traer pronto el capítulo 14, no me maten plox.

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Voltron: Legendary Defender (junto a los personajes) no son de mí propiedad.

Dante Torres (original character) es de mí propiedad.

Está historia es mía para que ustedes disfruten.

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Lance: Lamento no responder a tus mensajes y llamadas, he estado ocupado en estos días. Aún así estoy bien, gracias por estar al tanto de mí, eso dice mucho de ti~

—Ese mocoso insolente... —apretó con fuerza su celular, parecía que lo iba a romper—. ¿Cómo se atreve a hacerme preocupar así? Lo voy a matar... —gruñó, bebió de su café y suspiró—. Encima tuve que comprarme un nuevo teléfono, suerte que el dinero no me falta —bufó—. Debo controlarme y cuidar mis cosas de ahora en adelante... —se regañó. A su madre no le gustará la idea de que ande gastando dinero a lo loco.

Había pasado tres semanas luego de que Lance se había ido, su grupo de amigos estaban realmente preocupados por él, Dante a pesar de siempre estar en calma, no pudo evitar perder el control cuando no pudo comunicarse con el estudiante.

Apoyó su rostro en la mesa mientras observaba nuevamente el mensaje que le había mandado Lance, había salido de una reunión recientemente y moría de hambre, así que se había pedido un café cortado con un pedazo de pastel de chocolate.

—¿Dante?

Aquella voz la reconoció enseguida, alzó la mirada y notó que era aquel japonés. Dante se puso recto en su lugar y sonrió lo mejor que pudo, ver al asiático lo hizo sentir mejor.

—¡Hola Shiro! —saludó energéticamente, Shiro no pudo evitar observarlo con cansancio, Dante siempre tenía esa energía encima que lo agotaba con tan solo verlo—. Ven, siéntate conmigo, te invito un café.

—Prefiero té... —respondió seco el contrario.

—Té será —dijo el argentino, sonrió al ver como Shiro se sentaba al frente suyo, mientras dejaba su mochila a un costado—. ¿Vienes de la universidad?

—Nah, vengo del gimnasio. Hoy tenía el día libre y quería aprovecharlo al máximo —respondió con una sonrisa ligera.

Dante no pudo evitar observarlo, su cabello estaba húmedo, seguramente se había pegado una ducha antes de salir del gimnasio, además traía una camiseta de tirantes lo cual se notaba sus increíbles bíceps.

—Y vaya que los aprovechaste bien... —respondió coqueto. Shiro se sonrojó hasta las orejas, había bajado completamente la guardia—. Ah, lo siento... No quería avergonzarte...

—E-esta bien... —dijo cabizbajo, aunque Dante pudo observar como su rostro pálido se ponía rojizo—. Pe-pediré la carta...

—Adelante —lo incentivo con una de sus mejores sonrisas.

Ambos estuvieron en silencio, Shiro no parecía querer hablar y Dante no dejaba de pensar en Lance, ambos estaban hecho un desastre. El argentino suspiró cuando volvió a ver el mensaje de su mejor amigo, Shiro pudo notar como su actitud energética se había caído por los suelos, ahora mismo desconocía al argentino.