Situaciones Complicadas

Me hubiese encantado que todo terminase allí.

Con el simple sabor de la derrota que aumenta en mi boca tan agrio, frío y amargo que con certeza no será fácil de olvidar.

Una vehemencia que aprieta hacia afuera, pero abrazada y enmudecida por el dolor hacen que mis pies se sientan descalzos y que mi piel se moleste de las prendas que llevo puestas como si me pesaran.

Al llegar a mi parada en el sur de la ciudad luego de un largo recorrido en bus, al fin estoy a unos 100 metros de mi casa, camino lo bastante rápido como para ganar una maratón, llego al portón de la puerta principal y con un rápido movimiento de manos tomo las llaves de dentro de mi bolso, "Gracias a Dios están aquí'' como si deseara que toda la mala suerte recaiga en cada situación, pero un día como aquel que estaba viviendo seguramente no me hubiese caído ni asombrado por un poco mas de mala suerte.

Una vez dentro de casa, subo directamente hacia mi habitación en lo único que mi mente pensaba era en como quitarme la corbata lo mas rápido posible, sentía un nudo en el cuello, y no no estaba la corbata tan apretada, con el largo ajetreo en el bus todo lo que tenia puesto se había escurrido junto con el sudor en mi espalda.

Y así sin mas me quito cada prenda de ropa que llevaba puesta, !Que Alivio!, tanto tiempo invertido en la madrugada en planchar, acomodarme la camisa, colocarme los calcetines para resumirlo en un minuto la sensación mas gratificante.

Casi desnudo, miro mi figura en el espejo del armario mis ojos caen de vuelta a la situación que horas atrás me hizo sentir que perdía todo, un interruptor internamente me sacudió y quería llevarme nuevamente hacia la desdicha, pero justo al comienzo de ese viaje suena mi teléfono es mi madre queriendo saber si podía ir a su casa porque mi hermana hizo una comida excepcional que quería compartir con todos, a lo cual acepte sin ninguna duda son solo 30 minutos hacia allá.

Miro nuevamente el espejo y lo único que me digo es !Vamos Cabrón! Hay cosas mejores que eso, deja de lamentarte y seguid con lo tuyo.

Me prometí a mi mismo que luego de una ducha y un poco de música el tema estaba terminado.

Que gran mentira pero excelente recomendación.

No tenia tiempo para mas así que me vestí tome cierto dinerillo por si acaso era jueves y unas cervezas nunca caen mal, apague las luces de mi casa, tome las llaves y a salir para la comida familiar.

Llegando a casa de mis padres la historia ahora estaba muy divertida, no pensaba en lo absoluto en nada que me acongoje pero mis ojos seguían un tanto húmedos, pero no era el tiempo ni tampoco quería amargarle la comida a mis hermanos. Así que tome una cuantas cervezas y a compartir momentos graciosos en familia creo que es la mejor forma de superar lo que a uno le ocurre en la vida adulta.