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¿Cómo había llegado a esta situación? ¿Cómo se dieron cuenta? ¿Qué error había cometido? Aquellas preguntas pasaban por su cabeza mientras abría de golpe la puerta de su habitación, abría su armario y sacaba una maleta. Sus ojos llenos de lágrimas de rabia nublaban la vista de su ropa siendo arrojada por ella misma a la maleta. Cuando hubo echado la mayoría de sus cosas y metido otro poco más a su mochila ella salió del cuarto, escuchó los gritos de sus padres y ella solo salió de ahí. Ya no la querían ahí y ella tampoco quería permanecer en aquel lugar, el cual anteriormente llamaba hogar. Ya no lo era.

Salió corriendo, llegó a la parada de buses que estaba cerca, buscó su móvil en sus bolsillos y mientras secaba sus ojos buscó el número de Jimin. No quería molestarla, pero no veía otra opción. Era lo más parecido a su familia en ese instante.

—¿Si?— Su voz no sonaba ronca ni apagada, ella estaba despierta. —¿Tae?—.

Suspiró —Hola, Jiminnie— Su voz congestionada y levemente rota.

—¿Tae? ¿Qué sucede? ¿Estás bien?— La voz de su mejor amiga le había preocupado.

—Sucedió algo en la casa de mis padres. — Vaciló —Yo quería saber si puedo quedarme en tu casa, por un tiempo, quizás una semana o algo así —

—Sí, sí. Por supuesto, estoy sola ahora, pero dentro de nada llega mamá. Conversaremos con ella luego— Se podía escuchar un leve tono de preocupación en su voz

—Está bien, gracias. Voy para allá —Silencio— Nos vemos—.

—Está bien, Tae. Cuidate—.

Tocó tres veces la puerta, como siempre. Era de noche, el bus no había tardado tanto en llegar y por ello no demoró tanto. Su maleta estaba a reventar, por el desorden dentro de ella, al igual que su mochila. La puerta se abrió frente a ella, dejando ver a Jimin en pijama. Su rostro, al verla, demostraba preocupación. Jimin nunca había visto a su mejor amiga tan rota.

—Tae, pasa— Dijo haciéndose a un lado, dejándole pasar.

Al entrar, el aire estaba tibio. Subieron hasta el cuarto de la más  baja, ella le ayudó a desempacar, para ordenar mejor su ropa dentro de la maleta y para organizarse mejor. Mientras lo hacían, Jimin le preguntó:

—¿Qué sucedió, Tae?— Dijo doblando una camiseta.

—Bueno, ellos—Vaciló— Ellos se enteraron de algo, algo sobre mí. Y no les gustó—. Luego de salir de su etapa de negación, Taehyung decidió que podía contárselo a sus amigas, a excepción de Jimin. A razón de esto, Jimin aún no sabía lo que había atormentado tanto tiempo a su mejor amiga.

—¿De qué se enteraron?—.

—Si te lo cuento, ¿Prometes no dejar de hablarme?—. Vio como Jimin agitó su cabeza en una señal afirmativa. —Está bien, ellos se enteraron — Tenía miedo, tanto miedo— Se enteraron de que me gustan las chicas.

Girls ;; vmin fem!Where stories live. Discover now