Capítulo 4

287 19 4
                                    

Suena el despertador, el cuál apago al momento. No había podido dormir en toda la noche pensando en lo que me dijo mi madre y en lo que iba a pasar este último día de curso. Me visto y bajo a desayunar. Para mi sorpresa, Juan Pablo estaba en la cocina hablando con mi madre. Él me sonríe. Esa maldita sonrisa que me tiene loca y la cuál puede que no vuelva a ver nunca...

- ¿Qué haces tan temprano aquí? - le pregunté mientras me acerco a él para abrazarlo, cómo hago siempre que lo veo.
- Dije que iba a venir a esta hora a buscarte, ¿no lo recuerdas? - él rió.

Era en lo último que podía pensar después de la noticia que me dió mi madre el día anterior.

- Eh... si si, cierto, me olvidé por un momento.

Desayuné todo lo rápido que pude y nos fuimos.

- Bueno, ¿preparada para el último día de clase? - me preguntó mientras sonreía
- Eh... si... - dije algo desanimada. Él me miró.
- ¿Te pasa algo?
- No no, tranquilo, sólo tengo algo de sueño, no dormí muy bien esta noche
- Vere, sabes que me puedes contar todo, somos mejores amigos, ¿no? - se puso enfrente mío evitando que avanzara.
- Isa, enserio, es sólo eso, no dormí bien, no te preocupes por mi, estoy bien
- Bueno... si tú lo dices...

Llegamos al instituto y fuimos directos a nuestra clase. Pensé en cómo le podía dar todas la cartas que le escribí a lo largo del curso, pero me daba muchísima vergüenza dárselas en la mano por si las leía en ese momento, o también, por miedo a que alguien más las leyera y empezara a meterse conmigo o algo por el estilo. Sí, soy una chica bastante insegura de mi misma y siempre tengo ese miedo en la cabeza. Finalmente, decidí meterselas en la mochila sin que él se diera cuenta. Aproveché que Simón, otro de sus amigos, le llamó para meterlas, pero un chico de la clase me vio y las cogió.
- Uy uy uy, ¿qué es esto? - preguntó mientras me miraba y se reía un poco. En ese momento toda la clase se quedó callada.
- E... Eso no es tuyo, damelas
- Eh, ¿qué está pasando aquí? - preguntó Juan Pablo mientras venia hacia nosotros.
- Ella te quería meter esto en la mochila.
- Vale, pues esto es algo que tenemos entre ella y yo, tú no tienes nada que ver en esto, asique damelas, déjala tranquila y vete, ¿entiendes? - dijo Isaza poniéndose entré el otro chico y yo.
- ¿Y si no quiero que? ¿Qué me vas a hacer? - se acercó a Isaza poniéndose "chulito".
- Mira, no quiero pelearme contigo y menos delante de ella, asique dame esos sobres y vete con tus amiguitos.
- Mmmm, espera que me lo piense... No. - el otro chico se guardó los sobres en el bolsillo del pantalón.
- Venga tío, damelos ya y déjanos tranquilos, ¿vale? - dijo Juan Pablo estirando la mano para cogerlos.
- Estate quieto, primero lo leo yo y luego me pienso si te los doy o no.
- ¡No! - le cogí del brazo al otro chico intentando que no los sacara. Él me empujó para que me separara de él. Juan Pablo me sujetó para que no me cayera al suelo.
- Mira, vale que no me quieras dar los sobres, pero a ella no la tocas. - dijo Isaza con cara de enfado mientras se acercaba al otro chico.
- ¿Qué es? ¿Tu novia? - le preguntó en tono burlesco. - Pero que idioteces digo, si con esa cara no puedes gustarle a nadie.
- No, no es mi novia, es mi mejor amiga, y el físico no lo es todo, hay una cosa llamada personalidad, por si no lo sabes.
- Si si, todo lo que tú digas, pero que nunca la tendrás a ella - me cogió de la mano y tiró hacia él. - Es demasiado guapa para estar con un tío como tú.
- Pues estaría antes con "un tío como él" antes que con uno como tú - le pisé, cogí los sobres y fui con Juan Pablo. Él me abrazó. Amaba esos abrazos que siempre me daba, son tan... cálidos.

- Que sea la última vez que la molestas, ¿entiendes? - dijo Juan Pablo mirando al otro chico completamente serio.
- Y tanto que va a ser la última... - susurré, pero Isaza debió de escucharme y me miró.
- ¿Qué? - me preguntó extrañado
- Oh... nada nada, son sólo cosas mías - sonreí un poco intentando disimular.

Él pareció no quedar muy convencido. Finalmente, le di las cartas y él prometió leerlas cuando estuviera sólo, lo que me tranquilizó un poco, pero no del todo por todo lo que está escrito en esas cartas.

Acabaron las clases, y como siempre, Juan Pablo y yo fuimos hacia mi casa.

- Espera un momento porfa, dejo la mochila y bajo, puedes entrar si quieres - le sonreí mientras abría la puerta.

Entramos, Isaza fue hacia el salón, donde estaba mi madre, mientras yo subía a la habitación para dejar la mochila. Bajé, fui con ellos y lo único que vi fue a Isaza con cara de tristeza.

- Eh... ¿pasó algo? - pregunté mientras me acercaba lentamente.
- ¿Por qué no me habías dicho que te ibas? - Juan Pablo me miró con lágrimas en los ojos.
- Esto... me lo dijo mi madre ayer, se te veía demasiado ilusionado por el último día y no quise fastidiartelo...

Él se levantó y vino hacia mi para darme un abrazo, el cuál correspondí.
Salimos de mi casa para ir a la suya a lo mismo y después ir a comer juntos e intentar disfrutar del que sería nuestro último día juntos.

ENAMORADA DEL CHICO DEL SOMBRERO (FT WONDERFULMARI ) Where stories live. Discover now