O4.

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SooBin había decidido al despertar que le daría una oportunidad a YeonJun para ser más cercanos, quizás podría encontrar una forma de que no le desagradara tanto el que gente desconocida lo tocara, al final del día, la gente se tocaba una a la otra más de lo que uno lo notaba.

No se encontraron durante el día en la casa, el  peliazul había salido para trabajar y el azabache estaba estudiando desde las 8 de la mañana. Varias veces se había paseado hasta la cocina para tomar una taza de café y comer algún bocadillo que había dejado preparado YeonJun para él en la mesa. Se maravillaba con lo delicioso que cocinaba el nuevo inquilino, no se esperaba aquello, pero tampoco él se quedaba atrás al cocinar.

Eran pasadas las 9 de la noche y SooBin decidió hacer uno de sus menú preferidos para relajarse. Preparó la carne de vacuno para asarla en la parrilla eléctrica, hizo arroz, algunas guarniciones y también algo de ramen ya que hace muchísimo tiempo que no hacía su ramen especial.

Revisó la hora en el celular y se preguntó a qué hora saldría el chico del trabajo. Sabía que más o menos el local cerraba como a las diez de noche los domingos, así que comenzó a acomodar las cosas en la sala para hacer espacio y colocar la mesa plegable lo más cerca del ventanal que daba hacia la terraza para que al momento de asar la carne el vapor no quedara dentro de la sala. Estaba colocando el resto de la comida en la mesa cuando el timbre de la casa sonó.

Cuando fue a ver por la mirilla de la puerta quién era, para su sorpresa, quien estaba allí, no era nada más que BeomGyu. Abrió la puerta y rodó los ojos al ver que traía en una mano una bolsa con unas cervezas y en la otra mano estaba sosteniendo un handroll que habría comprado a algún carro de la calle.

-¿Me dejas pasar? ¿O estás ocupado? -Susurró BeomGyu la segunda pregunta intentando mirar sobre el hombro de SooBin, pero no logró ver demasiado.

-¿Quién te invitó? ¿Fue YeonJun?

-¿Necesito invitación para ver a mis amigos? Además, vengo para celebrar que tú tienes un nuevo compañero y que YeonJun por fin se libró del otro tipo que se estaba aprovechando de él por ser joven y estudiante. -Dijo un molesto BeomGyu mientras empujaba a SooBin hacia el interior del departamento y le entregaba la bolsa con las cervezas. No pudo hacer mucho el dueño de casa, así que cerró la puerta y siguió a su amigo que había entrado directo hacia la sala guiado por el aroma de la comida.

-Si me hubieras avisado que ibas a venir habría hecho más. -Dijo el pelinegro mientras colocaba las cervezas en la mesa, vio como BeomGyu tomaba unos palillos y picaba el pastel de huevo para tomar un trozo y comer. Lo fulminó con la mirada para que dejara los palillos a un lado, siempre comenzaba a comer primero que todos.

-No quise avisarte porque te hubieras negado. Además, ¿todo esto significa que estás siguiendo mi consejo?

SooBin miró al más alto unos segundos, realmente no lo había hecho pensando en eso, solo era un forma de devolver el favor al chico por la comida del día anterior. Pero también ahora sentía que tenía que ver un poco con lo que BeomGyu le había dicho. Un poco confuso negó con su cabeza y el más alto solo dejó escapar una suave risa porque sabía que su amigo estaba confundido, ninguno de ellos notó que YeonJun había entrado a casa en ese momento, así que se sobresaltaron cuando lo escucharon hablar.

-Vaya, huele delicioso.

-Mierda, casi me quemo. -Se quejó BeomGyu mientras se ponía de pies y volteada a ver a YeonJun que se estaba acercando a ellos. SooBin lo saludó con un leve movimiento de cabeza y este se lo devolvió.

-Vamos a sentarnos, la comida se va a enfriar. -Dijo el pelinegro haciéndolos apurarse para tomar asiento en la alfombra, encendió la parrilla y mientras esperaba que se calentara les sirvió a los chicos primero una porción de ramen y una para él también.

Primer Sentido: El Tacto | YeonBin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora