Capítulo 46.

5.9K 776 196
                                    



Jeremy.

La cena se estaba desarrollando maravillosamente, Lee, cansado de que Robert no le prestara atención, se largó. Presumiblemente a fumar un cigarrillo, pero no iba a preocuparme por él. Daddy seguía comentando cosas acerca de la película, respecto a quiénes habían trabajado en ella y los dramas internos que habían en el trabajo. Yo me reía, porque sinceramente el sentido del humor de Carter era impecable.

A mitad de la cena, sentí la necesidad de ir al baño. Le dije que volvería en un momento, y me indicó un pasillo no muy lejos de nuestra mesa.

Llegué al lugar, hice lo que tenía que hacer, y cuando estaba lavando mis manos para volver a la mesa, vi a través del espejo a alguien entrar al baño.

─Ugh, lo que me faltaba─ Era Lee, que se me acercó entre tambaleos─. ¿Qué quieres?

─Yo... Yo ya me iba.

─No, niño─ balbuceaba, cerrándome el paso─. ¿Qué pretendes al estar con Carter?

─Nada... Yo no pretendo...

─ ¿Piensas que eres mejor que los demás porque le hablas bonito y te trata bien?─ Soltó una risa forzada, sólo para enfatizar el sarcasmo─. Te va a desechar, perra, no durarás ni la mitad de lo que Oliver duró, con esa cara de santurrón que tienes apuesto a que lo único que haces es ponerte en cuatro y dejarte follar.

De pronto la voz de Oliver en mi cabeza resonó como un grito chillón. "No te dejes pisotear". Le sonreí a Lee, palmeando su hombro.

─Estás en lo cierto, yo sólo me abro de piernas y él se encarga del resto─ me voltee, buscando una servilleta para limpiarme la mano que le había tocado─. Es como estar en el cielo, no sólo me compra cosas bonitas, como estas─ alcé las muñecas, enseñándole mis más recientes regalos─. También me folla como una jodida bestia─ Volví hacia él, acercándome a su oído para susurrarle─. Y ya quisieras tú estar en mi lugar.

Aventé la servilleta al basurero en mi camino de salida, sabiendo que nadie había presenciado lo que acababa de pasar, pero sintiéndome en la puta gloria porque el idiota de Lee no había sido capaz de procesar lo que acababa de decirle. Me moría de ganas por contarle a Oliver, estaba seguro de que estaría orgulloso de mí cuando se lo dijera.

Si tenía que jugar a ser un falso, un hipócrita de mierda, entonces lo haría. Lee no tenía miedo de que yo le quitara a Robert, él estaba detrás de Carter. Pude saberlo porque ellos son todo lo contrario. Mientras Daddy me consiente y me lo hace como jamás alguien más podría, apuesto todas mis cartas a que Lee tenía que rogar por sexo, en el que ni siquiera acababa complacido.

Me senté junto a Carter de nuevo, dispuesto a terminar el plato de salmón ahumado con papas al horno, que era el platillo de la noche.

─Se nota que ya te viste al espejo─ Comentó Daddy, dándome una mirada de reojo. Acaricié mi rostro, pensando que quizás tenía algo en la cara de lo que no me había percatado─. Vuelves sonriente.

─Es que estaba pensando en ti─ admití en voz baja, para que las personas de las demás mesas no me oyeran─. Carter, ¿Puedo quedarme contigo esta noche?

─Ángel, mañana tengo trabajo.

─Por favor Daddy, me dormiré temprano y prepararé el desayuno, ¿Sí?─ rodó los ojos con una sonrisa─. Prometo que me comportaré.

─ ¿Debería creerte?

─Quizás no.

Soltó un suspiro.

Entrenando al Baby Boy.Where stories live. Discover now