XI

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-¿Todo lo que estás diciendo es verdad?-Orlando estaba frente al ventanal de la recámara de Santiago,este ya le había dicho la verdad acerca de su origen

-Estas casado con Nico,eres dueño de una hacienda vinícola en Salta y sabes que jamas te mentiría

Orlando quería notar la mentira en los ojos de su amigo pero le era imposible ya que Santiago estaba diciendo la verdad

-Otro no te hubiera dicho esto se lo hubiera callado y que el tiempo pasará sin ningún problema-Santiago tenia los ojos cristalinos , Orlando quería explotar pero estaba conteniendose

-¿Por que entonces decidiste decirme la verdad? ¿Te conviene en algo que...?

-¡¡Claro que me conviene!! Me conviene tu felicidad,Te amo Orlando y yo..

-Yo-suspiro Orlando luego de pasar una mano sobre su cabello en señal de confusión-pensaba tener una vida contigo pero ahora con todo esto que me estás diciendo, tengo que buscar la manera de regresar

Santiago agachó su cabeza,con la manga de su suéter se limpio las lágrimas y sin mirar a Orlando le dijo:

-Lo que tu quieras está bien, lo único que me importa eres tú

-Que bueno que lo pienses de esa manera-Orlando camino por la recámara de Santiago,se miraron un instante y luego todo se volvió oscuro

Horas después Orlando amanecía acostado en la cama de Santiago amarrado de las muñecas y de los pies ,le dolia la cabeza como aquella vez que de manera rara llego a Barcelona ,tirado en el suelo con golpes en el cuerpo que también de manera inexplicable no se le habian marcado en el cuerpo los golpes.

-¿Creiste que todo seria tan fácil, verdad?

-Santiago...

Santiago enterró sus uñas en la pierna izquierda de Orlando

-Siempre se van ,jamas le hacen caso al invisible de Santiago y ahora que recuperaste tú memoria y los dos nos amamos...

-¡Estas enfermo!-exclamo el chico pero Santiago volvió a encajar sus uñas

-Pero por ti

OrlandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora