Black Heart

Antes de volver a casa necesitaba buscar una manera de poder hablar con mis padres y que me dieran una simple explicación a todo lo ocurrido. Seguía sin dar crédito, Stefan tenía a Black Heart en el establo de su padre y yo no sabía nada, nadie me había contado que fue exactamente lo que paso... Estaba harta de que me quisieran controlar todo, así que esta vez, las cosas iban a cambiar. Les envié un par de mensajes a mis padres diciendo que quería cenar con ellos, solos.

-No quiero que tengas problemas.

Dijo Stefan mientras terminaba de dar de cenar a los caballos, por supuesto decidí ayudarle antes de irme. Bastante habían hecho hasta ahora con Black.

No te preocupes por mí, ellos son los que pueden tener problemas.

Sonrió con picardía.

-Valla no sabía que la señorita Alisa tuviera un lado malo.

Le devolví la sonrisa mientras subíamos a su coche para que me llevase de vuelta casa.

-Hay muchas cosas que no sabes de mi Stefan.

Mi voz sonó un tanto perturbadora, habían cosas de mi que ni yo sabía hasta ahora... Antes de bajar le miré.

-Muchas gracias por abrirme los ojos.

Sonrió.

-Creía que debías saberlo.

Asentí lentamente.

-Has hecho bien. Gracias por volver.

Le dije con honestidad, tal vez si no hubiera sido por el no habría vuelto a saber nada de Black o haber recordado nada... Tragué saliva antes de entrar y me puse muy seria. Empecé a sentir como el pulso se me aceleraba, estaba muy enfadada. Mis padres estaban esperando en la cocina, parecían estar felices hasta que me vieron entrar.

-Alisa cariño... ¿Estas bien?

Miré a mi madre que preguntaba con preocupación.

-Pues verás, por una parte si... pero por otra, tengo el corazón partido en dos.

Mi padre me cogió por los hombros.

-¿Qué ha pasado?

Me aparté bruscamente.

-Vosotros... vosotros habéis pasado.

Mis padres se miraron sorprendidos sin comprender.

-¿A qué te refieres?

Miré a mi madre molesta.

-¿Recuerdas cuando vimos a Stefan mama?

Asintió lentamente, mi padre se puso blanco. Ya sabía por dónde iban los tiros.

-Bueno pues resulta que su padre tiene un rancho y es amigo de papa, lo que no sabía... era que hacía Black Heart ahí.

Mi madre también palideció y miro a mi padre aterrada. El intento acercarse con las manos levantadas.

-Cariño lo siento mucho, solo queríamos protegerte.

Abrí los ojos tanto que pensé que se me saldrían de las órbitas.

-¿Para protegerme? ¿Desde cuando alejar a lo más importante de tu vida es protección? ¿Acaso pensasteis en mí en esa decisión o solo en que me volviera a ocurrir lo mismo? ¿Y si hubiera muerto? ¿Me lo habríais contado?

Negué rápidamente con la cabeza.

-Me da igual... no quiero saber nada más... lo único que quiero es que me dejéis tranquila.