Why?

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Por millonésima vez en el día, Yuuri suspiró, mirando fijo su taza de café, observando el líquido moverse lentamente, tratando de encontrar una respuesta que lo seguía evadiendo. Todas las personas cercanas a él sabían que sufría de ansiedad, que estaba en una batalla constante entre su mente y sus acciones. Phichit, que estaba sentado en el lugar opuesto a Yuuri, lo sabía, ya que habían sido amigos el tiempo suficiente para notar cuando Yuri estaba teniendo un mal día.
Hoy era uno de esos días.

—Yuuri, puedes hablar conmigo, lo sabes— dijo.

Yuuri solo asintió.

—Sé que no debería presionarte, pero estoy preocupado.

Yuuri hizo un pequeño puchero. Odiaba ser una carga, aunque sabía que podía contar con Phichit.

—Es que yo... — Miro a su amigo, haciendo una pequeña pausa entre palabras— Sigo preguntándome ¿por qué Viktor está conmigo?

Ah, la misma, vieja pregunta de siempre.

Era un poco gracioso, no el estado mental de su amigo, si no que siguiera dudando del amor de Viktor. El mundo se conmocionó cuando se anunció la boda, luego pasó otra vez cuando se llevó a cabo, cada alma que presenció ese momento se dio cuenta que el ruso estaba total y absolutamente enamorado.

Bueno, todos menos Yuuri, al parecer.

Phichit abrió su boca con el afán de confortar al hombre que se encontraba delante de él, cuando la puerta del condominio se abrió de repente y una pequeña de 6 años apareció a través de la misma, corriendo hacia Yuuri.

—¡Papi, ya llegamos!— anunció la pequeña. El rostro del japonés enseguida se encendió, permitiéndole a su hija subirse a su regazo.

—¡Aquí está mi dulce chiquita!— dijo Yuuri, besando su frente segundos después y acariciando su largo cabello plateado.

El tailandés sonreía ante la tierna imagen de su mejor amigo con su sobrina. Yuuri tampoco dejaba de sonreír, sintiendo sus hormonas de omega revolotear en su vientre, más al pensar en su suerte al haber encontrado un Alfa tan amoroso como Viktor y haber dado a luz a Ivanna solo 2 años después. La pareja llevaba una linda y tranquila vida en San Petersburgo, viajando seguido a Japón para visitar a la familia de Yuuri, era un sueño hecho realidad, de verdad.

Viktor dejó las bolsas del mercado en uno de los estantes de la cocina, saludando a Phichit segundos después. Estaba más que acostumbrado a ver al tailandés pasando horas interminables con Yuuri, por lo que estaba muy agradecido. Ahora que Yuuri estaba embarazado nuevamente, odiaba dejarlo solo cuando tenía que ir a trabajar e ir a dejar a Ivanna a la escuela.

El hombre caminó hacía su esposo y de manera tierna beso su frente, alcanzando la pequeña panza a la cual Ivanna ya le estaba hablando de su día. Estaba seguro que la niña sería una gran hermana mayor.

—¿Cómo estás, cielo? ¿Todo bien?

Yuuri asintió.

—Sí, la segunda vez es algo más fácil—rio.

—¡Lo has hecho tan perfectamente! Juro que eres mil veces más valiente que yo —dijo Phichit, después de sorber su café. No sabía si alguna vez estaría listo, el solo pensamiento de algo creciendo dentro de su cuerpo lo espantaba hasta los huesos.

Ivanna descanso su cabeza contra el pecho de Yuuri y bostezo, tratando de evitar el sueño que la invadía. El japonés rio por lo bajo y le dio unos cuantos minutos, señalándole a los otros dos que guardaran silencio por un momento. La niña por lo general tomaba su siesta después de llegar de la escuela, así que no era algo raro. En cuanto estaba completamente dormida, con un poco de ayuda de Viktor, se levantó y cargó a Ivanna hasta su cuarto.

Why?-Victuuri OS (Español)Where stories live. Discover now