Last Chance - ¿Samo?

⎡¹⁹⎦‣ "por siempre"

Habían pasado ya tres semanas desde la oficialización del compromiso de Motzu, se supone que todo sería perfecto -color de rosa- pero no, Momo se sentía culpable porque desde ese día que Sana tenía el ánimo bajo una roca y no salía de su habitación a menos que ella se lo pidiera, no comía a menos que ella le llevase algo -por si las dudas, lo único que hacía era bañarse y dormir-.
Ella no sabía qué ocurría con su mejor amiga porque el día que trató de hablar con ella no escuchó nada más que su llanto, supuso que fue un problema con Mina o algo por el estilo. Decidida a arreglarlo, golpea la puerta de la menor con un paquete de regalo, escucha un suave <<¿para qué golepeas?, solo entra>> ella pasa sonríente y se lanza sobre la cama de la contraria.

SA: Momo, sabes preferiría estar sola.
MO: Te traje un regalo, no me eches aún (hace un puchero)
SA: No quiero regalos.

Eso sonó horrible e hizo lagrimear a Momo.

SA: (toma su mano) Lo siento, no quise sonar así.
MO: ¿Por qué tiemblas? (acaricia su mano)
SA: Estoy cansada.
MO: No me vengas con eso, duermes todo el día.
SA: No importa, ¿qué es?
MO: Adivina.
SA: ¿Comida?
MO: Un viaje.
SA: ¿QUÉ?
MO: Como lo prometimos.
SA: S-
MO: Prohibido negarse, es una semana a Hawaii con todo pagado, por favor, di que sí.
SA: ¿Cómo diría que no?

Momo aletea y salta un buen rato hasta que logra convencer a Sana de subir a la azotea -primera vez que sale del cuarto en las tres semanas-, el sol es un infierno para ella ya que se había acostumbrado a la oscuridad. Aunque gracias a Dios (Jihyo) estaba atardeciendo, ella lo hizo otra vez. Habían dos mantas enrolladas sobre una colchoneta, una almohada y un sobre para gafas.

SA: ¿Y esto?
MO: Mi plan.
SA: ¿Cóm-
MO: No más preguntas, disfrutemos un rato.

Las jovenes se acuestan, Momo utilizaba la almohada y Sana su barriga para la comidad, la mayor la cubrió con la manta y le puso sus gafas.

SA: ¿Por qué me tratas como un bebé?
MO: Quiero que disfrutes un rato.

•

Llevaban más de veinte minutos admirando la caída del sol, ninguna hablaba, había un lindo y cómodo silencio. Momo lo rompe.

MO: Probablemente no tenga idea porqué has estado tan mal, tampoco te obligaré a decírmelo porque si ya no lo hiciste es porque no quieres y lo entiendo perfectamente. Pero debes saber que estaré siempre para ti, siempre, y cuando estés lista para decirme te escucharé, ¿bien?
SA: No es necesario que me lo repitas, pero muchas gracias (entrelaza sus manos) lo necesitaba.
MO: ¿Ahora te levantarás?
SA: Si me despiertas con un b- (sacude su cabeza) abrazo.
MO: Puedo darte besitos y abrazarte las veces que quieras.
SA: Me parece un buen trato.
MO: Te amo.
SA: Yo m- igual.
MO: ¿Por siempre?
SA: POR SIEMPRE!! (grita)