᪥ 3 ᪥

268 27 1
                                    

Elsa

Al darme cuenta de que lo estaba mirando fijamente, sacudí mi cabeza y cambié mi cara de sorpresa por una sonrisa amigable. Estaba a punto de presentarme antes de que el se me adelantara.

- Hola! Soy Hiccup Haddock pero puedes decirme Hicc o Hipo, como prefieras. - Dijo sonriendo y con una mirada agradable mientras me extendía la mano.

- Hola, yo soy Elsa, Elsa Arendelle, es un placer, Hicc. - Dije aceptando su mano, a lo que el simplemente s eleva la mía a su boca y besa mis nudillos, yo en respuesta solo sonrío.

- Bien, nosotros los dejaremos para que se conozcan ya que serán los futuros dueños de Arendelle.Inc y Haddock Empire y me gustaría que entablaran una amistad para mantener los contratos actuales sin problemas. - Dijo Estoico sonriendo.

- Estaremos en mi oficina, hija. Cualquier problema me lo dices. Vamos, Estoico? - Dijo mi madre antes de caminar hasta el elevador y desparecer tras las puertas.

El silencio incómodo reinó el lugar. Él miraba a través de las ventanas del edificio mientras que yo miraba en dirección al elevador.

- Y.... cuántos años tienes? - Escuché su voz a mi lado y en respuesta lo único que pude hacer fue reír por la pregunta con la que rompió el hielo.

- En una semana cumplo 18. - Dije sonriendo. - Y tú?.

- 20. desde hace 2 meses. - Dijo él. - Lo siento, pero... nos conocemos? tu rostro me suena.

- Creo que vamos en la misma Universidad. Disneydreamworks. Acabo de entrar junto a mi hermana y creo haberte visto en el auditorio. - Dije a pesar de que en realidad sabía que no había visto.

- Tiene sentido. - Dijo sonriendo. - En ese caso ya tienes un amigo ahí.

- Gracias. Qué estudias?.

- Administración de Empresas, tercer año. Supongo que como futura dueña tu también.

- Exactamente.

Y así comenzamos a abrirnos poco a poco hasta que ya parecíamos amigos de toda la vida. El tiempo se pasó volando, teníamos muchísimas cosas en común, ambos teníamos el mismo tipo de padre, uno que nos enseñó a pelear, por lo que gracias al orgullo de ambos prometimos algún día hacer una pelea y ver quien gana, ambos crecimos sumidos bajo la presión de que algún día controlariamos una gran empresa y coincidiamos en tantas ideas y pensamientos que las conversaciones eran extremadamente relajantes y calmadas, tanto si que de ser las 10 de la mañana, ósea cuando llegué a la empresa, ya eran las las 2 de la tarde y ambos ya nos teníamos que ir.

- Segura que no quieres que vayamos a almorzar? conozco un lugar con comidas extremadamente deliciosas. - Dijo parado frente a mí junto a la puerta de la empresa.

- Prefiero dejarlo para otro día en el que esté más dispuesta a disfrutar la comida, pero después del desayuno de hace una hora no creo tener hambre hasta varias horas más tarde. - Dije sonriendo. - De hecho, esa invitación será mía y me dejarás pagar.

- Eso lo veremos luego. Adiós, Els.

- Adiós, Hicc. - Me despedí antes de verlo caminar y subir a su Mercedes negro.

- Se llevaron bien? - Dijo mi madre a mis espaldas.

- Bastante. - Dije dando media vuelta. - Sólo espero que no esté en tus planes un matrimonio arreglado porque no pasará.

- Nada de eso cariño, solo quiero que haya buena relación entre las empresas y no una fingida. Iré a casa, vienes?.

- Creo que me quedaré a ayudar y luego a un paseo por el parque, no tengo ganas de ir a encerrarme a casa. - Dije pensando en mi padre.

La era de los nuevos guardianes.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum