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En las montañas se encontraba un nido de águilas, entre las cuales estaban dos hermanas, una llamada Pepita y la otra Alejandrita, ambas eran jóvenes e inexpertas en volar, ellas se encontraban en la montaña más alta del lugar. Cierto día sintieron la necesidad de experimentar por primera vez su vuelo, y aunque sentían mucho temor y miedo al fracaso, sin embargo, su mamá las impulsaba para que logren su tan anhelado sueños de volar, pero ellas se encuentran temerosas y llenas de incertidumbre por el miedo a lo desconocido, ellas sabían que volar no iba hacer muy sencillo, pues el viento y otras aves impedían su vuelo, a pesar de ello Pepita y Alejandrita se llenaron de valor y decidieron saltar al vacío para volar.
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Pepita no podía abrir sus alas y no tenía el control de su cuerpo, pero Alejandrita si pudo volar y se puso muy feliz, a pesar de su enorme felicidad por haber logrado su tan esperado sueño estaba pendiente de su hermana y se dio cuenta que ella no movía sus alas sino más bien estaba cayendo a toda prisa hacia tierra, ella voló junto con su madre a dar ánimo a Pepita, las palabras motivadoras hicieron que Pepita agitara sus alas y con el viento pudo planear un poco su vuelo salvándose de caer y golpear su cabeza y cuerpo contra el suelo. Alejandrita como logró volar sin problemas se acerca a su hermana para ayudarle y juntas poder volar por los cielos sin ninguna dificultad. Las dos Águilas volvieron a su nido pero su madre les dio consejos de cómo mejorar, para que su próximo vuelo sea seguro y sus hijas puedan buscar sus propios alimentos y que no siempre dependan de ella.
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Moraleja: Siempre debemos de perseguir nuestros sueños porque hay que enfrentarse a la vida con sus desafíos, aunque muchas veces decimos no podemos por temor a fracasar. Debemos tener en cuenta que aunque fracasemos, siempre podemos aprender algo nuevo cada día. También nos enseña que no podemos quedarnos eternamente bajo la responsabilidad de nuestros padres, porque debemos de tomar nuestro camino y con nuestras propias alas volar.
