¿Y si salimos?

333 14 1
                                    

Su amigo y el se marcharon, escuche arrancar el motor del carro.

Me encerré en mi cuarto y empecé a llorar. En este momento es donde quisiera tener un amigo gay, que me lleve de compras y me de consejos. Me mandaron un mensaje.

De: Diana.
Para: Sarota.

¿Y si salimos?

Diana siempre me pone apodos y yo también se los pongo a ella.

De: Sara.
Para: Dianota.

Con que no sea al cine o a la tienda, siempre encuentro a personas desagradables ahí.

De: Diana.
Para: Sarota.

Mañana vamos a la casa de Yeick, es una mansión.

De: Sara.
Para: Dianota.

Ni loca, ni muerta ni viva iría.

De: Diana.
Para: Sarota.

No importa, mañana pasare por , aunque estés en pijama.

Nunca había conocido a una persona tan terca.

Mi madre entro a mi cuarto.

-Hija, ve metiendo tus cosas en las cajas, porque falta poco para irnos a la otra casa.

-No te he dicho que toques la puerta antes de entrar.

-Ya has lo que te dije.

Recogí lo que pude porque el sueño domino todo mi cuerpo y caí en la cama.

Hoy es sábado en la mañana y baje a tomar un poco de chocolate como 4 tazas, me encanta el chocolate y después de unas horas se me soltó el estómago y haya voy al baño. Me puse a cantar, soy buena cantando en el baño.

-¡Niña, ya sal de ahí!

-¡Mamá, hay otro baño arriba!

-Pero no quiero subir.

Me salí, porque lo que la dueña diga es ley.

-Hoy iré a una mansión.

-A que bueno, ya quitate de la puerta, necesito entrar.

Genial, ni me escucha. Se hizo así después que le pasó el accidente a mi papá.

Tocaron la puerta, por qué viene tan temprano. Fui ha abrir.

-Diana, ¿te quedaste a dormir aquí afuera de mi casa?

-Ya casi, llegue temprano para que nos rinda el día- señalo el carro donde estaba Dereck

-Claro, como es súper divertido ir a una casa- conteste aburrida.

-¡Mansión!, ya súbete.

-No ves que estoy en pijama.

-Te dije que te llevaría como estuvieras.

-Esperame dejame me voy a vestir elegantemente- entre a la casa.

En menos de 5 minutos baje.

-Eres mujer y te cambiaste en menos de 5 minutos- me miro extrañada.

-Es que solo agarre la primera blusa que vi en el bote de ropa sucia y el pantalón lo tuve que buscar abajo de la cama.

-Que asco- tenía la cara cuando chupas un limón.

-No es cierto, no podría agarrar ropa sucia- no paraba de reír de la cara de Diana.

-Hay que chistosa, ya vámonos.

...................................................

-¿Esta es la mansión?, parece mas bien una playa- exprese desilusionada.

-No te causo asombro, no has visto todo.

-No me causo asombro de lo mas mínimo- moví mi cabeza en señal de desaprobación, Diana estaba asombrada que no me impresione al ver la mansión, pero la verdad es que sí lo hice, pero me gusta ver así a la gente.

Salio Yeick con camiseta abierta mostrando su perfecto y remarcado abdomen, un short celeste con rayas azules. Por un momento deje de pensar en la apuesta, dirán que estoy traumada con eso, pero es la segunda

vez que me desilusionan.

-Bienvenidos a la Mansión Oechsler- presento su casa- ¿trajeron sus trajes de baño?

Así que así se apellida. Cuál traje de baño.

-Nosotras no traemos- replico Diana.

-¿Dónde está Bruno?- pregunto Dereck.

-Al rato llega, creo que vendrá acompañado.

Eso dolió, sería genial que esa compañía fuera yo.

-Y los chicos.

-Están dentro de la mansión.

Caminamos todos hacia donde estaban los chicos.

-Ustedes adelantase, Sara y yo nos quedaremos aquí.

Me miro demasiado y por fin fraccionó.

-Nunca me pude disculpar- se arrodillo- LO SIENTO.

-Ya es muy tarde.

Se paro y se acerco mucho a mí.

-Sabías que eres hermosa.

Estaba tan cerca que podría jurar que si daba un mínimo paso estaríamos besándonos.

-¿Por qué siempre tienes que estar sin ropa?- Bruno grito enojado y celoso.

-Que oportuno.








Quisiera que me amarás ( En edición)Where stories live. Discover now