lo saben mis zapatos.

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No quiero olvidarme
No quiero escaparme
No quiero pensar que fue un delirio

Yo, te quiero matar
Y no lo sabe nadie
No lo sabe nadie
Te quiero matar de amor
Y no lo sabe nadie, nadie
Nadie puede imaginárselo

Es justo después de  saber quien es el Kamina.

Derek está ahí siendo ahora el Alfa, tratando en conseguir una nueva manada.

Teniendo a Isaac, Erica y Vernon, consiguiendo poder, tratando se sonar tan temido como alguna vez lo fue el apellido Hale.

Y aún así esta más vulnerable que nunca.

Porque por primera vez desde que se ha incendiado la mansión, realmente no tiene nada ni nadie que lo sostenga, ahora es él quien tiene que cargar con los demás. O eso se repite una y otra vez mientras su lobo jala de él.

Pero es inútil, porque a pesar de que la luna le ha dado el regalo más grande que le pueda dar a un lobo, Derek no lo reclamara.

Porque no lo merece. Ni nunca merecerá algo tan bueno y puro como Stiles.

Stiles.

Si el mundo fuera un color, sería Stiles.

Si la risa fuera un recuerdo, sería Stiles.

Si la vida fueran unos ojos serían los de Stiles. Y sin lugar a duda los humanos tuvieran constelaciones serian los lunares de Stiles.

Derek quiere ir, olerle, marcarlo, besarlo, adorarlo y luego, cuando Stiles le acepte, si lo acepta, Derek quiere contemplar sus lunares, y si Derek pierde el sueño entre esas estrellas, sería la primera vez en mucho tiempo que pierde el sueño de tanto ser feliz.

Pero no, Derek ha hecho demasiadas cosas malas como para merecer a ese adolescente hiperactivo con una verborrea increíble.

Derek esta bien con lo que tiene, verlo a la distancia suspirar por Lydia Martín, pelear con él por cosas sin sentido, disfrutar en silencio de las muecas de Stiles, de ver a Stiles investigando.

A veces Derek siente que de verdad lo ama  y para equilibrar un poco las cosas también lo odia.

Y Derek le quiere matar, y no lo sabe nadie.

Derek realmente detesta la manera en la que Stiles defiende a los hombres lobo, con tanta fiereza y nadie puede imaginarlo.
Ahí está Derek escuchando como Stiles diferencia a un mounstro como el Kamina a su especie.

Y solo no puede parar de verlo con ojos de adoración y odiarlo porque Stiles se acerca a él, le reta sin ser consciente de como es posible que se le permita y Derek no hace nada, nada de todo lo que pudiera hacer.

Y Derek le quiere matar y nadie puede imaginarselo.

Derek quiere huir porque a veces la cercanía le quema, y no se aguanta y pierde el control, entonces se encuentra a si mismo gruñendole a Stiles, empotrandolo contra la pared, tratando se acercarse para tomar lo más que pueda, lo único que siempre tendrá.

Esta cansado, realmente cansado de correr, de pelear, de luchar, de gritar, y una mañana de primavera decide irse de Beacon Hills. 

Piensa que es la mejor opción y que no dejare muchos daños, porque esta cansado de soñar con Stiles, es agobiante tener incluso que despertar de esos sueños que lo mantienen tranquilo sabiendo que nada de eso es real ni nunca lo será.

Porque Stiles quiere a Lydia y Lydia algún día se dará cuenta de que quiere a Stiles.

Derek regresa, porque Derek siempre vuelve a su luna.

Y toma todo lo que puede, siempre, y es por eso que una noche cualquiera incluso después de lo del nogitsune.

Derek entra por la ventana de Stiles.

Encuentra al adolescente haciendo un poco de magia y Derek siente que su corazón se oprime.

Porque si el siguiera siendo el Alfa, entonces podría tener a un emisario poderoso y podría tener la manada que siempre soñó, con Erica, Boyd, Isaac, Jackson, Cora e incluso Peter.

Pero no puede.

— ¿Qué haces aquí? —pregunta Stiles.

— No podía dormir.

Se quedan en silencio por un momento, Stiles acostado y Derek recargado contra la silla del computador.

— Sabes. Hubieses sido un excelente emisario para la manada Hale — susurra Derek.

Stiles lo ve, y parece como si le hubiesen dado la peor noticia del mundo porque se hecha a llorar.

— Yo, yo — Stiles no puede respirar — me hubiese encantado ir detrás de esos cachorros.

El dolor en el pecho de Stiles es inmenso, donde duele Erica, Boyd, en donde duele la cara de sufrimiento de Isaac, en donde duele ver morir a Allison y Aidan.

— Pero no la quiero.

Derek lo observa sorprendido.

— No quiero esto, no si puedo hacerle daño a alguien, a mis seres queridos, quiero seguir siendo un humano, Derek. Y quiero, quiero volver a ser insignificante.

Stiles llora. Y Derek no puede.

— Nunca fuiste o serás insignificante, con o sin magia, eres la persona más poderosa y valiente que conozco.

Stiles lo ve por un largo tiempo hasta que el sueño lo vence.

— Gracias lobo amargado.

Susurra antes de quedarse dormido.

Y cuando despierta, se repite que solo fue un sueño y llora un poco más.

Y Derek desde el otro lado de la calle llora, y se le rompe el corazón.

Y quiere matar tanto a todo el mundo y no lo sabe nadie.

Y corre fuera de Beacon Hills, pero nunca puede salir, porque el lazo lo sostiene desde hace muchas noches cuando conoció a Stiles.

Musubi. // SterekWhere stories live. Discover now