Waffles y bolsas

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Estar con Sam implicaba tener el sabor y el olor de huevos verdes con jamón todo el tiempo, algunos pensaran como le hacía Guy para no cansarse del sabor, sencillo, no lo hacía, si estaba cansado. Y es por eso que al ser último en levantarse fue el último en enterarse.

-¡Waffles!- escuchó gritar a uno de sus sobrinos, después el aroma penetro su nariz y automáticamente el hambre se devoró su estómago.

《mh, Waffles》

El mayor de los hermanos Am I atendía las órdenes exigentes de sus pequeños adictos a los waffles mientras que el resto de la familia I am se encontraba desayunando con tranquilidad, café, chocolate, miel, algo un poco quemado y eso era todo lo que se podía oler tanto la cocina-comedor.

-¡Hey Guy!- saluda en alto Sam agitando la mano, el segundo acto fue Sam señalando la silla que apartó junto a él y el tercero fue un dormilón Guy sentándose a comer/conversar.

Karen con un discreto y leve golpe interrumpe su marido quien llevaba a la boca un delicioso pedazo del pan.

-Oh...Mmh ja cariño ¿escuchaste la noticia?- la pregunta fue lanzada y eso significa que todos prestaran atención, incluyendo Guy.

-¿Cuál querido?- Karen habla con tono engañosa pues suena dulce e inocente, Sam alza una ceja masticando su octavo waffle, ese clase de tono él conocía bien.

-Nuestro vecino Terrance ¿te acuerdas de el?- Bueno en por la mañana nos quedamos charlando un poco y el me conto que ayer su hijo les presentó a su novio- cuenta el marido I am con la atención de la familia, pero cuidado pues aunque él se vea feliz y tranquilo, sus manos están sudando de nervios. Esperaba que el guión que su esposa le dio hubiese sido dicho bien.

Karen I am ríe antes de tragar el trozo de waffle –Oh no lo sabía amor, creo que es algo bastante tierno-

-Lo es, aunque me pidió un consejo- dice y los Am I interesados están, Sam mastica tranquilo queriendo reír con fuerza pues él entiende a lo que intentan llegar los amables padres de su amigo (también del hecho de que Guy no termina de entender que intentan hacer)Bueno, un hijo se ama sin importar que haga, aunque tenga una pareja de su mismo Snerzo-

-Mamá tiene razón, somos una familia y la familia siempre se apoyara- aunque sus hermanos enterados del plan de su madre no estaban, fueron de gran ayuda, la conversación continua con el mismo rumbo con nuestros héroes y sus distintas reacciones; por un lado está Sam, conmovido por el gigante amor que se siente estar con los Am I y enternecido por la poca discreción que ejercían los padres de Guy para tocar el tema pero su Guy era tonto, bastante tonto como para estar inexpresivo con la conversación, Guy está en su mundo donde lo único importante ahora es lo pegajosos que están los waffles.

Karen bufa frustrada pues en ningún momento nota alguna señal por parte de su hijo menor, la conversación comenzó a desviarse gracias a Sam quien narra sus aventuras protegiendo animales desde que se unió a The Bad Guys, Guy mastica el panecillo con el mentón apoyado en su palma mirando a Sam sus ojos están entrecerrados y una larga sonrisa adorna su rostro, los rápidos cambios de expresión de Sam siempre eran algo que le gustaba ver, Karen piensa rebuscando cómo redirigir la conversación hasta que un nombre llega a su lengua.

-¡En ese momento Gluntz sacó la red y lo capturó! Después lo liberamos en el lago, fue muy conmovedor- termina de relatar Sam limpiándose una lágrima falsa teniendo encantados a los sobrinos de su compañero, Karen cucharea un poco su café para preguntar.

-Hablas muy emocionado de tu compañera Sam, dime ¿no has planeado tener algo con ella?- insinúa la señora Am I y ustedes pensaran "¡que descarado el de la mujer!" pero no, como ya antes fue mencionado la confianza entre Karen y Sam no ha hecho más que crecer como los dientes de un castor, así que ningún Am I piensa que la pregunta es bastante íntima, claro siempre siendo excepto Guy.

Café y chocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora