sentimientos.

72 2 0
                                    



Ya habían pasado cinco días desde que le había dicho a Mateo lo que siento y weón, seguía sin poder creerme que él igual siente lo mismo. Aunque, en estos días casi no hablamos, y en parte lo entiendo pues yo entendía que nuestra amistad ya no sería como antes.

Las únicas veces que hablamos fue en la cafetería, donde nuestros amigos se sientan en la misma mesa. Aunque yo siempre diga que no me importa que me hable, si lo hacía.

―Eu, ¿me estás dando bola?

―¿Qué? ―pregunte.

―Dale boluda, deja de mirar a Palacios.

―Andate a la chucha, Rumer. ―hable de volviendo mi vista a mi mejor amiga. Ella rodó los ojos y llevo su mirada a los chicos que se encontraban jugando a la pelota.― Me pregunto cuando se dignara a hablarme.

―¿No sé hablan? ―negué.― Pero luego estan hablando en la mesa, boba.

―Ajá, pero fuera de esa wea no me habla.

Rumer suspiro negando ante lo dicho. Yo igual me preguntaba cuando mierda me va a hablar el aweonao, sé supone que la que se tiene que hacer la difícil soy yo, weón, no él.

Después de diez minutos más, Manuel, Mateo, Valentín, Camilo, Eduardo, Mauro y Daniel se acercaron a donde estabamos nosotras. Mateo al verme me dirigió una sonrisa y siguió hablando con los cabros. Al pasar unos minutos se acerco hacía donde yo estaba.

―Che, te veo medio distraida.

―Bah, yo creo que vos sos el que no prestaí atención.

―Dale, ¿a que se debe tanta agresividad? ―me pregunto, como si quisiera hacerme enfadar una sonrisa apareció en su rostro y comenzo a jugar levemente con mi cabello.

―¿Enserio po? ―hablé medio fuerte causando que él diera un salto en su lugar ante mi tono de voz.― Llevas cinco días sin hablarme, ¿enserio pensaí que te voy a hablar como una weona después de tantos días?

―Vos sos la que no me hablas, tonta.

―Weón conchetumare, no voy a discutir con vos.

Me levante de mi asiento enfadada y comencé a caminar a las mesas que se encontraban en el patio. No sé ni porqué chucha le dije la razón por la que estaba enojada, soy una weona conchetumare.

―Dale Danna, no tenes porque enfadarte si igual no había nada que decir.

―¿Y eso que po?

―Que no tenes porque enojarte si todo lo hablamos ese día.

Yo asentí y murmure un "uhm". Seguí caminando a una mesa desocupada y cuando encontré una me sente, dejando a un lado todas mis cosas. Tome mi cuaderno de dibujo y seguí un el retrato que había comenzado hace dos días.

―¿Soy yo? ―me sobresalte ante su presencia a mi lado, inconscientemente volte a verlo, dandome cuenta que estabamos a centímetros de rozar nuestros labios.

―Yo...

―¿Vos?... ―elevó una ceja ante mi timidez.

―Si, sos vos, lo comencé hace unos días.

―Esta lindo. ―hablo acortando un poco más la distancia.― Como vos.

Entonces, cuando pensé que ibamos a juntar nuestros labios justo toco el timbre anunciando la última clase de la jornada escolar. Mateo soltó un bufido y rasco levemente su nuca, en cambio yo, mordí con nervios mi labio y volví a recoger mis cosas. Caminamos en silencio hasta mi aula, a mi por mi parte me tocaba Química y a Mateo Literatura, eran las únicas clases que él y yo no compartíamos.

―Danna. ―habló Mateo antes de que yo entrara a mi aula.

―¿Que pasa?

El hizo un leve puchero tratando de acordarse lo que iba a decir, en ese momento mi corazón latió muy rápido al ver la escena tan tierna que tenía frente a mi. Uy, conchetumare sueno re weona.

―Quería decirte que... ―se acerco más a mi y llevo su mirada hasta mis labios.― que de verdad no se que me has hecho porque todos los sentimientos que aparecen cada vez que estoy contigo me estan comenzando a dar miedo.

―Digo lo mis...

Me vi interrumpida por sus labios chocando contra los míos, nunca en mi vida había dado un beso tan torpe como el de ahora. Pero, apesar de lo torpe que fue el beso, un zoológico entero paso corriendo en mi estomago, dejándome con la duda si era por lo enamorada que me encuentro o porque lo que comí me hizo daño. Igual creo que fue por la primera opción, sin embargo, coman sano aweonaos, luego la comida de la tiendita hace alto daño po.

𝗛𝗢𝗡𝗘𝗦𝗧 ━━ 𝘔𝘈𝘛𝘌𝘖 𝘗𝘈𝘓𝘈𝘊𝘐𝘖𝘚Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt