Desesperado, tomo las manos de la pelinegra entrelazandolas con las suyas, la contraria se exaltó un poco - Soy yo, Garu- dijo el pelinegro, su sonrisa decayó, su voz se cortó a la vez que un nudo en su garganta se hacía presente.
- Garu... No puede ser verdad, tú te fuiste - contesto la chica incrédula, su sonrisa era forzada.
- ¿Enserio no me recuerdas?-
- Claro que te recuerdo - contesto cabizbaja. - Recuerdo... Que siempre huias de mi, recuerdo tu rechazo constante hacia mi, bueno, también yo era muy fastidiosa y lamento eso, pero ya no importa, yo estoy casada y tú... Bueno, no sé nada de ti... ¿Porque estás aquí?- pregunto con extrañes mirando fijamente al otro.
- Me creeras si... Te digo que estoy comprometido?- el azabache sonreía, pero la tristeza se notaba en sus demás rasgos faciales.
*¿Vino para decirme eso?* Se pregunto la chica mientras miraba con incredulidad al de negro.
- Es verdad, con la mujer más hermosa que hay en la faz de la tierra, con la chica más dulce y amorosa de todas, tú-
La pelinegra ahora tenía una cara de asombro, veía de un lado a otro rogando que fuera solo un sueño, era obvio que no se lo creía.
Mientras el pelinegro veía con amor y anheló a la más pequeña, está tenía un sin fin de ideas en su cabeza.
*¿Bueno y... Me echo a correr, lo golpeó, grito, salto, la ley del hielo, o que hago?*
Todo estaba en silencio, cuando los pájaros comenzaron a cantar, el cielo comenzaba entonces a iluminarce por el sol.
- Se que esto es raro Pucca, pero, ¿no crees que todo aquí lo es?, Es decir, recuerda con exactitud el día de tu "boda"?- pregunto el pelinegro haciendo énfasis en la palabra "boda".
La chica abrio los ojos, después de pensarlo, era verdad, no recordaba nada de los últimos meses, por eso se sentía rara, e incompleta.
- Pero, Leo...- Garu la interrumpió.
- Leo solo es un cómplice más de la familia Yotsuba - Pucca parecía sorprendida, pero no por lo que Garu acababa de decir, sino por la persona que se encontraba tras de el.
- Nunca te caí muy bien, ¿verdad Garu?- pregunto Leo con molestia. Al escucharlo, Garu coloco a Pucca tras de si, apegandola a su espalda en modo de protección.
Garu estaba sorprendido ya que su equipo no le notifico nada - ¡Pero...!- Leo lo interrumpió mientras sacaba una catana.
- No te preocupes por tus amigos, tu prometida Sayuri se está encargando de ellos-
Garu se congelo, no tenía ni idea de que su prometida Sayuri se encontraba en el lugar.
* ¡¿Yoan?!, ¡¿Kotoru!? Ellos no tienen la fuerza para hacerle frente, los va a matar* pensó Garu temeroso, ya se había enfrentado una vez con ella, poseía habilidades y dones exepcionales dignas de una princesa del clan Yotsuba.
- ¿Sayuri?- pregunto Pucca, ahora estaba más confundida.
- Perdona mi cielo, mi amiga se hizo pasar por la tuya, Ching nunca estuvo con nosotros de verdad- solto el de cabellos castaños.
- Esto abría sido más fácil si te hubieras desecho de ella - se escuchó la voz de una mujer detrás de ambos pelinegros, los dos voltearon a ver a la misma Sayuri, la katana que llevaba en su mano estaba pintada de sangre, mucha sangre.
- ¡Sayuri, que hiciste! - pregunto el de coletas con rabia.
- no te preocupes Garu, no mate a tus amigos, después de todo, no es lo que aria una buena prometida, solo, no creo que vuelvan a usar sus extremidades - después de terminar con una sonrisa, soltó una risa psicópata mientras recordaba el filo de su katana cortar la piel, seguido de los tejidos musculares y por consecuencia, la sangre chorreante que le daba satisfacción ver.

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Quedate conmigo (pucca y garu)
Fanfictionla historia continúa garu sigue huyendo de pucca, abio sigue haciendo a ching de lado etc, etc. todo cambia cuando las chicas pucca y ching crean un plan que al parecer sale perfecto.