Parte 1

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Quisiera decir que soy un chico normal de 16 años. Realmente quisiera, pero lo que me pasó hace unas semanas ha cambiado todo. No es normal ahora. No es normal que un chico de 16 años esté sentado en el suelo alegre de una guardería infantil, rodeado de niños que lo ven como si fuera uno de ellos, mucho menos vestido con solo una playera de La Patrulla Canina y un pañal. Sí, un pañal a punto de desbordar por mis incontrolables ganas de defecar y no poder contenerlo por más de dos segundos. ¡créanme que lo he intentado por días! Pero es imposible... ya me estoy resignando a ello. Solo lo dejaré ir, sin hacer un escándalo de lagrimas como siempre e intentar fingir que todo es normal. Por que sí, esta es mi nueva realidad.

¿Como comenzó todo? Pues verás...

Mi tía Amanda tiene una Guardería Infantil. Es una guardería muy exitosa en la ciudad en la que vive. Su éxito es tal que no recuerdo verla lejos de esa guardería, y ahora anda en planes de expandirla con sucursales nuevas a otra ciudades, entre ellas la mía. No es que viva muy lejos, a apenas 30 minutos de distancia. Aun así no teníamos gran contacto con ella, y mucho menos con mi primo; Danie, que es un par de años menor que yo, tiene 14 años.

Mi tía, debía su éxito a Danie, el bebé de la guardería. Literal, me daba pena ajena reconocerme como su pariente, por que era él quien protagonisaba los comerciales de la guardería, fingiendo ser un bebé cuidado por mi tia o otra de sus empleadas, con pañales y toda la cosa. Cuando ibamos de visita, me gustaba molestarlo señalando los enormes carteles promocionales de la guardería en donde salia, aparentando de forma perfecta 10 años menos que los que tenía.

Bebé Danie, ese era él apodo que yo le tenía cada que iba de visita obligatoria con mi madre. No es que yo fuera un bulling ni nada, pero es que era algo tan gracioso. Danie asentía y se divertía también con la cosa, estoy seguro de que sabía que era una broma. Hasta que un día, que me quedé a dormir en casa de mi tia, y en su habitación, yo me levanté más temprano que de costumbre y medio dormido entré al baño. Supongo que no me di cuenta de que las luces estaban encendidas, la puerta estaba fallando, supongo, por que ahí estaba Dannie quitándose un pañal mojado.

Bueno, ahora sé que no era un pañal mojado, era un Goodnite mojado, casi un pañal, pero muy diferente. Ahora creo me excedí con las burlas. No pude dejar de reír mientras su cara se ponía roja y me sacaba a empujones del baño. Soy terrible y ahora lo sé. Quizá tenía un problema nocturno o algo, recuerdo que lo molesté por semanas y hasta meses. Duré mucho tiempo sin verlo, cuando mi tía invitaba a mi madre a su casa, ya no me invitaban a mi. Mi madre decía que podía quedarme en casa solo, que ya era mayor para eso. Una parte de mi sabía que era porque Dannie ya no quería verme y otra parte quería ir solo para seguir molestándolo.

Pasó el tiempo y mi tía abrió una nueva sucursal en mi ciudad, recuerdo que hasta usaron un viejo comercial en el que salia Dannie paseando con pañales enormes en un parque de juegos. Era tan hilarante, quería gritar a todo el mundo que ese tonto bebé falso era mi primo, pero al mismo tiempo lo callaba por pena ajena. Mamá estaba feliz por el éxito de su hermana y yo también. Aunque era ajeno a todo eso, hasta que luego pasó lo inesperado...

¡Mi banda favorita anunció fechas en mi ciudad! No me lo creía y yo estaba tan emocionado. Hasta hacia poco también había empezado a salir con una chica de la secundaria, mi madre no estaba muy de acuerdo con que yo tuviera novia "tan joven", pero es una sociedad moderna y tuvo que aceptarlo. Ella era tan fanática de esa banda como yo y quería esos boletos para impresionarla y celebrar nuestro aniversario. Así que recurrí a mis pequeños ahorros, solo para terminar rogándole a mis padres que me prestaran algo de dinero.

—¡Por favor! ¡Mis calificaciones son muy buenas! ¿No puede ser un regalo de cumpleaños adelantado?

—Sé que eres bueno en la escuela. Pero ya sabes lo que piensa tu madre de los conciertos...

El Chico nuevo de la guarderíaKde žijí příběhy. Začni objevovat