Kyoko

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Yo era feliz hasta que morí y me di cuenta de que ella siempre había tenido razón. ¿Por qué las personas te dicen qué hacer y no te explican el por qué? Si al final no cumplimos hasta que comprendemos y perdemos toda una vida en lograrlo. Mi nombre es Kyoko, soy especial en varios sentidos, y aunque eso parezca una bendición, déjame decirte que no es para nada así. Creo que soy importante, porque si no fuera así, no seguiría aquí... encerrada en este jardín que cuido tanto como si fuera un único amigo, porque en efecto, lo es. Hace mucho que estoy atrapada aquí, tengo un supuesto don que me hace muy poderosa y me convierte en un arma definitiva y de doble filo que no me permite recordar siquiera la razón. Tengo una única aliada, su nombre es Solange, ella me dice que soy peligrosa, tanto que debo odiar o alejarme de todos. Yo, la obedezco porque la aprecio, aunque solo puedo recurrir a la primera opción utilizando su valiosa ayuda, ya que nunca he visto a nadie en persona. 

Hasta ahora, Solange me ha hecho saber que los de afuera no me quieren y desearían que yo no existiera, que están furiosos y no me permiten verlos porque les doy asco, ella cree que con eso hará que yo los odie, pero en vez de eso solo me ha dado más curiosidad saber acerca de sus motivos, comienzo a temerme, a sentir lástima y tristeza. Pero es entonces cuando ella llega de visita y me pide que me aleje un poco, me deja unas cuantas semillas y me deja sembrar unas cuantas flores en el jardín que ella construyó solo para mí. Con esos actos maravillosos, ella ha logrado ganarse mi respeto y obediencia, después de todo será la única persona con la que conviva hasta que ella decida hacer peligrar a todos los demás.

El secreto de los antifaces blancosWhere stories live. Discover now