Capítulo dos

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KyungSoo amaneció solo en su cama matrimonial. Frotó sus ojos para aclarar su visión mientras se acomodaba en la cama para sentarse. El reloj a su lado indicaba las siete y media de la mañana, bastante temprano para ser sábado y no encontrar a su esposo a su lado. La puerta del baño se abrió dejando ver a un JongIn muy húmedo, secando su cabello con una toalla y otra amarrada a su cintura.

—¡Oh! ¿Estás despierto? Creí que estaba siendo silencioso —dijo el moreno, dejando la toalla sobre su cuello para luego caminar hacia la cama.

—¿A qué hora llegaste ayer? —preguntó somnoliento.

JongIn lo vio bostezar y sonrió, se le hacía muy tierno. —¿A las 10 pm? Llegué tarde... Lo siento. Te lo compensaré, ¿quieres salir a comer hoy?

KyungSoo asintió. —¿A dónde vas?

—Tendremos una reunión en la oficina por las cosas que quedaron inconclusas ayer —explicaba mientras acariciaba su rostro—. Solo será hasta el mediodía, después soy todo tuyo.

El pelinegro arrugó el ceño e hizo un tierno puchero. —Siempre lo eres —aclaró—, a todas las horas del día.

JongIn se rio y lo atrajo hacia su cuerpo para abrazarlo fuerte y darle besos en la coronilla.

—Lo sé, amor pero hablaba de tenerme físicamente para ti. Volveré pronto, lo prometo —su esposo asintió con los ojos cerrados—. Ahora vuelve a dormir, nos vemos más tarde.

Y KyungSoo cayó rendido de nuevo en un profundo y cálido sueño.






***

Te lo digo KyungSoo, necesitamos hacer ese viaje antes de que los pasajes caduquen. Juro que si los perdemos voy a matar a alguien.

KyungSoo se rio. —¿No fuiste tú el culpable del cambio de fecha?

—¡Lo sé, Do KyungSoo! ¿Puedes estar de mi parte por una maldita vez?

—Cálmate Byun, solo estoy señalando un hecho.

KyungSoo escuchó un gruñido a través de la línea.

—Bueno, da igual quién sea el culpable, el hecho aquí es que debo usarlos antes de que caduquen. ¿Qué te parece ir a esquiar a Pyeongchang? —sugería el otro con notoria emoción en su tono de voz—. He visto las fotos de ese lugar y es precioso.

Pero KyungSoo no estaba seguro de eso. —Ah... esquiar... Suena algo peligroso...

—¿Cómo va a ser peligroso si vas a estar cubierto de pies a cabeza? —le aseguraba—, es decir, no vamos a hacer esquí profesional, solo vamos a jugar un poco. Y, de todos modos, ¿cuándo te volviste tan cobarde?

KyungSoo no sabía cómo explicarle a su amigo que no podría esquiar porque estaba esperando un bebé dentro de su pancita. No le diría nada hasta que hablara con JongIn y eso podría ser hoy día, así que decidió armar una excusa tonta por ahora y explicarle luego.

—Oye Baek, lo decidimos luego, ¿te parece? Tengo que alistarme para salir con JongIn.

—Está bien, pero no alarguemos esto más, por favor o me volveré loco.

—De acuerdo, ¡nos vemos!

Tiró el celular al mueble y se echó sobre éste para descansar. Últimamente se sentía más agotado que nunca, Jihyun, su ginecóloga, le había dicho que los primeros meses sentiría mucho sueño, además de las náuseas matutinas. Y hablando de ella, la próxima cita sería la semana que venía, y planeaba ir con su esposo, así que tendría que apurar esa confesión.

KyungSoo tiene algo que decir  ❝καιѕοο⁀➷Where stories live. Discover now