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Pestañeo hasta lograr acostumbrarme tenuamente a la luz, el viento golpea contra mi rostro y veo los árboles pasar con velocidad a mi alrededor en un sencillo borrón.

Mi cabeza me duele y la luz solo lo empeora con punzadas agudas.
Puedo sentir una mano firme que rodea mi cuerpo con fuerza y girando a ver hacia la persona puedo ver hebras azabaches moviendose por la velocidad y luego nuevamente oscuridad y silencio.
.
.
«No. No. No»rechazo con fuerza en mi cabeza.

Alcanzo abrir los ojos y sentarme de golpe con la respiración profundamente agitada.

—¡Ahh!

Un grito con voz desconocida y alegre llega a mis oídos.

Primero mi vista capta un techo de madera igual a las paredes, ventanas con cristal que muestran el cielo azul mostrando que aún es de día.
Y en mis manos, siento una tela suave y cálida que me cubre con cuidado.

—Es genial que hayas despertado —habla con voz nuevamente animosa.

Con cuidado giro mi cabeza para lograr topar con la suya, para saber de quién trata, de quién viene la voz.

Un chico, cabello rubio enmarca su rostro, tez palida palida y orbes color cielo me observa con asombro. Descubro que viste una chaqueta marron, pantalones blancos, botas marrones demásiado largas y un extraño objeto en su cintura que con cintas rodea parte de cuerpo. Por instinto se endereza en la silla donde está sentado.

Entreabro mis labios—Etto...

El viento logra filtrarse y chocar contra mi cuerpo, viendo sobre mi la remera negra únicamente. Siento el cuello extraño y vacío. El cuerpo adormecido, la cabeza palpitante.

«¿Qui-en... Quien es él?¿Donde estoy?»mis mejillas se tornan cálidas ante su mirada y mis manos se sujetan a la sábana delgada para cubrirme.

Sus mejillas por un segundo parecen sonrojadas como las mias y sus ojos cristalinos por mi acción.

Hay algo que me dice que no debe temer pero tampoco bajar la guardia.

Se coloca de pie y cubre parte de su boca—Perdon, tengo que avisar que despertaste —declara sin verme directamente, da vuelta en sus talones para salir de la puerta de la habitación.

«¿Don-Donde estoy?¿Que... Que sucedió?»mis manos liberan la sábana y llegan a la altura de mi pecho.

Con cuidado mis dedos rozan una superficie fría y dura. El vacío desaparece y cierta tranquilidad invade mi ser al tacto.

Tardo en recobrar lo sentidos buscando el nombre del objeto que toco olvidando todo lo que me rodea.

«Mi protector»enfoco mis ojos sobre el emblema dibujado con detenimiento.

Pasos resuenan sobre el suelo que se acercan.

«Son dos...»calificó por el ruido.

Apresurados y constantes sobre la madera.

«Son... ¿Amigos...o Enemigos?»desplazo mis ojos a mis manos y las observo con detenimiento.
«¿Que debo hacer?»el cabello y sus mechones cubren mi rostro que vuelve a la normalidad.

En instantes distingo los pasos del mismo chico entrar a la habitación, seguido por alguien más, con pasos apresurados.

—Genial, dime, ¿Como te encuentras? —pregunta tomando lugar en la silla con rapidez.

«La voz de una mujer»aprieto mis manos, la ansiedad y desconcierto desean surgir con desenfreno.

Puedo percibir un gesto casual de la persona a mi lado. Mi cuerpo está alerta a cualquier acción.

Nuevo Mundo Where stories live. Discover now