Canción de un alma rota

Muriendo

Despierta. Contemplando una habitación oscura, estando acompañada, e igual sintiendo soledad y amargura. Y no desea levantarse. Porque la cama es su mejor compañía, aunque lo haga por cobarde. Y la hora llega, y hay que desperezarse, olvidar las comodidades y salir a estresarse. Para luego volver al mismo lugar donde todo comienza, donde todo termina.

Y las penas regresan, trayendo consigo los mejores momentos que ha vivido en su corta existencia, pero no lo comprende. ¿Por qué los momentos más lindos son los que le hacen más daño? Y no hay respuesta a esa interrogante, y si la hay, no quiere saberla.

Y las penas traen consigo los recuerdos, pero te das cuenta que ya no es como antes, que mucho de los recuerdos ya se han ido borrando, poco a poco se han olvidado. Y notas que esas lindas memorias y los momentos tristes se comienzan a ir como las crías de sus nidos, para nunca volver. Y ves que todo se te está yendo de las manos, y que no puedes detenerlo. No quieres.

Y dejas que todo se vaya, y olvidas lo que quieres pensando en lo que mereces. Ves como se aleja. Te rompes. Pero lo haces solo, como siempre lo has hecho. En la misma habitación oscura donde dejas tus dudas y miedos, tu dolor y desasosiego. Es la misma habitación donde llegas y lo recoges todo nuevamente.

Y comienzas a armarte otra vez. Te esfuerzas porque todo quede como antes, pero te decepcionas cuando te das cuenta que ya hay cosas que no encajan, que hay piezas que se fueron, que se las robaron. Sin darte cuenta que con lo que te queda has creado una mejor obra de arte que la que ya tenías, que las piezas han armado otro rompecabezas. Notas que saliste de esa, que saldrás de otras y muchas más, que solo necesitas un toque de paciencia.

Y sé que seguirás tratando, ignorando todo el que se meta. Porque sabes que son tus pies, son tus tropiezos y cansancio. Es tu piel, son tus cicatrices. Y comenzarás a hacer cosas que te hagan feliz, recordando que la vida es muy corta para gastarla en otras cosas. Y poco a poco la felicidad brotará, el amor llegará, los tiempos mejorarán, algo parecido a lo perfecto. Y sabrás que, es bueno tomarse su tiempo, alejarse de donde no te sientes completo.

Ella. Despertaba cada día añorando que nada de lo sucedido sea cierto, ya lleva días sin dormir, apenas le dan deseos de comer. Quisiera devolver el tiempo y ver tantas cosas que en su momento no quiso ver, y otras que viéndolas cerraba los ojos y se imaginaba algo que no podía ser.

Le encantaba refugiarse en la fantasía y vivir un lindo cuento de hadas; hasta que llegaba a casa y  el telón bajaba. Entonces el espectáculo terminaba y no era necesario seguir fingiendo ni haciendo dramas. Y cuando llegaba a su habitación sentía que volvía del trance en el que estaba mientras engañaba a todos con su hermosa sonrisa y linda cara.

Ahí era ella, ahí no había mascaras.