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Los días habían pasado, ya llevaba una semana desde que las chicas volvieron a hablar con Kara. El equipo estaba de vuelta. Era domingo y Kara estaba husmeando en la ropa de Barry, ya que había una caja en el mueble y Barry le pidió que ella le encontrara.

-¿Por qué no buscas con tus poderes?-. Preguntó mientras la veía, sentado en su cama.

-Es divertido ver tu ropa, sobretodo tu ropa de bailarín-. Contestó entre risas, sonriendo mientras admiraba la ropa... O se burlaba de ella en silencio. Estaba tan concentrada que ni se enteró que Barry la había lanzado hacia la cama y le empezó a hacer cosquillas. -¡O-oye!-. Exclamó ella, mientras empezaba a reír a carcajadas. Él estaba sonriendo mientras la veía reír, mientras le hacia sombra, resaltando su silueta con la luz de techo, de fondo.

Dejó de hacerle cosquillas y se sentó a su lado. -Deberías reír mas. Te ves linda sonriendo-. Dijo con un tono dulce, haciendo que la rubia se sonrojara y mirara a otra parte con el rostro fruncido.

-N-no soy linda...-. Tartamudeó nerviosa, y se sonrojó aún más, al notar los brazos del chico rodeándola en un abrazo, desde atrás. Rió un poco ante su reacción y apoyó su barbilla en su hombro, mientras la veía.

-Enserio eres linda. Y tengo algo que te animará aun mas-. Concluyó, le dio un beso en su mejilla y se separó de ella, yéndose a buscar algo en su cocina, dejando a la alienígena sola.

Después de pocos minutos regresó con tres pequeñas cajas entre sus manos, pues estuvo en todo el recorrido pensando e imaginando momentos en los que podría pasar con Kara y haciéndola feliz, así que no se preocupó en usar sus poderes.

-Te tardaste mucho. Por poco diría que perdiste tus poderes-. Dijo y rió un poco mientras lo veía pasar por el marco de aquella puerta.

-Lo siento-. Rió entre nervios, mostrando un leve sonrojo y se sentó junto a ella. Le acercó una caja y la abrió, notando la alegría en sus ojos de cachorro.

-¡Donas!, ¡Adoro las donas!-. Exclamó emocionada, casi gritando, para tomar una y saborearla con gusto. La kryptoniana iba a voltear y tomar otra, pero fue sorprendida por los labios de Barry sobre los suyos, un beso pegajoso y dulce. Ella se separó después de un rato y puso un gesto molesto en su rostro, sumado a su leve sonrojo.

-A mi me encantas tu. Creo que me gusta más sin el glaseado, es más puro, mas tu-. Dijo relamiéndose sus labios. Sonrió y se acerco nuevamente, tomándola de las manos para besarla y empezar a limpiar lentamente sus labios usando su lengua, haciendo que la rubia se estremeciera, y quedara peor que su capa. -Delicioso-. Gruñó levemente. -Quiero hacerlo otra vez-. Dijo soñando despierto, mientras se perdía en aquellos ojos azules que representaban al espacio mismo.

Pasaron el resto de la tarde dándose mimos, haciendo que Kara se maldiciera por no poner resistencia y varias cosas más. Incluso, Barry disfrutaba jugar videojuegos con ella, la hacia enojar al perder, cuando ganaba se ponía eufórica mientras festejaba su victoria. Fue divertido pasar tantas horas juntos. Hasta había algo de picardía de parte de ella también, poner nervioso a Barry se le hacia bastante divertido.

Al día siguiente.

A medida que pasaba la mañana, Barry y Kara se la pasaban comiendo rosquillas con café, incluso les gustaba competir entre ellos. A Kara le encanta burlarse de él, diciendo cosas como "¿Y tu te haces llamar el hombre más rápido que existe?" o incluso "Bien jugado, Flash". Así gastaban tiempo y en los últimos minutos fueron corriendo hacia la escuela.

Zee estaba viendo productos para el cabello en distintas tiendas online a través de su teléfono, mientras Barbara estaba a su lado viendo la posibilidad de que pasen distintas cosas y puedan ser heroínas en distintas situaciones.

La Noche Asciende - DC SuperHero Girls 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora