IV: LA VERDAD ESTA CERCA

2.2K 163 108
                                    

Cuando Aiko se quedó en ese parque en espera de estar sola e irse y llego el señor Okogi y le pregunto cómo estaba, la salvo de un hombre que estaba listo para dormirla y llevársela a sabrá dios donde y para hacerle qué cosas. La señora Wen se acercó a ellos con su pequeño hijo y le explico la situación con expresión natural y la invito a hacerlo también para no alertar al hombre. Cuando ese depravado se percató que un policía se le acercaba pego carrera y se perdió de vista junto al oficial.

Era obvio que no pensaban dejarla sola así que insistieron en llevarla a casa pero ella se negó diciendo que no quería. Cuando mostro actitud de irse corriendo en dirección de azar el señor Okogi le invito a su casa a cenar. Se suponía que tenía que decir un sonoro NO. Solo que el haberla protegido de ese... ese hombre les dio puntos de confianza.

Tenía dos opciones quedarse allí y arriesgarse a cualquier pervertido o seguir a esa familia y comer algo. Elegir entre estar en la fría calle o dentro de una casa caliente. Era obvio, acepto la invitación y con timidez los siguió. Ling le cogió cariño y confianza como lo hacía un niño de cuatro años y se colgó de su brazo primero llamándola hermana mayor. Le gustaba que le dijera así pero el dolor de su reciente descubrimiento le hizo pedirle al pequeño Ling que le dijera si quería amiga pero no hermana mayor.

Wen parecía preocupada por ella y aun así respeto sus deseos de no decir nada. Llegaron a la casa que estaba relativamente cercas de la suya y entraron con ella como si fuera cosa de todos los días. Comieron y rieron con algunas anécdotas divertidas de los tres. Aiko escucho y participo con la intervención adecuada y mínima. Parecían de verdad felices por tenerla allí, cosa que le clavo más fondo aquella frase de Wang:

"No mereces el cariño de nadie. Si todos supieran que eres la hija no deseada de una aventura nadie te querría."

Tan pronto como el señor Okogi le comenzó a contar chistes, decir datos extraños y compartirle una vivencia de joven ese comentario horrible de ese niño idiota se esfumo. Ya no importaba, ellos no sabían de donde venía y aprovecharía su calidez.

El estómago le dolía de tanto que había reído en esas dos horas de juegos. Le habían dicho que se llamaba charadas y que era un juego extranjero, pues era bueno, estaba en el equipo de la señora Wen e iban ganando por dos puntos. El señor Okogi parecía tener problemas con explicarle a su sobrino que tenía que hacer las mímicas pertenecientes a lo que le toco en el papelito y no a sus personajes de series japonesas.

Ling logro entender el punto y eso les valió a las mujeres la pérdida de su primer lugar y pasar al segundo por tres puntos. La señora Young tenía esa expresión de maestra seria sobre ella y en vez de sentirse intimidada estaba emocionada. La señora le demandaba concentración porque la consideraba parte del equipo y un apoyo grande, esa sensación en un niño es el motor que impulsa su ego y autoestima. Aiko pago su confianza con el empate del equipo. A las diez y media de la noche el pequeño Ling Sheng quedo dormido en el sofá con esa expresión tranquila y agradecida.

Su madre lo cargo y tras rechazar la ayuda del señor Okogi se despidió de Aiko también, ella quería dormir. Le insistió quedarse a dormir y que podía irse en la mañana luego del desayuno. Su nuevo amigo se despertó un poco y al oír que Aiko quería irse trato de convencerla con su vos adormilada.

-Quédate... sería divertido si te quedaras siempre, ¿sabes? Yo... necesito una amiga... -comenzaba a roncar y de un brinco volvió a recuperar un poco la lucidez. –Además el tío Yu también tiene una hija, podríamos ser amigos los tres... o podrías volverte... mi hermana si no quieres estar con tus padres... -y se quedó dormido.

-No estamos obligándote a quedar esta noche pero si nos gustaría. Es tarde y podría pasarte algo. Considerando a tu pobre madre preocupada puedes llamarla y mañana a primera hora te llevaremos a casa. –dijo Wen subiendo las escaleras. –Eres libre de elegir.

FALTABAS TÚWo Geschichten leben. Entdecke jetzt