EUPHORIA || MATT MURDOCK (EDITANDO)

¿Justiciero?

Narra _____

Era una noche normal en el hospital general cuando un tirador solitario entró y comenzó a disparar a la multitud. Se informa que trasladaron a muchos pacientes a otros hospitales. Los investigadores dicen que se trata de un acto premeditado y están llevando a cabo una investigación exhaustiva para determinar los motivos detrás de este terrible suceso..

Apagué el televisor de forma brusca, sin preocuparme por escuchar la conclusión de la noticia que había quedado suspendida en el aire. Ni a mí ni a Mahoney nos habían requerido para realizar pericias en este día, ya que oficialmente era nuestro día libre, pero mi mente no estaba en sintonía con el descanso.

El silencio que siguió al apagar el televisor fue ensordecedor, como si el mundo hubiera sido sumergido en un profundo abismo de incertidumbre. A mi lado, los informes apilados se alzaban como torres de misterio y desafío, esperando ser descifrados. Sabía que dentro de aquellos papeles podían estar ocultas las respuestas que tanto ansiaba, la clave para resolver el enigma que me había acosado durante este último tiempo entorno al tirador desconocido.

Mi móvil comenzó a sonar, rompiendo la enigmática burbuja de concentración en la que me había sumergido. Durante unos segundos, observé el nombre de Foggy en la pantalla, y un escalofrío recorrió mi espalda. No era común que mi mejor amigo me llamara de manera tan urgente a estas horas, lo que despertó una inquietud inusual en mi interior. Sin dudarlo, contesté de inmediato, pero mi voz apenas logró escapar en un susurro tenso al otro lado del auricular.

-¿Foggy? - mencioné con suavidad. Esperaba oír su voz tranquilizadora y jovial, pero en lugar de eso, su tono estaba cargado de desesperación, lo cual me alarmó aún más.

-Necesito tu ayuda - dijo Foggy, y sus palabras resonaron en mi alma como un eco siniestro. Al escuchar su súplica, me levanté rápidamente de mi lugar, sintiendo cómo la tensión embargaba cada uno de mis músculos.

-¿Ocurrió algo? ¿Estás bien? - pregunté ansiosamente, temiendo la respuesta. Mi corazón latía con fuerza, como si supiera que la noticia que estaba a punto de recibir cambiaría algo en mí para siempre.

-Yo estoy bien, es Matt... - pronunció su nombre con cierta vacilación, como si cada sílaba pesara una tonelada. Al oír aquel nombre, paralizó mi cuerpo por completo, como si los recuerdos y sentimientos que había intentado enterrar durante tanto tiempo se hubieran materializado de repente frente a mí.

-Foggy... - murmuré, luchando por encontrar las palabras adecuadas. El nombre de Matt evocaba una compleja mezcla de emociones en mí: amistad, lealtad, dolor y un profundo sentido de pérdida. Había sido mi mejor amigo y compañero, pero también se había convertido en una sombra del pasado, una herida que nunca terminaba de sanar.

- Sí, sé que todo entre ustedes acabó, pero antes de todo, éramos amigos. Prometimos protegernos los unos a los otros, sin importar lo que pasara. Tú prometiste protegernos.- Las palabras de Foggy retumbaron en mi mente, recordándome un pacto de amistad que habíamos hecho mucho antes de que las complicaciones y los desafíos nos separaran. A pesar del dolor y la distancia, él estaba asustado y necesitaba ayuda, y eso era suficiente para que olvidara cualquier renuencia.

Me quedé en silencio durante unos largos segundos, con mi mirada fija en la ventana mientras procesaba la situación. Las emociones encontradas se agolpaban en mi interior, pero sabía que tenía que dejarlas a un lado por el momento. Era hora de actuar.

-¿qué tienes para mí?- Tomé rápidamente las llaves de mi hogar junto con mi arma, preparándome para afrontar lo que viniera. Escuché las indicaciones de Foggy y asentí, aunque él no podía verme.

- Disparos en una de las azoteas, en la décima avenida - me informó, y sentí cómo la urgencia se apoderaba de mí.

- Te llamaré si encuentro algo, busca en el lado izquierdo de la avenida, yo en el derecho - respondí, sintiendo la adrenalina correr por mis venas mientras me preparaba para lo que estaba por venir.