Capítulo 25: Hijo

345 21 403
                                    

25-Hijo

**Sen**

Corro por los pasillos de la fortaleza tras haber oído el rumor de que mis hermanos caídos están aquí. No puedo creérmelo ¡¡Ukitake no me mintió, siguen vivos!! Y que hayan conseguido atrapar a Bya-nii ileso sin herirlo es toda una proeza ¡no puedo esperar más para verlos!!

- ¡Ah!!- jadeo cuando noto como alguien me rodea la cintura frenando mi carrera en seco y soy elevado hasta verme con la espalda en la pared y los oscuros ojos de Zangetsu atravesándome fijamente. Trago saliva mirándole tenso hasta que consigo reaccionar ignorando el olor tan masculino que desprende.

- ¿Qué haces? ¡¡tengo que ver a mis hermanos, es urgente! -

-Ahora no es el momento. Ellos duermen y hasta que Ukitake no decida nada, tú estás al margen-

- ¿Quién te crees que eres para decirme que estoy al margen? ¡tú no lo entiendes!! ¡¡para mí, mi familia es lo más importante!!-

-No lo pongo en duda, pero te he dicho que no- hincho los carrillos cruzándome de brazos como si fuera un crio enfadado y veo de reojo que eso le hace abrir los ojos sorprendido. Me ruborizo deslazando mis brazos para no hacer más el ridículo y chasqueo los dedos ante él para que reaccione.

-Por la cara que se te ha quedado, seguramente pensabas en mi antepasado y nos estás comparando-

-En absoluto. Tú eres mucho más infantil que él-

- ¿Cómo has dichooo???- le agarro del abrigo de cuero que lleva sin importarme la miradita de mala ostia que me está lanzando.

-En la Edad Media no teníamos tiempo para tonterías, nos hacíamos hombres muy pronto-

-Ya imagino como hiciste "hombre" a mi antepasado- le lanzo una miradita a su entrepierna abultada haciéndole jadear rabioso.

-Eres un insolente-

-Y tú un viejo espectro rey- observo el tic de su mandíbula reprimiéndose para no gritarme o incluso agredirme cuando veo por uno de los pasillos al fondo a mi hijo buscándome. Le doy una palmada para llamar su atención y él chilla emocionado cuando viene corriendo, aunque por mala suerte se choca contra una columna a mitad de camino lo que me hace jadear e ir hacia él al oírle gritar intensamente.

- ¡Hijo tranquilo!! ¡déjame verte!!- el pequeño se ha tapado la máscara con sus oscuras manitas y está retorciéndose en el suelo echo un ovillo. Vuelvo a tocarle, pero noto cómo su cuerpo arde quemándome la piel y Zangetsu me agarra de un brazo para echarme atrás.

- ¿¿Qué haces? ¡está sufriendo!!-

-Su máscara se ha partido. Si te acercas a él, te atacará en su momento de trance- abro los ojos desorbitados y veo cómo mi hijo está tirándose de la parte rota de la máscara mientras grita y solloza intensamente. Me muero de dolor al no poder hacer nada por él hasta que, con un alarido final, consigue arrancarse toda la máscara y por décimas de segundos veo un rostro humano que me deja sin aire.

-Ma...dre......¡¡madre!!-

- ¡Tensa! - antes que mi voz salga, oigo la desesperada de Zangetsu cuando se adelanta a mí y va hacia mi hijo para abrazarle fuertemente. Salgo de mi ensimismamiento cuando Ukitake aparece posando una mano sobre mi hombro y me sonríe tranquilizador.

-Oh dios...realmente eres tú...- escucho la voz ronca de Zangetsu la cual me pone los pelos de punta y más cuando mi pequeño, un hermoso niño que aparenta más o menos cuatro o cinco años, con unos hermosos ojos celestes y el cabello castaño como el de Zangetsu, se abraza a éste último sollozando.

"Tentación a medianoche"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora