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-Esto está jodidamente mal- admitió el castaño mirando lejos al bosque. Lydia suspiró y se quedó callada sin saber qué decir. Conocía a su amigo, ahora todo un hombre, agente del FBI, lo que quiso ser prácticamente desde que tiene memoria, y también... prácticamente el primer hombre en la historia que ha quedado embarazado.

Llevaba semanas encerrado en la mansión Hale, la manada no se ha separado de él haciéndole sentir lo más normal posible, pero Stiles sabía que nada era normal, ni siquiera Derek actuaba normal con él. Lo miraba distinto, no le tocaba muy fuerte, apenas y algunas caricias cuando estaba dormido o al despertar pero más nada, no le dejaba entrenar, limpiar o hacer ningún esfuerzo físico que implicara siquiera una gota de sudor.

Estaba harto, más que eso.

Pasado el mediodía Lydia se fue y Stiles al fin pudo respirar en paz. Con alguien de la manada rondando alrededor era muy difícil hacerlo. Todos olían lo que sentía.

-Estoy harto- dijo mientras bajaba las escaleras. Su papá no llegaría hasta la noche y seguro Derek llegaría poco antes que este –Estoy jodidamente harto de este mundo y de esta jodida manada y de este jodido bebé- dijo nuevamente casi gruñendo. Caminó hacia la cocina y al cruzar frente a un espejo del pasillo se quedó mirándose el perfil, su estómago no había crecido nada, en serio, estaba tan normal como podía estarlo y eso le aterró un poco. ¿Y si no era verdad y Derek se había hecho ilusiones por nada? –No- se dijo a sí mismo y acarició su panza yendo al refrigerador y quitando un tupper con pasta que Lydia dejó ahí para él -¿Por qué a mí?- se preguntó mientras la comida se calentaba. Solo podía verla ahí girando y se sintió con ganas de llorar. ¿Por qué él? –En serio tiene que ser una jodida broma- murmuró haciendo pucheros, intentando que las lágrimas no salgan.

-¿Muchos jodidos para muy poco tiempo, no crees?- Derek apareció en la cocina y Stiles se exaltó alejando las lágrimas

-¿Tienes hambre?- preguntó pero el mayor no contestó. Stiles sabía que había escuchado lo que decía –Derek yo...-

-Lo entiendo- dijo el moreno sin mirarle, en el otro extremo de la habitación –Eres demasiado joven, eres hombre, y...esto no estaba en tus planes. Pero por un segundo ¿Puedes siquiera pensar en lo que significa para mí?- pidió el lobo

-¿Para ti?- Stiles volteó a mirarle

-No es...no quise decirlo así- Derek intentó hablar pero Stiles el interrumpió

-No eres tú quien lleva un bebé en su vientre Hale- le dice y frunce la frente -¡Ni siquiera sabía que tenía un vientre!- grita y Derek se cubre el rostro frustrado –Dios... no lo odio pero...-

-Si pudieras elegirlo, no lo harías- finalizó el ojiverde y Stiles respiró profundo -¿Quieres que me vaya?-

-¿Irte a dónde Derek?- los nervios de Stiles aumentaron al escuchar el pitido del microondas sonar por tercera vez. ¡Ya sabía que su comida estaba lista!

-Puedo quedarme con Peter...-

-Dios, ni siquiera entiendes de qué se trata esto- le dijo dejando la comida a un lado -¡No quiero que te vayas! No quiero que nadie se vaya, todos están geniales y están siendo geniales preocupándose por mí aun cuando tienen sus propias vidas. Solo... hubiera apreciado que me lo dijeras, que me hablaras sobre esto y sobre esta posibilidad, que me dejaras decidir a mí también-

-No es como si lo hubiera hecho a propósito Stiles, lo sabes- Derek intentó acercarse pero el menor solo levantó las manos deteniéndolo –No creí que fuera posible hasta que sucedió- intentó explicarse

-Sí, sucedió, lo sé-

Stiles salió de la cocina y subió las escaleras para luego encerrarse en el cuarto principal donde dormía con el lobo. El poco apetito que llevaba se había esfumado. Y es que así eran los días desde que se habían enterado, casi no hablaban y cuando lo hacían simplemente discutían o contestaban con monosílabos.

STILES & DEREK © M-PREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora