Cap. 1

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Muchos podrían llegar a pensar, que aguantar 3 horas seguidas en la clase de física de la señora Ortega sin dormirse era una gran hazaña, hoy esta mencionando por décima vez en el trimestre escolar, las famosas leyes de newton, mis compañeros y yo ya las conocemos de memoria ¿Cómo no hacerlo si la arrugada, canosa, medio sorda y casi ciega señora Gladys Ortega, lleva repitiéndolas una y otra vez desde que entramos a 3er año? Pensé que estando en 4to año esto cambiaria, pero no, ya estamos a viernes 29 de noviembre del 2019, pronto acabara el año y todavía estamos con newton.

Aunque no sea su fan número 1 tengo que admitir, que su 3ra ley es muy interesante, ley de acción y reacción, muy extraordinario su concepto, un objeto "A" ejerce una fuerza sobre un objeto "B" llamada acción y el objeto "B" le regresa esa fuerza al "A" en un movimiento llamado reacción ¡FASCINANTE!

Me parecía fascinante la manera en la que esa ley no solo se podría aplicar a objetos, si no en personas, fue en ese preciso instante, cuando gire mi cabeza hacia la derecha tan solo un poco, encontrando a Lindsay Mason, una alumna nueva, que se inscribió tarde en el instituto por alguna razón que desconozco todavía, llego hace apenas 2 semanas, y se ha sentado todos los días desde entonces en el mismo asiento, en la primera fila de la derecha, 3er puesto, bastante cerca de la puerta de madera lisa hecha con pino que todos quisiéramos abrir ya.

Lindsay Mason la chica de cabello negro, gafas redondas, ojos verdes y piel bronceada, no había tenido mucha interacción conmigo, pero, si yo quería que ella me hablara, fácilmente podía aplicar el gran consejo de mi amigo Isaac Newton y hacer algo que llamara su atención, para que de esa forma me hablara y después ligármela.

¿Pero que podría ser ese algo? El tic, tac, tic, tac del viejo reloj analógico azul del salón y los 10 minutos faltantes para salir de vacaciones decembrinas me tenían estresado.

Aun con eso una idea cruzo por mi mente, casi me vuela la cabeza a pesar de su simpleza, Mark Andrews el hermano de una de mis mejores amigas Christina Andrews, iba a dar una fiesta y era obvio que yo estaba invitado, pero más que eso, Valeria, Astrid y Oriana las chicas sentadas alrededor de Lindsay, estaban invitadas y eso ya era algo a mi favor, no pude evitar esbozar un sonrisa de satisfacción.

-lo que me temía, la clase de la sr. Ortega ya te fundió las neuronas Ángel- voltee mi cara hacia la izquierda completamente para ver quien me susurraba, era Angélica "Angie" Green, mi mejor amiga, entramos al mismo tiempo en el 1er año de secundaria, como no conocíamos a nadie empezamos hablar y nos volvimos mejores amigos, un poco rellenita, tiene una estatura mediana, de cabello negro y piel morena con unos ojos color café brillantes y para acabar es parte del equipo de baile del instituto.

-tú también estás loca y no te digo nada-le respondí en susurros, mientras estiraba un poco mis brazos hacia arriba en mi asiento.

-sí, pero al menos yo no me río sola, a ver cuéntame el chiste, para reírme contigo, si no lo hago me dormiré aquí mismo-ella si es capaz de dormirse en plena clase, a pesar de ser una de las más inteligentes del salón y tener un gran promedio, incluso por encima del mío.

No le respondí nada, en lugar de eso, únicamente gire mi cabeza en dirección a Lindsay.

-¿es en serio Ángel? ¿La nueva? Déjala llegar, solo tiene 2 semanas aquí-dijo ella mientras movía su cabeza de un lado a otro en señal de negación.

-2 semanas ya están bien, además solo seré su amigo-respondí y le guiñe el ojo izquierdo.

-si claro como si eso fuera posible siendo tú-

-te tengo a ti ¿no? eres mi amiga-

-mejor amiga, porque cuando te conocí no eras tan así-dijo mirándome de arriba hasta abajo.

-oigan esto está muy aburrido ¿de qué hablan?-la persona sentada en el asiento delante de mí se había volteado a vernos a Angélica y a mí, era Edward Grace otro de mis mejores amigos, piel aceitunada, cabello castaño un poco largo para ser hombre, muy popular entre las chicas por ser el capitán del equipo de natación, a veces le gusta fastidiarme diciendo que es más alto que yo, cuando claramente somos de la misma estatura.

-Ángel se quiere ligar a lissie-le dijo Angie a Edward.

-Lindsay-la corregí.

-esa misma, para que aprenderme su nombre si seguramente te aburrirás de ella en un mes-

-eh porque quizás es tu compañera de clases-le replique.

-espera espera espera ¿quieres meterte con la nueva? ¿Qué paso con esa chica con la que salías, génesis?-Edward casi gritaba.

-la dejo hace unos días porque se aburrió de ella ¿no te lo dijo?-menciono Angélica.

Génesis era una chica de San Diego una ciudad al este de donde vivo, Angélica y Robert también viven allí, el caso es que efectivamente me aburrí de ella, es algo que pasa cuando tu nombre es Ángel Evans, cada mes siento que me gusta alguien y luego pum, dejo de sentir cualquier afecto por esa persona, es algo de locos, pero es así, nunca en mi vida me he enamorado de alguien.

Riiiinnnnggggg.

El tan esperado ultimo timbre del primer trimestre escolar, el cual señalaba la culminación de unos agobiantes 3 meses de estudio había sonado, todos nos preparamos rápido para recoger nuestras libretas y largarnos de aquellas aburridas cuatro paredes que nos hacían sentir como en una prisión.

Las vacaciones habían comenzado.

Diario de un patánWhere stories live. Discover now