Capitulo 10: Salvación divina

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El cielo y el infierno, dos lugares que, si bien, no podrían estar más distantes uno del otro, convergen constantemente en un mundo llamado "Tierra". El mundo de los humanos era el campo de batalla entre estas dos legiones desde hace miles de años.

La guerra era tan destructiva que sobre la superficie terrestre, quedaban muy pocos humanos con vida. Algunos murieron defendiéndose con lo tenían a mano, otros simplemente se vieron atrapados en medio de los brutales combates, sin tener a donde huir.

Tanto arcángeles como demonios, no sentían ningún remordimiento por las almas de una raza inferior. Pero existió una excepción a esta norma. Berethor y Luna, Demonio y Arcángel. El bien y el mal unidos por una causa. Evitar la inminente extinción de la raza humana.

Ambos dotaron a la humanidad de grandes conocimientos y artefactos divinos, pero no fueron suficientes frente a los ejércitos de ambas legiones. Tras ser derrotados en todos sus intentos, Luna lo comprendió. La única salvación, tendría un alto costo y en una de las innumerables batallas, Luna alzó su mano a modo de despedida hacia su fiel amigo Berethor y concentrando todo su poder, usó su cuerpo como una súper nova de resplandor divino, sellando de esa forma la entrada del cielo y el infierno. La tierra había sido liberada, quedando en su interior una amenaza más peligrosa que Arcángeles y Demonios juntos, denominada hasta hoy en día como "La humanidad".


Artista ilustrador: Greg Rutkowski

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