Capitulo 4: La verdadera mentira

19 3 0
                                    



Duda, sospecha, desesperanza, confusión, intriga, miedo, carencia existencial, odio, agonía, tristeza, como se puede decir todo esto en una sola palabra, en una simple frase que pueda abarcar lo que siento ahora mismo, no me conozco, me desconozco ¿soy yo real? o es una obra creada por algún Shakespeariano, esto es algo sucio una mancha en tu vida que por mas que te bañes no la vas a poder quitar.

Al ver la cara de mi hermana no puedo decir que este bromeando, su seriedad y su miedo te dan a afirmar de que el del problema soy yo...

Pero no, no es cierto, ella solo esta jugando conmigo, en un momento así ¿se atreve a burlarse?¿ a jugar conmigo? solo trata de aprovecharse, pero de que se va aprovechar de alguien con cierto problema.

-¡Para ya Samantha! -Le grite exaltado, un volcán de furia esta aullando dentro de mi. -Crees que es gracioso, te estoy hablando en serio por si todavía no lo has notado, ya me estoy hartando de estar dándole vueltas al asunto de lo que pasa Samantha.

Las pocas personas que habían al rededor dejaron lo que tenían que hacer solo para prestar atención a aquel drama que estaba sucediendo entre la mesa de dos personas que disfrutaban antes de una conversación algo agradable.

-¡Chris, cálmate! ¿que te sucede? Por favor para ya estas armando un alboroto en este lugar. -Decia tratando de hacer que un León no trate de morderla.

-¿¡Que es eso de que nunca me he casado!? claro que lo estoy o... Estaba, sabes que ahora mismo no lo tengo muy claro y no se como resolver las cosas y apareciste tu en la que puedo confiar ahora y me vienes con semejante ofensa. -Le decía mientras mis cejas se chocaban.

-Christian, espera no se de que estas hablando, no te alteres por favor, soy tu hermana y quiero ayudarte, solo dime ¿que esta pasando? -Ella bajo la guardia y trata de que yo de igual forma lo haga, somos seres humanos y racionales, somos capaces de entender la logica por lo cual nos convencemos de que las cosas suceden por algún motivo, se necesitan pruebas fundamentales para creer de que algo sea cierto y si ella necesita pruebas, las tendrá.

-¿Como que, que esta pasando? sabes bien de que estoy hablando mi esposa y mi hija de 6 años, ¡eso es lo que esta pasando! y ¡quiero saber donde están ahora!. -No se actualmente este pasando pero no se si el loco sea yo realmente.

-¡Christian por Dios! te he dicho nunca te has casado, has vivido solo desde que empezaste a trabajar. Bueno, entiendo, estas confund... -Decía mientras yo me levante de la silla como cuan animal esta listo para atacar.

-¡Basta! Ven, te lo mostrare, vayamos a mi apartamento allá esta la prueba de todo, acaso ¿¡me crees loco!? se que no recuerdo las cosas pero es irrefutable la verdad que esta en mi apartamento, ven ¡levántate y camina! -Le decía mientras caminaba hacia su auto mientras todos los individuos, nos acosaban constantemente para estar al tanto de lo que sucedía en ese lugar, al parecer me doy cuenta de que no solo es a mi a quien le importa mi vida, pero, solo hice caso omiso, me importa lo que piensen o quieran decir, se y estoy seguro al cien por ciento de que no aportaran nada de ayuda.

-Ella quedo sin palabras, recogió su bolso y saco su cartera, saco unos billetes y dejo el dinero en la mesa, me miro algo confundida y empezó a seguir aquel camino que conducía a la respuesta de aquel enredo.

Subí al auto y quede con mi mirada firme al frente, ella dio la vuelta al auto y no me quitaba la mirada de encima, encendió el auto y sin dudarlo se puso en marcha, el transcurso del camino fue silencioso hasta que ella tomo la iniciativa.

La mala broma de mi menteWhere stories live. Discover now