Don't Be Dramatic [Marinette x Kagami]

Armando un Destino II

—Hola Padre

—¿Que haces aquí?

—He venido a mi casa, esperando tu perdón. Has tenido ya tiempo de sobra, enmienda todo. Soy una persona, existo. Delante de ti ¿me escuchas? ¡claro que lo haces! estoy viva y jadeante de amor, remedia todo. Hazlo, en verdad hazlo no quiero escuchar tus malditos problemas de burocracia que bien te limpias el culo con cada maldito billete que llega a esta casa.

—Kagami— el mayordomo tomo el delicado brazo de la peliazul para llevarla de nuevo detrás de el, realmente temía por su seguridad, pero Kagami tomo ventaja una vez mas delante de el.

—Abstente Sebastian, por favor. Entonces ¿Padre?  ¿En cuanto tiempo volveré a existir? Digo, mientras comprar drogas, robar y hacer una enorme orgi....

—¡Silencio!

Todos tomaron su lugar de nuevo, los guardias de escolta salieron de inmediato, la palidez de su madre ya era anormal, lucia incluso muerta, desfallecida. Sebastian fue el único que permaneció ahí, impecable a la seguridad de la pequeña Tsurugi 

—Nada Kagami, nada justifica todo lo que has hecho, Manchaste el nombr...

—La misma mierda de siempre, ¿no sabes algo mas conmovedor? ¿mas llenador? porque eso de la familia y el honor hace mucho me dejo de importar. No te voy a reprochar absolutamente nada de lo que has hecho de mi vida, porque se que nadie mas que tu lo sabe mejor incluso cosas que no se que han sucedido bajo tu mandato. 

Kagami miro una ultima vez a su padre, recordando cada parte de el, los ojos tranquilos pero sabia que existía ahí una enorme tristeza. La madre lloraba incontroladamente sujetando la mano de su esposo, se giro repentinamente y camino con tal elegancia y belleza a la par de su mayordomo hasta la puerta.

—Adios— susurro en algo que pudo haber sido un fantasma, abrazo a Sebastian a lo que suponía seria una ultima vez. Te extrañare

—Y yo a ti pequeña, cuídate mucho

—¿No quieres venir conmigo? No tengo nada, pero quiero tenerte a mi lado

—Kagami, se que lo dices porque temes a lo que me vaya a hacer su padre. Nada sucederá, te lo aseguro. Estare bien, ahora ve y cuidate por favor. Te quiero

Sebastian beso la dulce mano de Kagami, ella sonrio y solto una pequeña lagrima antes de darse la vuelta por completo emprendiendo su camino a la casa de Marinette.

¿Estara ella haciendo lo mismo?

¿Alya la buscaba?

Tenia tanta confianza en ella que no penso dos veces, corrio cerca de cinco kilometros para llegar a la casa, corrio a la parte lateral para subir hasta el balcon de su amada. Marinette yacia dormida en su cama, y de alguna manera dejo abierta la entrada de su balcon hacia su habitación.

¿Lo sabia?

¿Me esperabas?

Ya llegue, he llegado. Fundidas por el corazón, sometidas a una extraña sensación

El drama me ha abrumado, he caído ante ti, he vuelto a ti.

De nuevo nos hemos tomado la mano, sentada al pie de tu cama

Te admiro.

Te beso tu meñique.

Has despertado, tus ojos deslumbran felicidad llena y eterna, ¿que tienes pequeña?¿acaso no puedo ser suficiente para ti esta noche?

Esta noche no, ni mañana ni hoy. Eres suficiente para mi en toda la vida, te quiero. Desesperadamente te quiero, ven a mi alma solemne el espejo inverosímil me mira pero estoy sintiendo que estas a mi lado, y es ahí cuando me doy cuenta que cargas en tus pies lo que no en tu espalda, tristeza inmunda.