Conociendo a la familia

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Día uno.

Todo transcurrió con normalidad esas semanas. Cuando llegó el día del vuelo ya teníamos todo listo, casi no empaqué nada en la maleta ya que tenía algo de ropa en la casa de mis padres. Un taxi nos llevó al aeropuerto y recordé la primera vez que había viajado a Londres, tenía quince años en ese entonces. Mientras caminábamos por los pasillos hacia el avión sentí como la mirada de varias personas se clavaban en mí, pero me di cuenta de que yo no era el centro de atención sino mi acompañante.
- Debe ser incomodo que tanta gente te mire así- dije casi susurrando
- Al principio pensé lo mismo pero te acostumbras
Un flash se alcanzó a percibir a lo lejos.
- Creo que seremos la portada de alguna revista
- Será mejor que le demos una buena pose
Tomó mi cintura y me plantó un beso en los labios. Pude ver el flash de nuevo por el rabillo del ojo.
Subimos al avión, yo con una sonrisa tonta en mis labios y él divertido por mi sonrisa.

...

A la mitad del camino nos quedamos dormidos y, para colmo, teníamos que tomar otro avión porque el nuestro llegaba a la Ciudad de México. Cuando por fin llegamos a Guadalajara, en la salida nos encontramos con mi hermano. Dejé la maleta a un lado y lo abracé con todas mis fuerzas, aunque fuéramos totalmente opuestos lo quería mucho.
- ¿Desde cuándo tanto amor entre nosotros?- preguntó divertido
- Desde que ya no me puedes visitar porque estoy al otro lado del mundo
Me despegué de él y miró fijamente a Tom.
- Supongo que él es tu acompañante- Yo asentí como una niña a la que le preguntaban si quería un dulce o un juguete nuevo- George Mason- se presentó estirando la mano
- Tom Hiddleston- le respondió el saludo
- ¿Hiddleston? ¿Qué no es el tipo de los pósters con los que tenías tapizado tu cuarto?-Le di un codazo en las costillas y él solo río ante mi agresiva afirmación- ¿Cómo le hiciste para que un actor te acompañara a la fiesta de tu padre?
- Vivimos en el mismo edificio- respondí
- Y con el tiempo nos convertimos en novios
- ¿Seguro que no estás bajo el efecto de un hechizo?- volví a golpear entre sus costillas, esta vez con más fuerza- Mejor nos vamos, sino voy a terminar sin costillas
Pusimos las maletas en la cajuela y subimos al carro. El camino fue silencioso, sabía lo que pasaba por la cabeza de George en esos momentos, contar mis anécdotas más vergonzosas frente a mis familiares y Tom para ponerme en ridículo, con lo que él no contaba era que, desde que se fue, ya no era la misma niña de antes.

...

Al llegar mis padres nos recibieron con besos y abrazos en la salida de la cochera, seguramente estaban pegados en la puerta esperando a que llegáramos, aunque nos hubieran visto en cualquier momento ya que era una larga entrada hasta la casa y además estábamos en medio del campo, en Zapotlanejo.
- ¿Y quién es este muchacho guapo de aquí?
- El novio de Emily- respondió George antes que yo
- Entonces él es Tom, mucho gusto cariño, soy Meredith y él es mi esposo David
- Creo que lo he visto en otra parte- dijo mi padre
- ¿Recuerdan el actor del que Emily siempre hablaba?- mis padres negaron- "Loki esto, Loki el otro, Loki se va a presentar en una expo"- dijo mi hermano en una mala imitación mía. Mis mejillas ardían, Tom ya sabía que era una clase de friki pero que mi hermano le contara mi actitud pasada era para morirse de pena.
- ¿Él es Loki?- los tres asentimos
- ¿Y cómo se conocieron?- preguntó mi madre como si nada
- Yo necesitaba unas baterías y como me había enterado por el portero que la nueva inquilina había llegado decidí usar mi necesidad como una excusa para conocerla, bajé a su piso, me invitó a pasar sin antes haberme cerrado la puerta en la cara- mi madre me fulminó con la mirada, lo que hice el día que nos conocimos fue una falta de respeto y mi mamá era muy estricta con esos aspectos de los modales- pero volvió a abrir en un par de segundos, platicamos un rato, le pedí las baterías y las buscó como un rayo entre sus maletas, cuando regresó traía un destornillador sónico del Doctor Who, nunca había visto que alguien tuviera uno, y mientras ella intentaba sacar las pilas yo vi unos dibujos suyos en su cuaderno.
- ¿Cuál cuaderno?- preguntó mi hermano
- Paisajes- respondí
- ¿El mezclado?
- Sí
Explotó a carcajadas, él había visto esos dibujos tiempo atrás.
Mis padres estaban fascinados con nuestra corta historia juntos, y yo con la forma y la emoción que la contaba Tom. Cuando por fin nos dejaron pasar le enseñé la enorme casa, aunque era más terreno que casa. Era de un solo piso y los pasillos formaban una "L". Si veías la casa desde el fondo del último pasillo era primero mi habitación con un ventanal hacia la carretera, luego el baño, tanto general como mío, el cuarto de mi hermano con su baño individual, el cuarto de mis padres que compartían baño ya sea con mi hermano o conmigo, la sala, en donde se hacía el codito de la "L", la cocina y comedor y, finalmente la terraza, que daba a la alberca, la cual se veía desde la entrada a los terrenos de la casa. Para unir ambos extremos de la "L" y hacer un cuadrado, había una hurta en la que teníamos una sala a la cual llamábamos " el cine" porque teníamos un proyector que apuntaba a una pared totalmente blanca y veíamos películas ahí, además teníamos un futbolito y, a veces, sacábamos la mesa de pin pon y la poníamos al lado de la alberca.
- Perdón mi curiosidad pero ¿de dónde consiguieron la casa?- preguntó mientras nos instalábamos en mi cuarto
- Mi madre tiene raíces mexicanas y la casa pertenecía a mi bisabuelo que se la heredó a mi abuelo que se la heredó a ella.
Mi celular comenzó a sonar con el tono de mensaje, uno en especial, Badillo.
- «No te asomes a la ventana»- leí en voz alta
Hice lo contrario de lo que me pedía y me asomé para ver de que se trataba pero nada pasó.
- Te dije que no te asomaras por la ventana, Em- se escuchó a nuestras espaldas
Me volteé emocionada y casi lo tacleo.- Yo también te extrañé, pero ¿podrías dejarme respirar?
- Claro- dije más tranquila
- Supongo que él es Badillo- dijo Tom
La cara de mi amigo no se podía describir, era una mezcla extraña de emoción, sorpresa, duda, etc.
- ¿Qué...
- Vino a la fiesta
- ¿Cóm...
- Yo lo invité
- ¿Por...
- Es mi novio, ya te lo había dicho
- Pensé que era un mensaje de esas veces en las que jugábamos y yo decía que Gandalf me estaba invitando a acompañarlo a una aventura o tu decías que el TARDIS estaba en tu patio
- Si pensé que pensarías eso
- ¿Y ahora qué? ¿Me vas a decir que conociste a Ian McKellen?
- Nop. Pero conocí a Mark Gatiss, Steven Moffat, Benedict Cumberbatch y Martin Freeman- se me hacía que su mandíbula se fracturaba.
Saqué de mi maleta la libreta en la que los cuatro habían firmado.
- ¡HO DIOS SANTO!
- Por volvernos a encontrar
La voz de mi madre llamando a mi amigo nos interrumpió.
- El deber llama- dijo antes de marcharse- Me despido por ahora- cerró la puerta tras de si
Tom y yo nos acurrucamos en la cama, me acosté en su pecho y él me rodeaba con ambos brazos. Cerré los ojos y escuché su corazón palpitar en mi oído, era relajánte, no sé en qué momento de quedé dormida pero así fue. Cuando desperté eran alrededor de las doce de la noche, así que nos habíamos perdido la cena. Me paré de la cama y me acerqué al ventanal para ver el cielo, hace mucho que no veía las estrellas brillar así.
Unos brazos me rodearon por la cadera y unos cálidos labios besaron mi cuello haciéndome dar un pequeño respingo.
- Será mejor que compre el cascabel
- Prefiero darte estas pequeñas sorpresas
Contuve una risa en los labios, no quería despertar a nadie.
Mi estómago gruñó y nos dirigimos a la cocina. Tomamos un poco de fruta en completa oscuridad, por suerte la Luna tenía buen brillo.
- Será mejor que descansemos un poco más, mañana será un largo día- dije en un bostezo
Casi planeado nos acurrucamos de la misma manera que hacía un rato.

Dear NeighborWhere stories live. Discover now