Capítulo Final: Temor

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-¿Qué pasa aquí? ¿Jaden? - alzó la mirada topándose con Michaela e Isabel, esta última sonreía mirando la escena.

La chica salió corriendo, Emy sólo rió mirando la expresión de Jaden. ¿Qué había hecho? Se preguntaba el chico, estuvo a punto de caer en el juego de Emy, pero aun así pensaba que había perdido a Michaela.

-Creí que habías dicho que ni unas curvas ni unos ojos encantadores te harían caer - susurró Emy divertida de ver como tenía a Jaden.

-Pero jamás dije que unos labios tentadores lo harían - sonrió, Emy se quedó más que encantada con su respuesta y lo dejó marcharse.

Aun no lo tenia del todo, pero disfrutaba el saber que la relación entre Michaela y él estaba por terminar.

-Eres mala - sonrió su amiga al verle salir de los vestidores.

-Sabes que lo quiero para mi y si solo de esta manera lo tendré, entonces no me queda opción ... - ambas sonrieron apartándose de ahí.

Un leve suspiro al llegar a casa, subió las escaleras hasta su habitación, pero unos fuertes brazos le detuvieron en el camino pegándole a la pared, se encontraba con la mejilla en la fría pared y sentía como el pecho de Calum se pegaba a su espalda, un inmenso escalofrío le recorrió la nuca al sentir sus labios besarle delicadamente dicho lugar, cerró los ojos disfrutando de las leves caricias que le daban las manos y los labios del chico. Recordó que no estaban en una habitación, pero a los segundos le dio igual, el estar fuera y con el temor de ser vista le hacia excitarse aún más.

-Te estaba esperando - dijo al fin, giró un poco su cabeza y pudo verle de soslayo.

-¿para qué me estabas esperando? - dijo en tono provocativo, Calum se repagó mas a ella haciéndole sentir su erección por debajo de su pantalón. - Lastima que hoy esté muy cansada - se disculpó apartándose, pero de inmediato volvió a sentir un jalón por parte de Calum, adoraba que se pusiera un poco agresivo con ella.

Las palabras sobraban, los cuerpos eran los que hablaban, sus miradas no se conectaban de la manera en que Emy quería, pero el deseo que sentían ambos no se apagaba, ni con una cubeta de agua congelada.

Comenzaron a besarse, los labios de Calum eran presurosos sobre el cuello de Emy, ella gemía por lo bajo aferrándose a su espalda, adoraba estar contra la pared y el cuerpo de Calum. Entrecerró los ojos sintiendo placer, podía sentir como comenzaba a sentirse húmeda, una de las manos del chico se apresuró a tocar su piel desnuda bajo su blusa, mientras que con la otra bajo hasta su sexo y comenzó a masajearlo despacio, Emy pareció desvanecerse con dicho toque, parecía que iba a gemir más fuerte pero él lo impidió, la besó en los labios haciéndole contener los gemidos.

Escucharon pasos venir, seguramente era Raymond que vendría a confirmar que había llegado a casa, pero no quiso terminar lo que tenia con Calum, así que ambos entraron al armario que estaba al lado de ellos.

Calum encendió la tenue luz mirando con deseo a Emy, recorrió suavemente su mano por el hueco de su cintura y aparto su blusa rápidamente, quería poseerle de nuevo, no importaba el lugar en el que estaban.

-¿Señorita? - la voz de Raymond le hizo sobresaltarse, estaba tocando la puerta de la habitación de al lado, ¿Cómo saldría de allí sin ser vista? Se preguntó mientras Calum le veía. Ambos se quedaron en silencio mirándose entre si, esperando que volvieran hablar afuera.

-Supongo que aun no ha llegado - "esa voz" pensó Emy abriendo los ojos como platos.

-Si quiere le aviso que estuvo aquí...

-No, preferiría que no le comente que vine - pudo notar que había sonreído después de eso.

Estaba en mi habitación hecha un lío, Jaden había venido a visitarme, y yo como una completa perra caliente estaba en el armario con Calum. Suspiré frustrada por eso, no sabia que hacer, si llamar a Guille o a Isabel, pero... se le caía la cara de vergüenza, no podía contar esto, quedaría como una completa estúpida zorra frente a sus amigos.

Princesa de HieloWhere stories live. Discover now